He entrado en un exclusivo spa de primera clase de un Airbus A380 de Emirates y he comprobado por qué los ricos pagan una pequeña fortuna por vivir bien a 10.000 metros de altura

La primera clase de Emirates está considerada como una de las mejores experiencias de vuelo del mundo, y en ningún lugar la experiencia es más glamurosa que en el Airbus A380.

El mayor avión de pasajeros del mundo cuenta con 14 suites de primera clase en la cubierta superior del avión, discretamente apartadas de la cabina de clase económica que se encuentra debajo y de la amplia cabina de clase business de 76 plazas que se encuentra detrás.

Un verdadero hotel de cinco estrellas en el cielo; a los viajeros no les falta de nada, ya sea champán Dom Pérignon o incluso caviar. Las comidas se sirven incluso a la carta en primera clase, mientras que en otras cabinas se establecen horarios de comida.

Y por todo ese lujo, hay que pagar una pequeña fortuna. "Nos gusta decir que JFK-Dubai en primera clase es el precio de un coche pequeño", explica a Business Insider un jefe de cabina de Emirates.

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El A380 de Emirates cuenta con dos spas exclusivos en los que los pasajeros pueden darse una ducha caliente mientras vuelan. Así es la experiencia a más de 10.000 metros de altura.

Viajaba con Emirates de Nueva York a Dubai para asistir al Dubai Airshow cuando la tripulación de cabina me preguntó si quería ver el spa de primera clase. Como viajero de clase turista en ese vuelo, no podía rechazar la oportunidad de ir a la cubierta superior del A380.

La planta superior está reservada únicamente para los asientos de business y primera clase, mientras que el nivel inferior es en su totalidad clase económica en los A380 de tres cabinas de Emirates.

Me guiaron a la parte delantera del avión, donde la escalera principal conduce directamente a la cabina de primera clase.

La discreción en esta excursión a primera clase era primordial, ya que en la cabina viajaban pasajeros VIP. Subimos las escaleras y nos encontramos con las dos duchas de hidromasaje que nos esperaban en la parte superior.

La ubicación de los dos spas no es demasiado secreta, ya que están claramente señalizados. Pero el acceso es muy restringido, ya que los pasajeros de primera clase también pagan por su privacidad.

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Dentro había una habitación en la que probablemente cabrían dos suites de primera clase de Emirates, recubierta de paneles de madera laminada por todas partes.

Al margen de las cabinas, es probablemente uno de los mayores espacios disponibles en el avión.

El spa de la ducha es básicamente un baño principal de un apartamento, con un lavabo y un tocador con múltiples espejos alrededor de la estancia.

Arriba hay un mural de un paisaje urbano futurista de Dubái con el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, bien visible.

Los visitantes pueden colgar su ropa en la percha prevista para ello o doblarla y colocarla en el banco acolchado.

La pieza central del spa, sin embargo, es el plato de ducha, lo que es increíblemente inusual en un avión comercial y sólo está disponible en el A380.

La ducha es igual que la que se puede encontrar en cualquier casa, con una manga extraíble de la que sale agua caliente y fría.

Algo tan sencillo como darse una ducha puede contribuir en gran medida a mejorar el bienestar general del viajero mientras está de viaje. El vuelo de Nueva York a Dubai, por ejemplo, dura 12 horas y los viajeros de negocios podrían ir directamente del avión a las reuniones de negocios en la ciudad.

Un indicador permite a los pasajeros saber cuánto tiempo les queda antes de que el agua deje de salir.

Ayuda a que nadie se quede con la cabeza llena de champú cuando se acabe el tiempo.

Incluso hay un banco en el interior para sentarse en la ducha.

Justo fuera de la ducha hay un tocador perfecto para maquillarse, cepillarse el pelo o afeitarse.

Los pasajeros de Emirates tienen a su disposición en el spa de la ducha una selección de productos Voya que incluye jabón, champú, gel de baño, crema hidratante y acondicionador. Otros artículos adicionales son un kit de afeitado, un peine, un cepillo de dientes, una pasta de dientes, entre otros.

Y no faltan los productos Bulgari, que también se encuentran en el kit de cortesía de primera clase.

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Una toma de corriente también permite a los viajeros enchufar un secador de pelo o una afeitadora eléctrica, por ejemplo, o cargar su teléfono mientras están en el spa de la ducha.

Bajo el acolchado del banco se esconde un aseo de madera laminada.

Podría decir con seguridad que no se parece a nada que haya visto en un avión comercial.

Algunos fabricantes de aviones privados han tratado de emular el spa de la ducha del A380, pero ni siquiera el mayor avión privado construido expresamente puede ofrecer el mismo nivel de amplitud que el A380.

Los viajeros que se dejan el neceser no deben preocuparse, ya que en el spa de la ducha hay casi todos los artículos que se pueden necesitar.

Incluso hay un secador de pelo en uno de los cajones.

Y una vez terminada la experiencia de la ducha, todavía esperan más lujos en la cabina de primera clase.

El caviar vuelve a estar en el menú de primera clase, ya que tres de los ocho pasajeros pidieron el extravagante plato que viene con acompañamientos como cebollino, claras de huevo y un chupito de vodka a modo de recomendación.

También fluyen libremente algunos de los mejores champagnes del mundo, como Dom Pérignon.

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Cada aerolínea decide qué hacer con el espacio extra junto a la escalera principal del A380. Cuando Air France utilizó el avión, por ejemplo, un lado era un aseo de clase business y el otro una pequeña sala de estar.

Sólo Emirates y Etihad Airways decidieron equipar el A380 con duchas-spa.

Pero los días del A380 están contados y es probable que este avión no siga volando dentro de unas décadas, una vez que las pocas compañías aéreas que aún lo utilizan lo retiren.

Una vez que hayan desaparecido, el siguiente avión más grande de la flota de Emirates podría ser el nuevo Boeing 777X. Y aún está por ver si ese avión ofrecerá un spa con ducha, pero la reducción del espacio abierto sugiere que no.

Emirates no ha dado muestras de que vaya a reducir el lujo de sus A380 mientras sigan existiendo.

Casi la mitad de la flota de A380 de la aerolínea se reequipará con una nueva cabina de clase económica premium, la primera de este tipo para la aerolínea de Oriente Medio, con mejoras en todas las cabinas.

Las duchas spa seguirán siendo en gran medida las mismas, pero incluirán una nueva paleta de colores y características de diseño.

Lo más llamativo es que el mural de Dubai se ha sustituido por un árbol ghaf, que es el árbol nacional de los Emiratos Árabes Unidos.

Las mejoras de la cubierta superior no son visibles para la mayoría del pasaje. Pero para aquellos que puedan permitirse la opción, esto es lo que les espera encima de las escaleras doradas de un A380 de Emirates.