Dónde va el dinero si marcas la casilla de la Iglesia o de fines sociales en la declaración de la renta: ¿hay mucha diferencia?

Quizá, entre tanto a tener en cuenta en tu declaración de la Renta para hacerla bien, lo de menos es si pinchas en la casilla de la Iglesia o de fines sociales, pero te interesará saber y seguro que te has preguntado dónde va ese dinero según tu elección; al fin y al cabo es o era tuyo. ¿Es mejor una u otra según a qué se destina y lo que a ti te gustaría en contribución?

La asignación tributaria es una herramienta que nos permite destinar el 0,7% de tus impuestos a apoyar actividades de interés general consideradas de interés social o al sostenimiento de la Iglesia Católica, sin que ello suponga un coste adicional para nosotros.

Este acto de elección, que parece simple, tiene un impacto significativo en múltiples aspectos sociales y culturales dentro del país, por lo que conviene entender dónde va exactamente el dinero donado y cómo contribuye a la sociedad.

¿Qué significa marcar la casilla de la Iglesia en tu declaración?

El acuerdo se remonta a 1979, con una reforma implementada en 2006 que ajustó el sistema vigente. Esto permite que la Iglesia reciba fondos directamente de los contribuyentes, sin intermediarios estatales.

Marcar la casilla de la Iglesia Católica en la declaración de la Renta es una forma de asignar el 0,7% de tus impuestos a esta institución, sin que esto suponga un coste adicional para el contribuyente. Esta opción de asignación tributaria permite que una parte de los impuestos que ya se van a pagar sea destinada directamente a financiar las actividades y proyectos desarrollados por la Iglesia en España.

Encontrarás la casilla de la Iglesia en el campo 105 del borrador de la declaración de la renta, bajo el nombre Asignación tributaria a la Iglesia Católica.

Impacto social y cultural

Una parte sustancial del dinero recaudado se destina a proyectos de caridad y asistencia social. Organizaciones como Cáritas, conocidas por su labor en apoyo a los más necesitados, reciben financiación para llevar a cabo sus programas de ayuda a familias en situación de vulnerabilidad, personas sin hogar, inmigrantes y refugiados, entre otros.

El patrimonio cultural es otro de los grandes beneficiados. España, con una riqueza arquitectónica y artística incomparable, ve cómo muchas de sus joyas patrimoniales son mantenidas y restauradas gracias a estos fondos. Esto no solo preserva la historia y la cultura del país, sino que también fomenta el turismo, una fuente vital de ingresos para muchas regiones.

La educación y la formación ocupan también un lugar destacado dentro de las iniciativas financiadas. Desde colegios hasta universidades, pasando por programas de formación profesional y cursos de empleabilidad, la Iglesia invierte en el desarrollo de capacidades y la formación integral de las personas.

Finalmente, parte de los fondos se destinan a acciones misioneras y de evangelización, tanto dentro como fuera de España. Estas actividades, aparte la difusión de la fe, incluyen proyectos de desarrollo en países empobrecidos, promoción de la justicia social y la paz, y la lucha contra la pobreza a nivel global.

¿Se controla a la Iglesia qué lo gasta?

Son impuestos recaudados, así que sí. La Iglesia Católica realiza informes anuales donde detalla el uso y destino de los recursos obtenidos a través de la asignación tributaria. Estos informes son accesibles al público, asegurando que los contribuyentes pueden verificar cómo se utiliza su aporte.

¿Y en el caso de marcar fines sociales?

La otra opción que tienes es la de marcar fines sociales, cada vez más utilizada por los contribuyentes, y ese dinero irá destinado a las siguientes actividades y recursos: 

• Atención a las personas con necesidades de atención integral socio-sanitaria.
• Atención a las personas con necesidades educativas o de inserción laboral.
• Fomento de la seguridad ciudadana y prevención de la delincuencia.
• Protección del medio ambiente.
• Cooperación al desarrollo.

La casilla de fines sociales aparece como Asignación de cantidades a actividades de interés general consideradas de interés social y la encontrarás en el campo 106 de tu declaración.

¿Qué pasa si no marcas ninguna o marcas las dos?

Es totalmente voluntario marcar alguna de estas casillas y, de hecho, puedes elegir no marcar ninguna, lo que dejará ese 0,7% en los Presupuestos Generales del Estado para fines generales. Por defecto, se asigna la misma opción que marcaste en la declaración anterior.

También puedes marcar ambas y el resultado es válido para la Agencia Tributaria, que entiende que quieres que se reparta al 50% ambas opciones, que es lo que hacen. 

¿Quién "gana" en este "duelo"?

Te preguntarás también si hay datos de cuántos optan por marcar una u otra. Lo cierto es que con el tiempo, aunque España sigue siendo católica, pero cada vez menos practicante, se podría pensar que ha disminuido la opción de la Iglesia. Pues es todo lo contrario, aunque también ha subido mucho, aún más, la de fines sociales. Esto es posible porque los contribuyentes marcan más y menos ciudadanos lo dejan en blanco, es decir, elegimos más conscientemente. 

Vamos con los datos: si en 2013 el 18,9% marcaba la Iglesia; el 33,3% fines sociales y el 7,6% ambas, en 2023 todas subieron al 29,7%; 54,2% y 18,7%, respectivamente.