Esto es lo que diferencia al Diamond Princess, el barco azotado por el coronavirus en Japón, del resto de cruceros

• Miles de personas personas a bordo del crucero Diamond Cruises se encuentran en cuarentena frente al puerto de Yokohama
• El crucero continúa siendo el mayor foco de coronavirus fuera de China tras la confirmación este lunes de 60 nuevas infecciones que elevan a 130 el total de casos en el navío.
• El crucero de la compañía Princess Cruises, que mueve a través de los mares del mundo a más de 1 millón de personas, es único y peculiar dentro de una flota que llegará en junio de este año a la veintena de barcos.
• Disfrutar de sashimi recién preparado en exclusivo restaurante Kai Sushi a bordo del Diamond Princess o relajarse en su baño japonés Izumi, que ostenta el título de ser el más grande de su tipo en el mar, se ha convertido en una pesadilla para más de 2,500 pasajeros recluidos en los 1,337 camarotes de la nave.
• El barco diseñado y pensado para el público japonés, pone de manifiesto los retos de contención de enfermedades y plagas a bordo de estos Leviatán que surcan los mares de todo el mundo.
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El crucero Diamond Princess es un barco especialmente particular que rompe con la tradición y contenidos habituales de los cruceros a los que esta acostumbrado el público occidental.

Esta ciudad flotante esta pensada y configurada exclusivamente para los gustos del público japonés, tanto desde el punto de vista de la oferta culinaria, pasando por los horarios, hasta llegar a la oferta de espacios de ocio y, especialmente, por su baño 100% japonés Izumi segregado rigurosamente en un área sólo para hombres y otra de mujeres.

La naviera Princess Cruises, una de las más importantes del mundo, comenzó a surcar los mares en 1965.

En la década de los 70 se hizo famosa mundialmente gracias la serie televisiva de la cadena ABC: ‘Vacaciones en el Mar’ (The Love Boat) que discurría a bordo del Pacific Princess, protagonizada por Gavin MacLeod, Lauren Tewes y Ted Lange entre otros donde actores como Tom Hanks, Leslie Nielsen, Jamie Lee Curtis o Ursula Andress dieron sus primeros pasos.

Mientras el brote de coronavirus originado en China continúa su expansión a nivel mundial, los espacios de alta concentración de personas se han convertido en una preocupación para los principales puertos del mundo que comienzan a rechazar a super-cruceros repletos de viajeros, como ha hecho Filipinas con el MS Westerdam.

Esta medida sigue la decisión de las autoridades de Japón que mantienen en cuarentena al Diamond Princess.

De hecho, la naviera sigue siendo el mayor foco de coronavirus fuera de China tras la confirmación este lunes de 60 nuevas infecciones que elevan a 130 el total de casos en el navío, según ha informado el Gobierno japonés.

“Con la ayuda del Ministerio de Sanidad de Japón, el barco ha recibido medicamentos adicionales que se están clasificando y distribuyendo según la prioridad médica y urgencia”, confirman las autoridades del país.

Este crucero que desplaza 115,875 Toneladas y cuenta con 18 cubiertas, comenzó a surcar los mares en marzo de 2004 pasando su última remodelación en 2019.

Con Japón como base de operaciones realiza cada año múltiples cruceros alrededor del país del sol naciente, con paradas en puertos cercanos como Taipei en Taiwan, programado para el próximo 28 de febrero.

Según las fechas y diferentes épocas del año el Diamond Princes alterna su recorrido alrededor de las cinco islas principales que conforman el 97% del territorio del país nipón, con visitas a puertos de Corea del Sur, Taiwan y China.

Precisamente la parada en el puerto de Hong Kong, que sólo se realiza en los meses de diciembre y enero, ha sido el punto de origen desde el que han saltado las alarmas tras el desembarco el día 25 de enero de un pasajero de 80 años que dio positivo el día 31 de enero.

Una vez que el barco llegó a su puerto base de Yokohama se ha procedido a la puesta en cuarentena del crucero, momento en el cual se han realizado pruebas a tripulantes y pasajeros declarándose ya, hasta un total de 130 casos.

El barco finalizaba sus viajes a puertos chinos para iniciar próximamente su ronda de cruceros de primavera por los diferentes puntos de Japón, a la espera de la llegada del verano, momento en el que barco recorre los principales festivales de las ciudades niponas.

Con más de 126 millones de personas Japón es una fuente inagotable de clientes que llenan en cada crucero el Diamond Princess, donde el público occidental es minoría y debe adaptarse a las ‘curiosidades’ de una nave pensada para los gustos nipones.

Lo que hace al Diamond Princess único en su género

Pero si por algo destaca el Diamond Princess del resto de barcos de la flota de la Corporación Carnival (NYSE: CCL), a quien pertenece en la actualidad Princess Cruises, son los baños japoneses Izumi.

Situados en la cubierta 15, ocupan toda la parte trasera del barco completando la oferta de tratamientos, sauna y spa que todos los cruceros modernos ofrecen a sus clientes, quienes pueden disfrutar de tratamientos de belleza, masajes de relajación en pareja, blanqueamiento de dientes y hasta quitarse las arrugas de la cara para que al desembarcar regresen a casa con unos añitos menos.

Además de la oferta ‘occidental’, el Diamond Princess se caracteriza por sus exclusivos baños japoneses donde disfrutar de unas vistas espectaculares del mar mientras relajándose en los jacuzzi y saunas panorámicos.

Todo esto, por supuesto, siguiendo la más estricta tradición japonesa que dicto como el acceso a los baños se hace rigurosamente desnudos permitiendo únicamente la toalla como compañía.

Eso si, desnudos, pero no revueltos puesto que el área está rigurosamente dividida en zona hombres y zona mujeres. Por lo que en el caso de las parejas heterosexuales tienen que separarse para disfrutar de las instalaciones cada uno en su zona correspondiente.

La separación mujer-hombre finaliza a la hora de llegar al jardín japonés que ocupa toda la parte posterior del barco, a 16 plantas de altura, donde puedes sumergirte, esta vez con traje de baño, en una piscina climatizada que otorga unas vistas del océano privilegiadas.

A bordo del Diamond Princess el público japonés puede encontrarse como en casa y seguir sus tradiciones a la vez que el público más occidental descubre espacios y tradiciones nuevas en el crucero que disfruta de los primeros rayos de sol.

Las últimas informaciones confirman la cuarentena de crucero que ha pasado a ser, en boca de algunos de sus pasajeros, “de un crucero de lujo a una cárcel flotante” como lamentaba en Facebook David Abel, confinado en su camarote del Diamond Princess.