La desagradable sorpresa que te espera si no te limpias el ombligo en profundidad

Si eres una persona limpia, seguramente a estas alturas de la película tengas clara la importancia de cambiarse de ropa interior todos los días, de reemplazar la ropa de cama cada semana o de lavarse las manos con frecuencia para evitar la propagación de enfermedades. 

Sin embargo, muchos pasan por alto al gran olvidado... ¡el ombligo!

En este vídeo corto de YouTube, el médico Sermed Mezher explica las indeseables consecuencias de no limpiar esta parte de tu cuerpo con la frecuencia deseada. En este minúsculo rincón de tu organismo pueden acumularse "toneladas" de desechos.

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El doctor, con más de 54.000 seguidores en YouTube, recalca que la mayoría de la gente únicamente hace una limpieza superficial con el dedo en la ducha, sin ir a la profundidad y limpiar lo que quede "compactado en el agujero del ombligo", incluyendo pelusas, fragmentos de ropa o restos de piel que se quedan atrapados.

Aunque en general esta suciedad no suele causar muchos problemas, pasado el tiempo los restos del ombligo pueden comenzar a apestar y a causar consecuencias desagradables, desde irritación a  la aparición de infección y pus en el área. La acumulación bacteriana también podría causar secreciones blancas o amarillas, según explica el doctor Karan Rajan en National Health Service.

¿Cómo puedes limpiar bien tu ombligo? Este médico recomienda emplear un bastoncillo de algodón y realizar esta limpieza con la regularidad suficiente. Otros especialistas recomiendan una esponja húmeda con jabón, secarlo adecuadamente para que no queden residuos ni humedad dentro, hidratarlo con crema hidratante y lavarlo 4 o 5 veces por semana.