¿Por qué existe la costumbre (o necesidad) de estirarse por las mañanas?

Estirarse por las mañanas es algo que hace todo el mundo con gusto. La sensación de placer que se extiende por todo el cuerpo es lo que sienten las personas cuando lo hacen. Aunque esa no es la razón por la que se sigue haciendo.

Como para todo, hay una explicación científica detrás que le da sentido a las cosas, incluso a las más simples: "El cuerpo es muy inteligente y busca mecanismos de compensación", ha explicado José Santos, fisioterapeuta madrileño, en un artículo.

Mejora la flexibilidad muscular

Aunque dormir por las noches ayuda a descansar el cuerpo, no quita el hecho de que las personas estén durante largas horas tumbadas en una cama, y sin moverse apenas. Mantener la misma posición durante largos períodos de tiempo pasa factura.

Con el estiramiento matutino, después de horas de rigidez muscular, se reactiva la longitud normal de los músculos. Se recupera el tono perdido para protegerlos de movimientos bruscos. Es también una señal que se le da al cerebro para indicarle que se van a volver a utilizar de nuevo.

4 estiramientos que hacer antes de irte a la cama con los que conseguirás dormir mejor

Reactivación de la circulación

Estar tumbado durante tanto tiempo hace que los fluidos corporales se concentren en la parte posterior del cuerpo. "Al dormir, la sangre se acumula en la zona posterior del cuerpo, como la espalda, o en una zona lateral, según la postura en la que hayamos descansado", ha comentado Santos.

Con este estiramiento diario se ayuda a que la circulación fluya de nuevo por todo el cuerpo. Esto se debe a que cuando los músculos se contraen hay un mayor impulso de la sangre.

Estirarse también elimina toxinas

Mientras se duerme, el cuerpo expulsa toxinas a través de los poros, pero eso significa que estos se hacen más vulnerables frente a otras procedentes del exterior. Por eso estirarse, y respirar profundamente, ayuda a reactivar el sistema linfático. Este se encarga de eliminar las toxinas que se acumulan en los tejidos.

Estirarse es muy saludable. Además cumple con funciones muy importantes que ayudan a sentirse mejor. Y no solo de forma física. Este simple acto mejora también el estado de ánimo de las personas. Así que invierte unos segundos cada mañana en estirarte para comenzar el día con más energía.