Este invento español va a permitir que grandes discapacitados puedan usar Twitter y Telegram mediante ondas cerebrales

Alberto Iglesias Fraga
Usuario interactuando con una interfaz cerebro-ordenador
  • Científicos de la Universidad de Valladolid ha desarrollado una interfaz cerebro-ordenador que les permitiría acceder a redes sociales como Twitter o Telegram.
  • El sistema utiliza la señal de electroencefalograma del sujeto para identificar las intenciones en cada momento a partir de los estímulos visuales y controlar de este modo su smartphone.
  • En las primeras pruebas con usuarios, los científicos obtuvieron una precisión media del 92,3% para los sujetos control y del 80,6% para los usuarios con grave discapacidad

Entre las personas con discapacidad existe una amplia variedad de tipologías pero existe una de ellas, la de los grandes discapacitados motores, que presenta extraordinarias complejidades para afrontar el día a día. Son sujetos que, bien a causa de enfermedades neurodegenerativas o por traumatismos, son incapaces de mover gran parte de su cuerpo y, en ocasiones, tampoco pueden hablar con claridad.

En esos casos, algo tan cotidiano e inclusivo como publicar algo en las redes sociales se antoja una misión casi imposible. Por supuesto, estas personas no pueden interactuar con su smartphone o PC con las manos, pero el control de voz tampoco es una herramienta útil en muchas ocasiones. 

Con el fin de arrojar algo de luz y ayudar a que los grandes discapacitados puedan formar parte del universo 2.0, un grupo de ingenieros biomédicos de la Universidad de Valladolid ha desarrollado una interfaz cerebro-ordenador que les permitiría acceder a redes sociales como Twitter o Telegram. 

Para ello, este dispositivo recoge la señal de electroencefalograma (EEG) de la persona gracias a ocho electrodos colocados sobre su cuero cabelludo. Posteriormente, un ordenador recibe la señal e identifica las intenciones del usuario en cada momento a partir de sus estímulos visuales. Por último, el comando seleccionado se envía de manera inalámbrica mediante tecnología Bluetooth al teléfono móvil, que se encarga de interpretarlo y controlar la red social.

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Los científicos ya han evaluado el sistema en una población de usuarios que presentan graves discapacidades motoras, pertenecientes al Centro de Referencia Estatal (CRE) de Discapacidad y Dependencia de San Andrés del Rabanedo (León). En concreto, se ha probado con 10 sujetos control y 18 usuarios con diversas discapacidades motoras en tres sesiones de evaluación por cada usuario.

El estudio fue extraordinariamente positivo: los científicos obtuvieron una precisión media del 92,3% para los sujetos control y del 80,6% para los usuarios con grave discapacidad lo que, como primera aproximación, “es un resultado positivo y demuestra que la integración de las interfaces cerebro-ordenador en los smartphones es posible”. Además, los usuarios se mostraron satisfechos con la aplicación y destacaron su facilidad de uso como uno de los puntos más fuertes de la propuesta, según recoge DICYT.

No obstante, esta clase de sistemas, en general, se encuentran en fase de investigación y serán necesarios muchos más estudios para resolver las limitaciones que presentan, como en este caso, los problemas en el control de la mirada o los temblores involuntarios de algunos usuarios, hasta llegar a una implementación real. 

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