El futuro de la IA en Hollywood, según uno de los mayores expertos de la industria

Harrison Ford lleva más de 40 años poniéndose el sombrero y empuñando el látigo del intrépido saqueador de tumbas Indiana Jones.

La última entrega de la serie, Indiana Jones y el dial del destino, se basa en mitos de la antigua Grecia sobre un dispositivo que supuestamente puede hacer retroceder las manecillas del tiempo. Pero eso es ficción y, cuando El dial del destino empezó a rodarse hace dos años, Ford, de 79 años, y los cineastas se enfrentaron a un reto de la vida real: cómo invertir el reloj y hacer que el veterano actor de Hollywood pareciera décadas más joven.

Los directores de cine ya se han enfrentado antes al dilema de cómo parecer más joven de forma convincente. En el pasado, para lograrlo había que emplear soluciones extravagantes que dejaban mucho que desear a los especialistas en efectos visuales (VFX). Pero eso está cambiando rápidamente, según Rob Bredow, director creativo de Industrial Light & Magic, que en octubre entró a formar parte de la primera edición de la lista AI 100 de Business Insider, que reconoce a 100 figuras transformadoras de la comunidad de la inteligencia artificial.

Para que Ford pareciera una versión más ágil y juvenil de sí mismo, los productores de El dial del destino  emplearon una cámara especial para filmar todos los movimientos de la estrella de Indy, explica Bredow a Business Insider. Con la ayuda de la inteligencia artificial generativa, el estudio empleó un procedimiento de "intercambio de caras" en VFX que evitó que Ford tuviera que aplicarse docenas de pequeños "marcadores" en la cara, una característica típica del proceso de envejecimiento. ¿El resultado? Indiana Jones parecía de repente varias generaciones más joven, perfecto para la secuencia inicial de la película, ambientada en la Segunda Guerra Mundial.

"Teníamos una referencia fantástica que podíamos utilizar para que estos modelos basados en el aprendizaje automático aprendieran de ella", explica Bredow, que también es vicepresidente sénior de innovación creativa de Lucasfilm, refiriéndose a los años de grabaciones que el estudio tenía de Ford interpretando al personaje de Indiana Jones. "La calidad del trabajo ha mejorado, pero también reducir al mínimo el impacto para el intérprete y los equipos de cámara y el resto del equipo en el set ha sido un área real de innovación para nosotros y nos ha ayudado a avanzar mucho más rápido".

Basta comparar esto con el proceso de envejecimiento de El irlandés, una película de Netflix de 2019 protagonizada por actores como Robert de Niro, Al Pacino y Joe Pesce, cuyos efectos visuales corrieron a cargo de ILM. Para esa película, Bredow estimó que los camarógrafos cargaron con más de 15 kilos de equipo, "para asegurarnos de que podíamos capturar todos los detalles que necesitábamos para crear ese parecido." En pocos años, el proceso se ha simplificado.

Fundada en 1975 por el célebre creador de La guerra de las galaxias, Geroge Lucas, ILM —una división de Lucasfilm, que también produce Indiana Jones— está a la vanguardia de esta nueva frontera de Hollywood. Bredow, un nombre famoso en el espacio de los efectos visuales, ha trabajado en películas como Solo: Una historia de Star Wars, de 2018, y Ready Player One. Las películas de ILM han ganado 16 premios Óscar y han sido nominadas a 50, así como varios Emmy y BAFTA.

En Hollywood, Bredow se ha convertido en una especie de estadista de alto nivel en la encrucijada entre la IA y el cine, un espacio polémico que contribuyó a la reciente huelga de guionistas y a la actual huelga de actores. Los miembros del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (Writers Guild of America) y del sindicato de actores SAG-AFTRA han criticado duramente la inteligencia artificial, advirtiendo de que los cerebros digitales amenazan con suplantar a los humanos o sustituir su imagen, poniendo en peligro sus oficios creativos.

Pero Bredow es optimista sobre el camino que puede seguir la innovación en torno a la IA y el aprendizaje automático. Bredow habla con Business Insider sobre las evoluciones en este campo que pueden tener un impacto dramático en la industria del entretenimiento, así como sobre las oportunidades de crecimiento que más le interesan.

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La IA en el mundo del entretenimiento está a punto de convertirse en un negocio de 100.000 millones de dólares

La IA en el sector audiovisual y del entretenimiento se está disparando, y se espera que el tamaño del mercado alcance los 100.000 millones de dólares en 2030, según un informe del año pasado de Grand View Research. Para que ILM siga siendo competitiva, Bredow señala el equipo interno de investigación y desarrollo de la empresa, que genera prototipos y experimenta con técnicas para mejorar la eficacia de los algoritmos de aprendizaje automático.

Uno de los mayores logros del equipo ha sido acelerar los plazos en los que los cineastas pueden aplicar estas herramientas, afirma Bredow. "En el pasado, el uso de herramientas digitales para replicar el parecido de una persona era un proceso que requería un batallón de artistas y podía llevar de seis a doce meses", explica. Pero, con los avances en este campo, ese plazo se ha reducido a unas pocas semanas para obtener una aproximación de calidad de una persona.

Ofrece otro ejemplo de cómo la tecnología influye en las decisiones de casting de los estudios: a la hora de evaluar posibles dobles, los productores pueden utilizar ahora pruebas automatizadas para determinar cuál de ellos "funcionaría mejor" ante la cámara emulando a uno de los actores de la película.

Antes, añadir efectos visuales se limitaba casi exclusivamente a la fase de posproducción, explica Bredow: "Elegías a la persona que era genial haciendo la acrobacia, y pensabas que tenía el parecido adecuado, y luego al final descubrías lo bien que funcionaba o lo mal que no funcionaba, y la cantidad de arreglos que tenías que hacer en el proceso de posproducción".

Aunque la tecnología ha avanzado mucho, aún quedan áreas por desarrollar.

Bredow está viendo grandes avances en el campo del intercambio de caras, así como en la creación de personajes básicos que puedan interactuar con el público durante los espectáculos en directo o con los usuarios a través de sus teléfonos. Otro campo en el que la tecnología avanza a pasos agigantados es el de la generación de entornos digitales estéticos "sin que los artistas tengan que crear a mano cada panel de cristal y cada ladrillo" de un fondo, por ejemplo.

Cómo pueden coexistir la IA y la comunidad creativa

Aunque la tecnología de la IA está empezando a llegar a los consumidores de a pie, como demuestra el hecho de que los usuarios de las redes sociales compartan fotos de sí mismos con trajes de fantasía o de astronauta mejorados por la IA, por ahora, el tipo de herramientas que utiliza el equipo de Bredow se limita principalmente a los estudios con mucho dinero. Pero Bredow ve un mundo en el que algún día ayudarán a los creadores domésticos de plataformas como YouTube a mejorar sus contenidos.

Sin embargo, estas herramientas han fomentado una profunda división y consternación en el ecosistema creativo, donde algunos temen que la digitalización pueda usurpar su oficio o su medio de vida. Bredow opina de otro modo: que no se trata de un juego de suma cero en el que los humanos salen perdiendo mientras los robots o los ordenadores salen ganando.

Los productores están entusiasmados con la idea de que estas herramientas puedan ayudar a los actores a contar historias que hace unos años no habrían imaginado. Para él, la evolución no es tanto una amenaza como el siguiente capítulo de una historia milenaria de avances. "A veces me preguntan: '¿Cree que algunas de estas nuevas técnicas van a sustituir al cine? "Siempre señalo que ni siquiera el VHS o el DVD sustituyeron a las salas de cine".

"Lo realmente importante para nosotros es poner estas herramientas en manos de artistas que las utilicen para crear flujos de trabajo de mayor calidad" y "que esto se haga con un alto grado de cuidado para los artistas que realmente están impulsando estos procesos", concluye Bredow. "Tanto si ese artista es alguien que se dedica a pintar en una mesa de dibujo y crea algunas de estas interpretaciones digitalmente, como si ese artista es la persona que está delante de la cámara, hay que respetar las interpretaciones de esos artistas".