Así es la dieta del cerebro: puedes tener un peso saludable comiendo de todo

mujer comiendo feliz

Necesitas entrenar a tu cerebro para aprender a comer mejor. De lo contrario, de nada servirá someterte a dietas extremas para adelgazar mientras sueñas y salivas por todo aquello que estás deseando devorar.

Como cuando buscas el bolígrafo que tienes en la mano o las gafa sobre tu nariz, las cosas son tan obvias que no las ves aunque estén delante de tu cara. Eso sucede también con la alimentación.

Márcatelo a fuego: las dietas restrictivas donde apenas hay calorías y variedad de alimentos no funcionan. Puede que te hagan perder kilos que te sobran de manera rápida. Pero después volverás a ganarlos. 

¿Por qué? Porque no has aprendido a comer.

Ser consciente de tu alimentación te permitirá optar por alimentos y raciones más saludables, la clave de la dieta del cerebro

dieta vegana

Y aquí es donde entra la dieta del cerebro un término popular para designar "una relación más razonable y sensata con la alimentación, desterrando, de una vez por todas, el infructuoso encadenamiento de dietas milagro", tal y como apunta Carmen González Vázquez, doctora en Farmacia y especialista en Nutrición, en una entrevista con Efe.

"Cada vez más investigaciones demuestran que restringir alimentos solo hace que se quiera comer más", apunta González Vázquez, directora del Máster en Nutrición, Obesidad y Técnicas Culinarias de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) en declaraciones recogidas por El Español.

Cómo entrenar a tu cerebro para acabar con los malos hábitos que te impiden adelgazar o comer sano

De esta forma la dieta del cerebro refiere a la necesidad de darle importancia y ser consciente de lo que uno come. "El secreto no es tanto decidir si un alimento es bueno o malo, sino escoger, de forma consciente, el tipo de alimentación que se debe seguir por una cuestión de salud".

Aceptar los alimentos que queremos comer y realizar ejercicios de alimentación intuitiva son herramientas eficaces de este patrón de alimentación "para luchar contra los antojos". De ahí que en ella se permita comer de todo.

Para la especialista debe restarse importancia a"untar un poco de pan en la salsa", mientras que sí debería preocupar meterse "un kilo de patatas fritas de una vez por pura ansiedad".

Se trata, en definitiva, de "pequeños 'cambios', que nos permiten tener una relación mucho más sana con nuestra mente", argumenta González Vázquez.

Cómo enseñar a tu cerebro a comer mejor y combatir los antojos

Si quieres lograr entrenar a tu cerebro para comer de manera más consciente y sana hay algunos ejercicios sencillos con los que puedes empezar.

Antes de comer haz un ejercicio de consciencia plena consultando a tu cuerpo, ¿cuál es tu nivel de hambre en este momento?  Después, observa las texturas, los colores, percibe el olor. Mientras masticas, presta atención a cómo sabe y se nota la comida en tu boca. Después de varios bocados, consulta con tu cuerpo si tienes hambre o estás lleno. Esto te hará comer menos a la larga, según la ciencia.

Cómo dejar de comer por ansiedad

Para cambiar un mal hábito alimentario busca primero que lo desencadena. "¿Es una emoción, como la rabia o el estrés? ¿Quizá una situación, como ver la tele cuando tienes hambre?".

Una vez has reflexionado sobre lo que pone en marcha ese acto, enfócate en lo que termina pasando. "¿Cómo me hará sentir comer este alimento? ¿Acabé comiendo demasiado? ¿Te sentiste culpable después y te reprendiste por haberlo comido?", son preguntas que pueden ayudar de acuerdo al psicólogo Judson Brewer experto en adicciones y consciencia plena.

Entender cómo te hará sentir una comida antes, durante y después de tomarla actualiza la información que tiene tu cerebro sobre lo gratificante (o no) que es. Con ello podrás acabar con malos hábitos y empezar a comer aquello que te hará sentir mejor por dentro y por fuera.

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