Estos globos espía son capaces de fotografiar a 15 kilómetros de altura hasta el teléfono que lleves en la mano: así funciona la tecnología de World View
- World View es una startup de Arizona (EEUU) que lanza globos de vigilancia a la estratosfera. Los llama Stratollites.
- La compañía dice que sus Stratollites hacen fotos con una calidad de 5 centímetros por píxel, por lo que sus resultados serían mucho mejores que las tomadas por satélites. Sus cámaras detectarían hasta móviles en las manos de la gente.
- Esta firma espera lanzar este verano pistas u "órbitas" de Stratollites por todo EEUU para vender sus datos a petroleras, gasísticas, al gobierno y a otros clientes.
- Ryan Hartman, experto en sistemas de vuelo sin tripulantes, asumió el puesto de CEO en febrero del año pasado. Su primer objetivo ha sido poner la tecnología de la startup al servicio de un modelo de negocio.
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Este verano, una startup de Arizona empezará a echar a volar enormes globos de vigilancia hasta ahora nunca vistos. Llegarán a la estratosfera, desde donde trazarán y fotografiarán sectores de todo el norte de América durante semanas.
La calidad de las fotos será lo suficientemente buena como para poder detectar objetos tan pequeños como un teléfono móvil o incluso una galleta en la palma de la mano de alguien. Y a medida que estos globos reunirán datos, la compañía espera venderlos a precios competitivos mediante una página web fácil de usar.
Esta es, en pocas palabras, el nuevo modelo de negocio en el que está trabajando esta startup de Tucson, Arizona, llamada World View Enterprises. Estos globos de altos vuelos y alta tecnología —conocidos como Stratollites— han estado en desarrollo desde 2012. Serán dispositivos reutilizables y están diseñados para estudiar la superficie terrestre y las cosas que hay sobre ella con una resolución hasta 15 veces mayor que las imágenes que toman los satélites espaciales comerciales.
World View había trabajado durante años y hasta ahora en misiones de prueba, pero recientemente ha demostrado que puede controlar sus Stratollites sobre la tierra y durante periodos de tiempo prolongados. La última prueba sirvió para demostrar que sus globos pueden estar en el aire más de 40 días, y mantenerse suspendidos en el mismo sitio durante bastante tiempo.
Esto es algo que un satélite no puede hacer —ni una aeronave, un dron o ningún otro tipo de alta tecnología de vuelo—, lo que abre una importante puerta para que World View explote este nicho, dice Ryan Hartman, CEO de World View y experto en sistemas de aeronavegación sin tripulantes.
"Podemos crear un futuro radicalmente mejor para nuestros clientes", explica Hartman a Business Insider, "ya sea en un plano comercial, o un soldado trabajando en una zona de peligro, o un agente de la Policía de Aduana y Fronteras, o un Guarda Costas tratando de desarrollar una operación de búsqueda y rescate o de detener el tráfico ilegal de narcóticos".
Así es como la tecnología de World View funciona, y cómo Hartman —quien trabaja con ellos desde hace apenas un año— ha conseguido centrar el foco de la firma en lo que, esperan, será un fructífero y próspero negocio. Quizá uno que en un futuro ascienda a turistas lo suficientemente alto como para que puedan fotografiar la curvatura del planeta.
World View abrió su sede de 15 millones de dólares en febrero de 2017. El campus de varias hectáreas está en mitad del desierto de Tucson, Arizona, a menos de 2 kilómetros del aeropuerto internacional de la ciudad.
Justo al lado está el "puerto espacial" de la compañía. Es esencialmente un círculo de 200 metros de diámetro donde se colocan, inflan y lanzan estos globos de gran altitud.
Esta zona se usa para lanzar estos globos a la estratosfera, que está entre 15 kilómetros y 50 kilómetros de altura, en nuestra atmósfera.
Taber MacCallum y Jane Poynter, famosos por pasar 2 años dentro de Biosphere 2 en Arizona, son un matriomnio que cofundaron World View en 2012. Lo hicieron junto con el científico Alan Stern y el exastronauta de la NASA, Mark Kelly.
Una meta temprana pero a largo plazo de esta startup era hacer viajes de 5 horas para turistas hasta la estratosfera, mediante una cápsula presurizada llamada Voyager.
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Los grandes ventanales permitirían a los estrato-turistas ver la Tierra, el espacio y las estrellas, y disfrutarían de un minibar al alcance de la mano. Los billetes costarían entre 75.000 y 100.000 dólares.
Sin embargo, después de que Hartman llegase a la junta de World View en febrero de 2019, paró este desarrollo turístico para centrarse en el núcleo más trabajado de la compañía: los Stratollites.
Pero los viajes tripulados no se han descartado. "Es algo sobre lo que podríamos volver a trabajar en el futuro, no se ha desechado", detalla Hartman: "Solo es una cuestión de prioridades".
Bajo la supervisión de Hartman, World View empezó a cumplir objetivos en sus pruebas, demostrando la viabilidad comercial de los Stratollites.
"Cuando contaron conmigo para la junta, mi objetivo fue operativizar todo sobre lo que habíamos trabajado", explica Hartman. "No habíamos hecho ningún mantenimiento estacionario, ni vuelos de larga duración. Teníamos la tecnología y el desarrollo, pero realmente no lo habíamos puesto en marcha".
World View anunció en octubre su primer vuelo de más de 30 días. En noviembre, la compañía logró otro récord con un vuelo de 42 días cubriendo 2 localizaciones. En diciembre lanzaron una nueva misión, operando 2 Stratollites al mismo tiempo.
"Los resultados hablan por sí solos. Hemos hecho varios días de más de un mes, y más de 100 horas consecutivas de vuelo estacionario en un área de 40 kilómetros", presume Hartman. "Hemos explotado todas las posibilidades de Stratollite. Lo hemos hecho como base para salir al mercado".
Como si fuese un satélite, en el Stratolliter se pueden montar cientos de herramientas, como cámaras, radares, sensores ambientales, localizadores, y equipos de comunicación.
Con estas placas fotovoltaicas, que World View llama "escalera de paneles solares", los Stratollite se alimentan de flujo eléctrico.
Un motor rota y orienta las placas para que estén siempre mirando al sol, lo que permite al Stratolliter afrontar misiones durante días, semanas y, en un futuro, hasta 2 ó 3 meses.
El Stratolliter cuelga de la "escalera de paneles solares", que a su vez, cuelga de un globo de gran altitud. Sobre la escalera solar también hay un globo secundario, que se puede inflar o desinflar para subir o bajar y moverse en masas de aire.
"Si queremos ir al este, buscamos una masa de aire que vaya al este. Si queremos ir al oeste, ascendemos hasta encontrar una masa de aire que vaya al oeste", contaba Ron Garan en 2018 a Business Insider. Garan es un exastronauta de la NASA que era el piloto principal de World View.
El Stratolliter, colgado del globo a entre 15 y 23 kilómetros de altura —"su ubicación ideal"—puede tomar fotos en las que aparecerán objetos de incluso 15 centímetros.
Las fotos serán lo suficientemente buenas como para que aparezcan hasta los teléfonos móviles de la tierra, retratados como un píxel. Pero Hartman dice que ese es un planteamiento conservador, ya que las fotos pueden ser de hasta 5 centímetros por píxel. Se podrá ver hasta una galleta en la mano de un niño.
World View sigue sus misiones desde un centro de control en sus oficinas de Tucson. Allí, los equipos trabajan en todo, desde las preparaciones para el despegue, los tiempos o la recopilación de datos. También todo sobre el aterrizaje y la recuperación del globo.
Los monitores de los empleados muestran la altitud, temperatura, velocidad del viento, y otros tantos parámetros fundamentales para sus misiones.
Los Stratollites representan "una nueva categoría de vehículo", explicó un portavoz de World View a Business Insider, porque llenan un hueco que otros tipos de vehículos de vigilancia no podían.
Los satélites orbitan la Tierra a cientos de kilómetros y cuesta millones de dólares diseñarlos, construirlos, lanzarlos y operarlos. Los drones son una opción más cercana a la superficie, pero solo funcionan por cortos periodos de tiempo y cuestan entre 10.000 y 25.000 dólares la hora.
Para el CEO, Hartman, el primer objetivo de la compañía será proveer de imágenes a industrias como la minería, el petróleo, la construcción, la navegación, etc.
World View ya ofrece misiones para compañías que quieran pagarles: "Un cliente nos puede encargar ir a un lugar y permanecer allí 2 días, por ejemplo, y producir una cobertura de imágenes cada 15 minutos, cada hora o lo que necesiten", apunta Hartman.
Además de estas misiones por encargo, World View espera lanzar un nuevo servicio este verano: órbitas o rutas de Stratolliter que estarán sobre el cielo norteamericano. "Piensa en ello como rutas ovaladas".
"Daremos cobertura constante sobre la cuenca del Pérmico, sobre el golfo de México, sobre el sur del Caribe, sobre áreas como el Canal de Panamá, o en la costa pacífico de México. También sobre el suroeste de EEUU, y de nuevo de regreso al Pérmico. Así, haciendo ese círculo".
El objetivo es cargar estas imágenes —mejores que las de satélite— y tenerlas disponibles para su venta a través de un portal.
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Hartman incide en que las ambiciones de World View no se quedan ahí: "Estamos trabajando nuevas rutas a operar en Alice Springs, Autralia. No hemos completado todavía ese trabajo, pero esperamos estar volando sobre Australia este año".
World View quiere operar 5 rutas en los próximos años, que incluyen Sudamérica, el Sudeste Asiático y África.
Hartman también mira al Polo Norte. Dice que le gustaría tener allí una ruta para ver cómo el hielo se derrite por el cambio climático y abre nuevas líneas navegables. "Poder dar esa información va a ser muy importante", asegura.
Otro brazo de World View es su negocio de defensa e inteligencia: la compañía ya ha volado para algunas misiones clasificadas.
No es difícil imaginar por qué: los Stratollites son fáciles de transportar, relativamente baratos, fáciles de despegar, difíciles de detectar, pueden ser recargados con electricidad, funcionan durante semanas y vuelven de forma autónoma a la base.
La primera órbita de World View pretende también dar información a las autoridades responsables de la frontera entre EEUU y México.
"Estamos en conversaciones con el Departamento de Seguridad Nacional", concede Hartman, "para estar seguros del trabajo que hacemos y detenernos especialmente en comprender sus necesidades".
Si World View hace crecer su negocio, la compañía se dirigirá hacia el mundo de las experiencias reales: los vuelos tripulados. Pero por ahora la compañía se fija en cómo lo hacen Virgin Galactic, Blue Origin y otras para ver cómo resolver los problemas burocráticos relacionados con el turismo espacial.
"Todavía no ha habido ni un vuelo espacial turístico o comercial", lamenta Hartman. "Es un mercado que todavía está emergiendo, con mucha regulación por tratar y trabajos de seguridad por realizar".
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Aunque MacCallum y Poynter dejaron amigablemente World View en 2019, sus perfiles en LinkedIn revelan que han fundado una nueva compañía: Space Perspective. La página de esta nueva startup muestra una ilustración de otro concepto de cápsula para pasajeros.
No está claro si la pareja volverá a trabajar o competirá con World View en un futuro. "No estamos listos para hacer un comunicado público sobre Space Perspective", defendió MacCallum a Business Insider en un email.
Este artículo fue publicado originalmente en BI Prime.
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