Tos, sibilancias, dificultad para respirar y opresión torácica. Los síntomas característicos del asma. Se trata de una enfermedad crónica del aparato respiratorio debido a la inflamación y el estrechamiento de las vías respiratorias pequeñas de los pulmones. Es decir, provoca que los bronquios se "cierren" lo que da lugar a esos efectos.

Es una enfermedad relativamente frecuente,que puede aparecer en cualquier etapa de la vida. En España aproximadamente al 5 % de la población adulta y al 10 % de los niños la padecen, cifra la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

La medicación ayuda a controlar los síntomas, los cuales puede ser leves pero también graves. En cualquier caso se trata de una afección que requiere seguimiento médico. Las tos, una opresión en el pecho,  o la sensación de falta de aire suelen aparecer de forma rápida, lo que se conoce coo “crisis”. 

Si no se trata correctamente, puede causar trastornos del sueño, cansancio durante el día y problemas de concentración. Cuando se manifiesta de forma intensa, se puede necesitar atención urgente, puntualiza la Organización Mundial de la Salud (OMS). En los casos más graves, el asma puede causar la muerte.

Factores de riesgo del asma

Si bien es complejo señalar a una causa directa del asma muchos factores pueden influir en su aparición, tanto ambientales como genéticos.

La probabilidad de padecer asma es mayor si se tienen familiares asmáticos, sobre todo si se trata de directos como padres o hermanos. Afecciones como alergias, eccemas y la rinitis o la obesidad, aumentan asimismo el riesgo.

Hay factores que pueden afectar a los pulmones en desarrollo en etapas tempranas de la vida haciendo que sea más probable desarrollar asma. De acuerdo a la OMS aquí se incluye: la insuficiencia ponderal del recién nacido, nacer de forma prematura, infecciones víricas de las vías respiratorias.

Entre los factores ambientales se incluyen la contaminación, el humo del tabaco y vivir en una zona industrializada, es decir en ciudad, donde el estado del aire suele ser peor. Exponerse a estímulos  o  a alérgenos como polen, el humo, estrés emocional, la risa, el ejercicio o algunas medicinas pueden desencadenar una crisis o algunos síntomas.

Cómo controlar el asma

Una vez diagnosticada la enfermedad —a través del historial familiar, pruebas cutáneas a alérgenos o una espirometría, para conocer el grado de obstrucción bronquial— el médico determinará el tratamiento.

Muchos pacientes suelen necesitar inhalador, el cual se administra bajo receta médica. Los inhaladores para el asma son dispositivos que administran medicamentos a los pulmones al inhalar. Normalmente llevan glucocorticoies (antiinflamatorios) y a veces también broncodilatadores, matiza la SEMI. "La liberación del medicamento en el espaciador te permite inhalar más lentamente, lo que aumenta la cantidad que llega a los pulmones", explica la Mayo Clinic.

Es importante saber que fumar resulta altamente dañino para las personas que tienen asma, ya que la inhalación del humo irrita los pulmones y provoca el estrechamiento de las vías respiratorias. También es adecuado evitar o limitar el contacto con aquello que cause la alergia cuando esta es la causa.