Los secretos de la dieta japonesa: 5 ingredientes que alargan la vida y frenan el envejecimiento

Si uno es aquello que come, es lógico pensar que gran culpa de la gran longevidad y buen envejecer de los japoneses radique en su dieta. De hecho, se trata del país con la mayor esperanza de vida del mundo, a pesar de los intensos ritmos de trabajo, y la alimentación juega un papel fundamental. 

No solo cómo se come en Japón o algunas de sus dietas, sino también en lo que tiene que ver con la materia prima, por así decirlo. A continuación vamos a ver los 5 ingredientes japoneses que alargan la vida y frenan el envejecimiento. Algunos de ellos son cada vez más populares en España, pero otros aún no tanto. Cuestión de tiempo, cabe suponer. 

Wasabi, un ingrediente contra el envejecimiento. 

Hace unos años, prácticamente nadie había escuchado hablar en España del wasabi. Ahora, en cambio, quizá no sea justo afirmar que está de moda, pero casi. Y es bastante razonable, si se piensa bien. El wasabi, conocido por su distintivo sabor picante y verde intenso, no solo agrega emoción a los platos, sino que también ofrece beneficios antienvejecimiento. 

Contiene compuestos antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres, reduciendo el estrés oxidativo y promoviendo la salud celular. Además, el wasabi se ha asociado con propiedades antiinflamatorias, contribuyendo a la prevención de enfermedades relacionadas con la edad. Más recomendable, imposible. 

Salsa de soja

La salsa de soja cada vez se usa más en España, pero en Asia en general y en Japón en particular, es prácticamente imprescindible en cualquier cocina. Nadie cocina sin ella. La salsa de soja es, básicamente, un condimento esencial en la cocina japonesa, no solo mejora el sabor de los platos, sino que también ofrece beneficios para la salud. 

Rica en fitoquímicos y antioxidantes, la salsa de soja ha demostrado tener propiedades antienvejecimiento al ayudar a combatir la inflamación y proteger las células del daño. Además, su contenido de proteínas y aminoácidos esenciales contribuye a la salud muscular y al mantenimiento de una piel firme y lustrosa.

Alga nori 

Si alguna vez has comido sushi, sabrás que un alga envuelve el arroz de estos platos, igual que el de los onigiris. Pues bien, también se trata de un gran ingrediente para frenar el envejecimiento. Es una fuente rica de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y antioxidantes. 

Además, el alga nori contiene aminoácidos que contribuyen a la producción de colágeno, promoviendo una piel joven y saludable. Por no hablar de que su contenido de yodo beneficia la función tiroidea, vital para el metabolismo y la energía. Pura energía, en todos los sentidos. 

Miso 

El miso, una pasta fermentada hecha de soja y granos, es un componente fundamental en la cocina japonesa. Su proceso de fermentación no solo mejora la digestión, sino que también crea enzimas y probióticos beneficiosos para la salud intestinal. 

Una flora intestinal saludable está vinculada a un envejecimiento más lento y una mayor longevidad. Además, el miso es rico en antioxidantes que combaten el estrés oxidativo y apoyan la salud celular. En Japón las sopas de miso son un complemento a muchísimos platos que se toma muy a menudo. 

Té verde

El té verde es un pilar en la cultura japonesa y se ha ganado su reputación como un elixir de la juventud. Sus abundantes catequinas, poderosos antioxidantes, han demostrado tener propiedades antienvejecimiento al combatir la inflamación y proteger contra enfermedades crónicas. 

El té verde también se ha asociado con la mejora de la salud cardiovascular y la reducción del riesgo de enfermedades relacionadas con la edad.

Como ves, introducir algunos ingredientes o condimentos japoneses en tu dieta puede ayudar a mejorar el envejecimiento y frenarlo en cierto sentido. Y por suerte, hay muchas recetas japonesas para preparar con ellos y ya no son tan difíciles de conseguir, más bien al contrario.