Muchas personas utilizan el vapeo como un trampolín para dejar de fumar, pero cada vez son más las personas —y especialmente los jóvenes— que se suben al carro de este hábito sin atenerse a sus potenciales consecuencias para la salud, y para el bolsillo, ya que la Unión Europea planea imponer un impuesto comunitario muy similar al del tabaco.

Desde la American Cancer Society explican que el aerosol del cigarrillo electrónico puede contener nicotina y otras sustancias adictivas vinculadas a enfermedades pulmonares, enfermedades cardiacas y cáncer. Pero además, un reciente estudio ha puesto sobre la mesa que vapear puede ser catastrófico para tu sistema inmune.

La investigación, que ha sido publicada en el Journal of Allergy and Clinical Immunology y realizada por científicos de la Universidad de Birmingham, ha descubierto que el vapor del cigarrillo electrónico puede impedir que las células inmunitarias de primera línea —los neutrófilos— funcionen con normalidad, ya que incluso una pequeña exposición al humo reduce la actividad celular.

En un estado saludable, los neutrófilos defienden a los pulmones de las amenazas potenciales. Estudios anteriores demostraron que su destrucción es la causa del daño pulmonar en los fumadores.

La investigación se basó en 40 muestras de personas que nunca habían fumado ni vapeado. Los neutrófilos derivados de la sangre fueron sometidos a 40 inhalaciones de vaporizador sin sabor, lo que se considera una exposición diaria mínima. La mitad de las muestras fueron tratadas con vapor que contenía nicotina, y la otra mitad, a sustitutos sin nicotina.

Los neutrófilos se mostraron incapaces de defender al organismo de amenazas

Aunque los neutrófilos de los grupos con y sin nicotina todavía estaban vivos, los resultados arrojaron que estas células estaban inmóviles y eran incapaces de defender adecuadamente el cuerpo contra las amenazas. Tras la exposición —aunque fuese breve y de bajo nivel—,  se movían de forma menos eficaz y no podían realizar sus funciones habituales.

Se observaron  los mismos inconvenientes en el vapor con nicotina y el vapor sin nicotina. "Si esto sucediera en el cuerpo, quienes usan cigarrillos electrónicos regularmente tendrían un mayor riesgo de enfermedades respiratorias", apunta David Thickett, profesor en Medicina Respiratoria en la Universidad de Birmingham, líder clínico de los Hospitales Universitarios de Birmingham (UHB) y coautor del estudio.

Otra investigación que también expuso a neutrófilos al vapor concluyó que estas células tenían grandes cantidades del filamento de actina F, la proteína filamentosa del protoplasma celular que le da la forma a la célula. La excesiva acumulación de la misma hace que las células inmunes no puedan moverse y funcionar con normalidad. 

Más investigaciones han recogido peligros asociados al vapeo, como lesiones pulmonares, alteraciones cardiacas y problemas en la cavidad bucal. Según documenta la Asociación Española contra el Cáncer, la evidencia recogida hasta el momento ha observado que el uso de vapeadores aumenta el riesgo de cáncer de pulmón en un 122%, pero también el riesgo a padecer de cáncer de esófago.