Lo que debes hacer y lo que no en tu primer día a bordo de un crucero

Cuando llegas a un crucero dispuesto a comenzar tus vacaciones, sobre todo si es la primera vez que te embarcas, estás deseando empezar a descansar y divertirte. Pero antes hay algunas cuestiones que debes tener en cuenta.

En las primeras horas a bordo habrá un simulacro de reunión: no te lo saltes. Allí te informarán de todo lo que debes saber sobre cuestiones de seguridad y habrá un simulacro; información que ojalá no necesites, pero que es bueno saber.

Otra buena idea es no ir el primer día al buffet. Seguro que tienes muchas ganas de probarlo, como todos, por lo que va a estar más lleno que en ningún otro momento. Para la primera ocasión te puedes decantar por algunos de los restaurantes que hay en el barco, que son además una experiencia única.

Para familias

Si vas con niños y quieres aprovechar la experiencia al 100% y todo lo que os ofrece el barco, apúntalos lo antes posibles en las actividades infantiles. La mayoría de los cruceros tienen clubes dirigidos a edades específicas para proveerles de todo el entretenimiento. 

A veces las plazas son limitadas, así que resérvalo cuando antes.

Otro punto importante es recordar al personal correspondiente las alergias o intolerancias, en caso de que las tengas. Así te garantizas que esto no será un problema el resto del viaje.

En el camarote

Cuando vayas a tu camarote comprueba que todo está en orden y como estaba previsto. Dedica un momento a colocar la ropa de la maleta en el armario, luego lo agradecerás.

Deposita también los objetos de valor y la documentación en la caja fuerte, de este modo podrás despreocuparte sabiendo que están a buen recaudo.

Las experiencias

En cuanto a los servicios, debes recordar que es un día de adaptación, tanto para ti como para el personal. Sé paciente, haz un recorrido por el barco y descubre todos los servicios que están a tu disposición para sacarle todo el partido a tus vacaciones.

Revisa todas las actividades o excursiones que tienes programadas, es el momento de añadir una si así lo deseas, aunque una vez a bordo suele ser más caro.

Por último, relájate y disfruta: ya estás en el crucero que llevas tanto tiempo esperando, así que no te preocupes por las pequeñas cosas y aprovecha al máximo tu experiencia.