El plan de Elon Musk para impulsar una IA en Twitter demuestra que los que piden que la tecnología vaya más despacio a veces lo hacen por su propio interés

Asia Martin
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Elon Musk, CEO de Twitter y supuesto detractor del avance desmedido de la IA.
Elon Musk, CEO de Twitter y supuesto detractor del avance desmedido de la IA.

Dimitrios Kambouris/Getty 

  • Twitter ha adquirido bajo las órdenes de Elon Musk unas 10.000 tarjetas gráficas con el supuesto objetivo de sumarse al auge de la inteligencia artificial generativa. 
  • Esto va en contra del manifiesto firmado por el propio Musk en el que se pedía a las tecnológicas que ralentizasen el desarrollo de la IA y respalda la postura de quienes piensan que algunos líderes piden una moratoria para poder ponerse al día.
Análisis Faldón

Al parecer, Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, tenía razón: algunos líderes tecnológicos intentan frenar el desarrollo de la inteligencia artificial por su propio interés. 

Un ejemplo podría ser Elon Musk.

Business Insider publicó este martes que Twitter, compañía propiedad de Musk, habría adquirido 10.000 tarjetas gráficas —GPU, por sus siglas en inglés— con la intención de sumarse al boom que está experimentando la IA generativa.

Aunque no se ha confirmado cuál va a ser el uso que Twitter le dé a esas GPU, en febrero se supo que Musk quería desarrollar un generador de texto por inteligencia artificial que pudiese competir con ChatGPT, el chatbot de OpenAI que ha sido impulsado por Microsoft

Esta idea encajaría a la perfección con la aspiración de Musk de convertir Twitter en una especie de "aplicación para todo". Además, la red social ha intentado contratar recientemente a varios investigadores del famoso laboratorio de IA de Google, DeepMind.

Elon Musk riendo

Aun así, esta decisión parece ir en contra de lo que el CEO de Twitter defendió el pasado mes de marzo, cuando Musk firmó una carta abierta en la que pedía una moratoria en el desarrollo de la inteligencia artificial para ofrecer a la sociedad la posibilidad de considerar las importantes consecuencias que pueden generar los grandes modelos lingüísticos como GPT-4, de OpenAI. 

El manifiesto apoyado por Musk fue firmado por miles de líderes tecnológicos de renombre, como Steve Wozniak, cofundador de Apple, pero también fue bastante criticado. Algunas voces expertas del sector, como Bill Gates o Andrew Bosworth, CTO de Meta (matriz de Facebook), calificaron de "poco realista" la propuesta de la carta. 

Por su parte, el cofundador de LinkedIn declaró a la CNBC la semana pasada que el manifiesto firmado por Musk era un intento de algunas partes implicadas de conseguir que líderes del sector, como OpenAI, "frenaran" para que ellos "pudieran acelerar". Como antiguo socio Musk, Hoffman también señaló que la participación del dueño de Twitter en el documento era un movimiento estratégico.

La compra de las GPU por parte de Twitter reflejaría una apuesta de la empresa por la inversión en IA, ya que estos dispositivos le pueden haber costado a la red social millones de euros. Además, en 2020, Microsoft anunció que había construido un superordenador que iba a ser empleado exclusivamente por OpenAI con 10.000 tarjetas gráficas, exactamente la misma cantidad que acaba de comprar Twitter.

 

Este último movimiento de Musk se produce en un contexto en el que el empresario ha empezado a ser abiertamente crítico con OpenAI, atacando el nivel de transparencia de la compañía y acusándola de ser un "monopolio corporativo despiadado". 

Musk cuenta con un largo historial con OpenAI: cofundó la empresa, que comenzó siendo una organización sin ánimo de lucro dedicada a la investigación en inteligencia artificial, junto con Sam Altman, Peter Thiel y Reid Hoffman en el 2015. En 2018, abandonó la compañía aludiendo a un conflicto de intereses personales conforme su marca de coches, Tesla, se adentraba en el campo de la IA.

En diciembre de 2022, unas semanas después de haber tomado posesión como CEO de Twitter, Musk tuiteó que había cortado el acceso de OpenAI a la red social porque esta había utilizado Twitter para entrenar el modelo lingüístico con el que trabaja ChatGPT. 

Para ser alguien que supuestamente quiere frenar el desarrollo de la inteligencia artificial, Musk parece estar haciendo todo lo contrario. De hecho, su petición de poner en pausa la IA para proteger a la humanidad podría haber sido un movimiento estratégico para que OpenAI diese un paso atrás mientras él daba un paso adelante.

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