Dejó su trabajo en Goldman Sachs para ganar dinero de prestamista en plataformas ‘play to earn’ como Axie Infinity

Sam Peurifoy, de 27 años, dejó su trabajo en Goldman Sachs para tratar de hacer riqueza como criptocapitalista en el mundo de los videojuegos.

La realidad es que, en su nuevo trabajo, también ha de hacer un poco de bancario, tal y como se relata en este reportaje de Bloomberg titulado “Hacia el metaverso: donde chocan las criptomonedas, los juegos y el capitalismo”.

En el juego conocido como Axie Infinity, que se basa en la cadena de bloques de Ethereum, los jugadores pueden ganar tokens llamados Smooth Love Potions, así como NFTs llamados axies, los cuales hay posibilidad de vender posteriormente. 

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Pero para comenzar a jugar, los jugadores necesitan 3 axies, que suman alrededor de 862 euros (1.000 dólares al cambio actual). 

Aprovechando su experiencia en Goldman Sachs, Peurifoy presta sus NFT a nuevos jugadores, para que estos ganen más criptomonedas. Posteriormente, se reparten las ganancias. 

“A Marx no le gustaría la broma”

Axie Infinity, con sede en Vietnam, ha generado 418 millones de euros (485 millones de dólares) entre los pasados meses de julio y agosto de 2021.

Peurifoy es conocido como el "capitán" y está a cargo de lo que él llama una banda de "piratas capitalistas". Su personaje en línea es "Das Kapitalist", una referencia al Das Kapital de Karl Marx. En declaraciones a Insider, aseguró que, probablemente, “a Marx no le gustaría la broma”. 

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Peurifoy, quien obtuvo su doctorado en Química de la Universidad de Columbia, afirmó que los juegos son sólo un pasatiempo nocturno y de fin de semana en este momento, mientras trabaja a tiempo completo como director en la firma de criptocustodia y ejecución Floating Point Group.

Aun así, señaló que, si su "dinero mágico de Internet" se convirtiera a dólares estadounidenses, sus ingresos anuales procedentes de los juegos superarían su salario (más las bonificaciones) en Goldman Sachs.

"Dejé Goldman Sachs debido a mi convicción de que 2020 sería un año histórico para la criptografía institucional, y veríamos un cambio estructural real en el sentimiento hacia una adopción generalizada dada una mejor conectividad, casos de uso y herramientas de cumplimiento", comentó a Insider.