El secreto de longevidad de una mujer que vivió en 3 siglos

Emma Morano vivió hasta los 117 años. Lo que no solo le hizo durante un tiempo ser la persona viva más longeva del mundo. La cifra alcanzada le coloca en el selecto club de los denominados supercentenarios. Vivir hasta los 100 se está haciendo relativamente común, pero superar la barrera de los 110 se sigue considerando todo un logro humano. De ahí que se estudie de cerca a estos superlongevos para saber qué les hace únicos en cuanto a salud.

Moreno nació el 29 de noviembre de 1899. Y murió en abril de 2017. Por lo que a lo largo de su extensa existencia pasó por 3 siglos diferentes. Buena parte la pasó en en su domicilio de Verbania, en el norte de Italia. Allí, días antes a su último cumpleaños, dio una entrevista en la que reveló los que creía fueron sus secretos de longevidad.

Una de las cosas que consideró claves fue su peculiar dieta. "Como 2 huevos al día y ya está. Y galletas. Pero no como mucho porque no tengo dientes", afirmó entonces a la AFP.

Un alimento "tratado injustamente"

Esta particularidad alimentaria comenzó a los 20 años. Le diagnosticaron anemia tras la Primera Guerra Mundial, y un médico le aconsejó comer 3 huevos al día, 2 crudos y uno cocido. Sin miedo al colesterol mantuvo este hábito por 90 años por lo que se estima que a lo largo de si vida comió más de 100.000 huevos. 

La creencia popular lleva a pensar que este alimento no debe consumirse más de una vez al día. Sin embargo hace tiempo que la ciencia desmintió la teoría de que más puede comprometer la salud cardiovascular por el aporte de colesterol. Para las personas sanas, no por ejemplo para aquellas con diabetes, una mayor ingesta no se asocia con mayor riesgo.

"El huevo ha sido tratado injustamente, ya que es un alimento muy completo y saludable. Es cierto que su yema es rica en colesterol, pero no hay que olvidar que el huevo posee también proteínas, vitaminas y minerales. Su consumo es adecuado en todas las edades", señalan desde el portal de Estilo de vida saludable del Ministerio de Sanidad. 

Desafiando a la medicina

No es la única cosa con la que Moreno parece haber desafiado lo que la medicina toma por saludable.

"Emma siempre ha comido muy pocas verduras, muy poca fruta. Cuando la conocí, comía 3 huevos al día, dos crudos por la mañana y luego una tortilla al mediodía, y pollo en la cena", cuenta Carlo Bava, quien fuera su médico durante los últimos 27 años.

Por ello Bava atribuye su longevidad a la genética. La madre de Morano murió a los 91 años y 2 de sus hermanas llegaron a los 100 años. Aunque tener una rutina diaria y su gran fuerza de carácter cree que también influyeron.

"Es una persona muy decidida. Nunca ha querido ir al hospital, nunca ha recibido ningún cuidado (de salud) especial. Ha sufrido un poco de bronquitis, le han hecho una transfusión (de sangre) y le han puesto algunos puntos, pero siempre en casa".