El Gobierno se pone las pilas con el déficit: promete a Bruselas bajar al 3% en 2024, un año antes de lo previsto

María Jesús Montero en una rueda de prensa
  • El Gobierno reducirá el déficit más rápido de lo previsto, alcanzando el límite del desequilibrio fiscal el año que viene.
  • La mejora fiscal que celebra el Gobierno se debe en parte a una mayor recaudación derivada del impacto de la inflación sobre los hogares.

El Gobierno se ha comprometido con la Comisión Europea a bajar el déficit más rápido: aspira a llegar a la cifra mágica del 3% que pide Bruselas en 2024, un año antes de lo previsto.

Mientras la Comisión Europea negocia en estos momentos un nuevo Pacto de Estabilidad que fije las nuevas reglas fiscales que deberán cumplir los países europeos en la era poscovid (una era en la que se da por sentado que hará falta más flexibilidad para digerir la deuda monstruosa que dejan las últimas crisis), el Gobierno de España reformula su estrategia de consolidación fiscal.

En el Programa de Estabilidad 2023-2026 que enviará hoy a Bruselas, el Gobierno se compromete a reducir el déficit público al 3% del PIB el año que viene. Ese 3% es la cifra mágica de la Comisión Europea, el tope máximo que un país debe cumplir si no quiere incurrir en desequilibrio fiscal.

"España cumplirá con el Pacto de Estabilidad vigente en la UE en 2024″, ha dicho la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en declaraciones en el Congreso. Lo que significa que España cumplirá con sus deberes fiscales un año antes de lo previsto.

Esta mayor reducción del déficit se debe, según Montero, a la "buena" evolución de la economía y la creación de empleo, que está permitiendo aprovechar la mejora de los ingresos para el proceso de consolidación fiscal.

Según Montero, los datos de empleo conocidos hoy muestran que sigue la tendencia de creación de empleo y de consolidación económica, y que España es uno de los países "más robustos" del conjunto de la UE.

 

Además, indicó que se va a hacer antes de que se activen las nuevas reglas fiscales que se están discutiendo y que será un "debate importante" en la presidencia española de la UE en el próximo semestre.

Es precisamente en 2024 cuando se espera que entren en vigor las nuevas reglas fiscales que ahora negocian los estados miembros, y donde contrasta la ortodoxia de Alemania, que exige más ajustes, con el resto de economías, que piden mayor flexibilidad tras los esfuerzos fiscales de la pandemia. La idea es marcar la senda de reducción de la deuda pública acumulada durante las últimas crisis.

Para Montero, "lo bonito y lo bueno es que para el 2024 se hace (establecer el déficit en el 3% del PIB) justamente sin practicar políticas de recorte, ayudando a todos los sectores que están en peor situación y protegiendo a la mayoría social del país". 

Una afirmación agridulce, teniendo en cuenta que la mejora fiscal también se debe en parte a una mayor recaudación derivada del impacto de la inflación sobre los hogares.

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