Empezó su empresa de energía solar a los 13 años y ahora con 15 factura más 100.000 euros al mes

Existen jóvenes fundadores, y luego está Samuel Kutger, que ha batido récord. 

Nació en 2007 y ahora tiene 15 años, pero a los 13 fundó su empresa de energía solar cuando un juzgado de familia le permitió constituirse como empresa siendo menor de edad. Al año de presentar la solicitud, el tribunal certificó la aptitud empresarial del joven. 

Ahora, el todavía menor dirige Emsbo y sus 10 empleados actuales desde 2022. Con la venta de sistemas solares y wallboxes, la startup factura unos 6 dígitos al mes, según sus propios datos, lo que supone millones al año. Y se autofinancia por completo.

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Merece la pena explicar su estructura empresarial: Samuel Kutger es propietario de Kutger Holding UG, que lleva su nombre, y que a su vez posee todas las acciones de Emsbo GmbH, con sede en Fráncfort del Meno, Alemania. Aunque el joven dirige el día a día, otras personas se encargan de gestionar la empresa: aunque él mismo tiene poderes notariales, Emsbo es representada por su jefe de ventas, Sascha Jäkel y para tratar con sus holders, lo hace su padrino Thomas Förter.

Escudo ante los padres de Kutger

La dirección de la empresa matriz recae en el padrino y no en los propios padres del menor, porque el tribunal quiso nombrar a un intermediario en el proceso de reivindicación de la capacidad empresarial, en caso de que alguien del círculo familiar inmediato —como podrían ser los padres— fuera nombrado director gerente. Así se evita que las intenciones empresariales provengan exclusivamente de sus progenitores.

"Quería que fuese mío", explica Kutger en una entrevista a Business Insider. "Protegerme de mis padres" y por eso optó por el padrinazgo.

Además del tribunal de familia, los padres también tenían que estar de acuerdo en que su hijo se convirtiera en empresario en este caso concreto para fundar el holding. Su padre estuvo a favor desde el principio, cuenta el joven. Primero tuvo que convencer a su madre, pero al cabo de unos meses ella aceptó. No se arrepiente de haber tomado esta decisión.

El joven fundador de la startup solar no tiene un gran sueldo

A pesar de contar ya con 600 clientes particulares y empresas, y de facturar seis cifras al mes, este joven de 15 años no se paga un sueldo desorbitado. Tiene un contrato con la empresa parecido al de un becario con el que cobra 520 euros. La empresa matriz, su Kutger Holding, le paga un 30% más.

De momento, no necesita más dinero que esos 700 euros al mes, explica Kutger. No fundó su empresa solo por motivos económicos, el joven quiere marcar la diferencia, planta un árbol por cada cliente y patrocina el club de fútbol local. Además, sigue viviendo con sus padres y no le interesa la ropa cara, por ejemplo. A medio plazo, esto podría cambiar; el año que viene, con 16 años, quiere irse de casa.

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Los primeros clientes de Emsbo se consiguieron repartiendo flyers

El adolescente consiguió su primer cliente a finales de 2022 con un método poco habitual. "Por aquel entonces, mandé imprimir folletos y le di a mi hermano pequeño 10 o 15 euros para que recorriera las calles conmigo y los distribuyera", cuenta Kutger.

En ese momento, dice, tuvo las primeras solicitudes de instalación de módulos solares realizadas por empresas asociadas. Es decir, que ni Samuel Kutger ni sus empleados tenían que subir ellos mismos al tejado; en su lugar, recibía una comisión del socio por el cliente que le recomendaba. Para una casa unifamiliar normal, esto suponía entre 1.000 y 1.500 euros, según Kutger.

Tener 15 años es un problema cuando eres fundador de una empresa

Emsbo también instala los productos que vende con sus propios instaladores y que fabrican ellos mismos, no solo fotovoltaicos de mayoristas, sino también productos de e-movilidad como wallboxes de producción propia.

Además de para los hogares, también lo hace para las empresas. Tienen la ventaja de que hay menos oferta que en el sector privado. Según Kutger, hay unas 30 consultas de empresas por cada cliente. Su empresa llega a los clientes corporativos mediante llamadas en frío: la búsqueda de candidatos adecuados empieza a través de Google Earth. Luego negocian con el cliente in situ.

Mientras tanto, él pasa a un segundo plano en estas conversaciones y prefiere remitirse al director general oficial o a los vendedores de más edad. Porque se dio cuenta de que su edad era un obstáculo para los clientes. "Nunca se mencionó explícitamente la edad como motivo de rechazo. Pero puedo imaginarme perfectamente que la gente se echaba atrás por ello", afirma Samuel Kutger. "Porque siempre nos decían: 'queremos aplazar el proyecto' o 'hemos decidido ir con otro proveedor'".

"No encajo en la norma"

En otro sector, donde un producto valiese tan solo 20 o 30 euros, podría parecer que un joven de 15 años no desentona tanto o sería un problema. "En esa situación, la gente podría incluso encontrarlo mono o admirable y sería más probable que comprara".

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Sabe que a su edad ser fundador de una empresa de las características de Emsbo es diferente. No puede hablar de temas empresariales con sus compañeros de clase porque no le entienden o simplemente tienen otros intereses. "No quiero hablar mal de lo que hacen otros jóvenes de mi edad, porque es lo normal", afirma Kutger. "Yo no me ajusto a la norma". Además de su trabajo como empresario, forma parte de los Jóvenes Liberales, la organización juvenil del partido FDP en Alemania.

Como es de esperar, el joven también tiene metas mucho más altas que las de sus compañeros. Con Emsbo, quiere convertirse en la empresa número 1 de la fotovoltaica en Alemania, aunque sabe que esto es poco realista por el momento. Sin embargo, considera realista convertirse en una de las mayores empresas de Hesse. Y hasta ahora, a pesar de la edad del fundador, las cifras apuntan que va por el buen camino.