Katie MacRae, quien celebró su cumpleaños número 106 el mes pasado, no cree que haya ningún secreto en particular para que haya vivido tanto tiempo. Pero sí aconseja a la gente que viva su vida al máximo, algo que siempre ha hecho.

La centenaria nació en las afueras de Londres en 1917, mientras la Primera Guerra Mundial aún estaba en pleno apogeo, y comenzó a trabajar como secretaria después de dejar la escuela a los 15 años. Ella y su esposo siguieron a su hijo y se mudaron a Australia en 1965, y ha vivido allí desde entonces.

Después de la muerte de su esposo, MacRae vivió en una aldea para jubilados durante 18 años antes de mudarse a un hogar de ancianos administrado por la organización sin fines de lucro Bolton Clarke en Queensland en agosto de este año. Es miembro de su Club Centenario, que organiza eventos para los residentes de más de 100 años de la casa y recopila sus historias de vida.

Cuando se le preguntó su consejo para las personas que desean vivir una vida larga, le dijo a Business Insider: "Mi consejo para las personas es vivir su vida al máximo, sonreír y simplemente disfrutar de lo que se les presente".

Aunque la genética y el hecho de que no fuma probablemente contribuyan a su longevidad, compartió otros 4 factores de estilo de vida que, en su opinión, le habían permitido seguir sonriendo a una edad tan avanzada.

Practica la jardinería desde pequeña

"Me encanta la jardinería y siempre la he hecho desde que era niña", asegura MacRae. "Ayudaba a mi padre cuando nos mudamos a la casa nueva. En la calle había un concurso de jardinería para toda la calle y ganamos un premio cuando yo tenía 12 o 13 años".

Continuó trabajando en el jardín durante toda su vida, incluso plantó "todas" las plantas en su centro de atención para personas mayores y ganó el concurso Best in Grow por el jardín inglés de su casa.

La jardinería es un pasatiempo para muchas personas en Okinawa, una región de Japón donde la gente vive normalmente hasta más de los 100 años. El investigador de longevidad Dan Buettner asegura que podría ser beneficioso para la longevidad porque facilita el ejercicio diario, expone a las personas a la vitamina D del sol, y proporciona verduras frescas.

Juega a los bolos sobre hierba

MacRae juega con frecuencia a los bolos, un juego de hierba similar a la petanca, y recientemente compitió contra otros centros de jubilados. Comenta que espera instalar pronto un tapete para en su casa actual para poder socializar aún más con otros residentes. "Incluso las personas en sillas de ruedas pueden jugar", afirmó.

Se cree que hacer ejercicio con regularidad es clave para prolongar la salud, pero, no es necesario ir al gimnasio para mantenerse activo. De hecho, algunas de las personas más ancianas del mundo no van; en cambio, caminan mucho, usan escaleras y practican deportes en grupo, como la petanca, para que el ejercicio sea más social y agradable.

Trabaja y se mantiene ocupada

MacRae trabajó como secretaria durante la mayor parte de su vida, tanto en Reino Unido como en Australia, antes de retirarse a un terreno que ella y su marido poseían, lo que significó que permaneció ocupada atendiéndolo.

Cuando se jubiló, asumió funciones en el comité de su residencia de jubilados, organizando espectáculos, desfiles y excursiones al teatro.

Mantener el cerebro activo podría ser clave para la longevidad, similar a hacer ejercicio y llevar una dieta saludable. Además, los investigadores de LongeviQuest, una organización de investigación de la longevidad, señalaron previamente a Business Insider que trabajar el mayor tiempo posible era algo común entre los centenarios y supercentenarios con los que habían hablado.

Sigue sonriendo

"Fui al supermercado hace un tiempo y alguien vino hacia mí, le sonreí para ver qué pasaba. Ellos me devolvieron la sonrisa, así que lo hice varias veces, y de repente, una señora se detuvo y charlamos. Ella me dijo: 'Me alegró el día tener esta pequeña conversación contigo'", cuenta MacRae.

El mayor consejo de MacRae es "simplemente sonríe, sé feliz y disfruta de la vida".

Los investigadores han encontrado que los centenarios tendían a buscar aspectos positivos, estaban agradecidos por lo que tenían y cultivaban activamente sus relaciones, por lo que una actitud positiva es otro hábito clave para la longevidad.