¿Por qué perdemos el tiempo debatiendo sobre el término 'cónyuge de trabajo'? No importa cómo llamemos a nuestros compañeros, lo más importante es el apoyo que nos dan

Parece que el tema de moda es el de los cónyuges de trabajo. Se ha generado un debate sobre si realmente son necesarios y apropiados, pero también sobre si el término es el correcto para definir una relación laboral.

Me mojo: creo que son necesarios y apropiados.

Una encuesta realizada por Newsweek a 1.500 adultos reveló que la mayoría de los millennials desaprueban la idea, mientras que a la generación Z y a la X les parece que es adecuado.  

Hace poco, Business Insider lanzó la misma pregunta en una encuesta de LinkedIn para saber si la gente en general también veía apropiado tener una "mujer" o "marido" en el trabajo sin que haya ninguna carga romántica. 

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El 61% votó que sí, frente al 39% que votó que no veía bien estas relaciones. 

Para algunos, el debate no está en si es una relación adecuada o no, sino en que el término 'cónyuge de trabajo' pueda ser excluyente y "heteronormativo", según recoge Beatrice Nolan, en otro artículo de Business Insider. Otros son partidarios de utilizar el término como "hermano" o "hermana" de trabajo.

Lo curioso es que poca gente parece discutir si realmente existe una necesidad de tener una relación estrecha con alguno de nuestros compañeros de trabajo, con los que pasamos más de 40 horas a la semana —o más—. 

Estas relaciones suelen basarse en el apoyo mutuo dentro de la empresa y suele implicar cafés, almuerzos, happy hours, o en el universo remoto, podrían ser videollamadas diarias o semanales para saber el uno del otro. 

Pero parece que los propios jefes también se están empezando a sumar al debate. Uno de ellos mandó una circular a sus empleados en los que les pedía que no entablaran amistad con sus compañeros de trabajo durante la jornada laboral. 

"Este es horario de trabajo, por lo que no deben hablar temas ajenos a la actividad laboral. Es mejor no entablar amistades en el trabajo", comunicaba el responsable de equipo. Pero sabemos que eso no es realista.

"No es raro que se formen relaciones íntimas en el lugar de trabajo. Dependiendo del entorno, así como de las obligaciones y las funciones de cada puesto, el trabajo puede requerir bastante colaboración como para que se desarrolle de forma natural una relación estrecha", explicó a Newsweek el abogado laboral Jon Bell, de Bell Law Group.

Mi pareja trabaja en el sector de la hostelería, en un pub y tiene un 'cónyuge laboral'. En una de las ocasiones en las que comentábamos la importancia de tener un poyo dentro del trabajo comentó: "La veo más a ella que a ti. Así son las cosas. Ella tiene novio y yo novia, pero cuando estamos en las trincheras, somos el uno para el otro". 

En mis 21 años de carrera de millennial, he tenido varios mejores amigos, maridos y mujeres dentro del trabajo. Muchos de ellos se han convertido incluso en amigos fuera del ámbito laboral. 

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Cuando tenía veintipocos años trabajaba en el turno de tarde y solía salir los jueves con mis compañeros después del trabajo. Estos "mejores amigos del trabajo" conocieron a mis otras amigas y nos hemos llegado a ir todos juntos a recoger manzanas, a celebrar "friendsgiving" e incluso a pasar una Nochevieja juntos. 

Cuando me trasladaron de oficina, volvieron los afterhours pero también los cumpleaños, las bodas y los baby showers. A mi mejor amiga desde hace 9 años la conocí en mi antiguo trabajo. No trabajábamos en el mismo departamento, pero conectamos.

Para las personas que teletrabajan o que acaban de empezar en una nueva empresa con un puesto remoto, forjar relaciones laborales que llegasen a ser las llamadas 'cónyuges de trabajo' es más difícil, pero no por eso menos factible. 

En la actualidad, diría que tengo al menos 2 cónyuges de trabajo con las que hablo por el chat o hago videollamada varias veces por semana, si no todos los días. Son mi salvación cuando estoy estresada, cuando tengo una idea rara con la que no sé qué hacer o cuando necesito gritar durante mi almuerzo. 

No los llamo necesariamente mis 'cónyuges', pero ellos saben que lo son, y yo sé que lo son. Por supuesto, hay ciertos límites y ciertas cosas que no compartes, porque ya da igual que tema sea, son personas en otros departamentos y con diferentes niveles de responsabilidad. Y eso lo respetamos.  

Pero aunque hay límites en nuestras relaciones, mis cónyuges de trabajo me han dado mucho en la vida, tanto dentro como fuera del trabajo.