España equipara la regulación del tabaco calentado al convencional y prohíbe aromatizantes y sabores

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes 16 un real decreto por el que la regulación existente sobre el tabaco convencional pasa a aplicarse también para el tabaco calentado.

La normativa prohíbe la venta del tabaco calentado que contiene aromas y obliga a incluir mensajes e imágenes de advertencia sobre el riesgo que suponen para la salud, de manera similar a como ocurre actualmente con los paquetes de cigarrillos convencionales.

El mensaje en cuestión será que "el humo del tabaco contiene más de 70 sustancias cancerígenas", mientras que las imágenes serán fotografías en color especificadas en el anexo II del Real Decreto 579/2017. Estos tendrán que figurar en las unidades de envasado y el embalaje exterior de los productos de tabaco calentado.

"Se amplía la prohibición de comercializar productos del tabaco con aroma característico o que contengan aromatizantes en sus componentes (como filtros, papeles para fumar, envases o cápsulas), o cualquier otra técnica que permita modificar el olor o sabor de los productos del tabaco o intensificar el humo, a los productos del tabaco calentado", anuncia el Ministerio de Sanidad

"Además, los filtros, papeles y cápsulas no podrán contener tabaco, ni nicotina", añade, en un comunicado publicado este martes.

La normativa, que regula aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los artículos relacionados, se centra solo en el tabaco calentado y no afecta a todos los dispositivos de vapeo, aunque el ministerio ya avisa de que está trabajando en su regulación.

"Estamos trabajando en el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo para avanzar en la regulación de vapeadores, espacios libres de humo y otros aspectos para prevenir adicciones y proteger la salud pública", ha publicado este mismo día Mónica García, ministra de Sanidad, en X (antes Twitter).

Este real decreto modifica el anterior (579/2017) y adapta la legislación española a la europea. Entrará en vigor en el plazo de tres meses desde su publicación en el BOE, lo que está previsto para mañana, miércoles 17, recoge El País.

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Los productos de tabaco que se comercializan en España ya no podían "tener un aroma característico" ni "contener aromatizantes en sus componentes, como filtros, papeles de fumar, envases, cápsulas, o cualquier otra característica técnica que permita modificar el olor o sabor de los productos del tabaco, o intensificar el humo", como recogía la legislación. 

Ahora, el nuevo decreto extiende la prohibición a "los productos de tabaco calentado".

Asimismo, según ha publicado ABC, también incluiría la definición de lo que es tabaco calentado, como "un producto del tabaco novedoso que se calienta para producir una emisión que contiene nicotina y otras sustancias químicas, la cual es luego inhalada por los usuarios, y que, dependiendo de sus características, es un producto del tabaco sin combustión o un producto del tabaco para fumar".

El medio recuerda que la trasposición de esta directiva llega a España con medio año de retraso, pues la adaptación quedaba establecida por la Unión Europea hasta el 23 de julio de 2023 —día de las elecciones generales en España, con un Gobierno en funciones—, para aplicarlas a partir del 23 de octubre de ese año.

A finales de 2022, la Unión Europea prohibió los productos de tabaco aromatizados para frenar el aumento de la demanda entre los consumidores más jóvenes, como parte de su objetivo de lograr una "generación sin tabaco" para 2040, y ya barajaba la creación de una tasa comunitaria sobre el vapeo y un aumento de los impuestos especiales sobre los cigarrillos.

El tabaco ha entrado en la actualidad informativa en las últimas semanas a través de Sanidad y su proyecto de retomar el plan antitabaco, con el que regularía los vapeadores y cigarrillos electrónicos y estudiaría la prohibición de fumar en las terrazas; y de los influencers y la ley audiovisual, que exige diferenciar las comunicaciones comerciales del resto de contenido de forma visual, acústica o espacial y prohíbe la publicidad encubierta o subliminal, así como la de tabaco, cigarrillos electrónicos o productos a base de hierbas, entre otras medidas.