Disney ha creado un robot de Groot capaz de caminar solo y expresar emociones, y es el primero de muchos

La robótica es uno de los puntos clave dentro de la hoja de ruta de las empresas tecnológicas de cara al futuro, y pese a que se ha llegado a grandes logros en este sentido, como la creación de robots humanoides, aún hay camino que recorrer. Disney es una de las empresas que está explorando esta materia.

Y es que, mediante la subempresa Disney Imagineering, la compañía ha desarrollado el Proyecto Kiwi, que aún está en progreso, y mediante el que ha desarrollado su primer robot de dos patas que no necesita sujección, al que le ha dado el aspecto de Groot, uno de los personajes de la franquicia Guardianes de la Galaxia, propiedad de la compañía de entretenimiento.

Que el robot tenga el aspecto de Groot, eso sí, es lo de menos, ya que se trata simplemente de una posible aplicación en los parques temáticos de Disney de esta tecnología, pero ayuda a reflejar los esfuerzos de la compañía en cuanto a la expresión facial facial, ya que en el vídeo que la compañía ha subido recientemente se puede observar cómo es capaz de mostrar sentimientos mediante el movimiento de los ojos y de la boca.

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El director de I+D de la compañía, Scott LaValley, afirmó a TechCrunch que este proyecto se centra en dar vida a sus personajes de animación más pequeños a escala real, combinando arte y tecnología para conseguirlo. De hecho, afirman tener "mentalidad de startup" ya que exploran todas las posibilidades a la hora de resolver un problema.

Se trata de un robot bípedo que comenzó a desarrollarse en 2018, y que ya en 2019 era capaz de moverse de forma autónoma, una de las habilidades que la compañía quería pulir más, lo que tiene lógica si se piensa en la llegada de este tipo de robots a parques temáticos en un futuro.

Sus movimientos, como se puede ver, son bastante fluidos, y están sincronizados de una manera en la que resultan bastante naturales. Ya sea el movimiento de los brazos o el de las piernas, da la sensación de que son movimientos reales, no mecánicos.

La narrativa y la inmersión son dos de las prioridades del proyecto, y se busca que cuando alguien mire estos robots los identifique al 100% con el personaje que representan, por lo que la firma de moverse no será igual en todos los modelos que lleguen a crear. "Puedo decirles que la experiencia de este Groot de 2,5 pies mirándome a los ojos, sonriendo y saludando fue increíblemente transportadora. Varias veces a lo largo de mi interacción olvidé por completo que era un robot", dijo el periodista que asistió a la demostración 

A diferencia de los robots que están sujetos al suelo por otros mecanismos, este pequeño Groot es capaz de mantener el equilibrio por si solo, interpretando cada situación de la manera más efectiva, por lo que si, por ejemplo, alguien apoya una mano en su hombro, el robot será capaz de redistribuir el peso de su cuerpo para compensarlo. Algo que las personas hacemos de forma natural e inconsciente, pero que supone muchas líneas de código en este tipo de robots.

Según afirma la compañía, no existía ningún actuador —componentes encargados de generar el movimiento de mecanismos y elementos del robot— que se adecuara a sus exigencias, por lo que la compañía optó por construirlos desde cero.

Este Proyecto Kiwi aún tiene algunos retos a los que enfrentarse, pero de momento, el software del robot cuenta con algunos comportamientos y acciones preestablecidas, y hay opción de programar más. Disney va muy en serio, y lo más probable es que dentro de no demasiado tiempo veamos este tipo de robots en los parques temáticos.