Ucrania es uno de los principales proveedores europeos del cableado que utilizan varios de los grandes fabricantes de coches, que están teniendo que frenar su producción por ello

Un empleado de Volvo trabaja en el cableado de uno de sus vehículos en una fábrica de Gotemburgo, Suecia.
Un empleado de Volvo trabaja en el cableado de uno de sus vehículos en una fábrica de Gotemburgo, Suecia.

REUTERS/Bob Strong

Un coche necesita una media de 5 kilómetros de cables para conectar todos sus dispositivos. Son indispensables para fabricarlos. Y como está ocurriendo con muchos otros productos y materias primas, la invasión rusa de Ucrania está generando grandes problemas en su cadena de suministro.

Igual que el paladio, el níquel o el neón con el que se fabrican los semiconductores, una parte de la producción mundial del cable que utilizan los grandes fabricantes del sector automotor procede de la zona del conflicto. Ucrania es el proveedor del 7% del cable que importa la Unión Europea, según datos del sistema Comtrade de las Naciones Unidas y la consultora AlixPartners, divulgados por Reuters.

En el país se ubican proveedores como los alemanes Leoni, Forschner, Kromberg & Schubert, Prettl, SEBN, la compañías japonesas Fujikura y Yazaki, o la francesa Nexans. Y muchos ya están sufriendo las consecuencias del conflicto.

La guerra en Ucrania genera otra amenaza a la automoción: calienta el precio del paladio, que se utiliza para reducir emisiones en los coches y del que Rusia es el principal productor mundial

Por ejemplo, uno de los principales fabricantes de cables europeos, Leoni, ha anunciado este lunes que prevé un impacto negativo en sus cuentas de 2022 directamente relacionado con el conflicto. En condiciones normales, sus dos fábricas ucranianas le reportarían 300 millones de euros en ventas, y su fábrica rusa otros 100 millones.

El impacto es directo para las compañías de automoción clientes de esos proveedores y en general para un sector en el que más de una veintena de empresas tienen presencia en el país, con más de 600 millones de dólares invertidos en 38 plantas, no todas de cables, pero sí la mayoría, según Reuters.

Volkswagen y BMW, entre las afectadas

Los efectos ya se están viendo en los gigantes europeos del sector. El segundo fabricante mundial, Volkswagen, ya está trabajando en trasladar su producción ucraniana de cableado a otros países o buscar nuevos proveedores, no solo en el este de Europa, también en el norte de África, en México o "posiblemente" en China, según fuentes de su marca Audi citadas por Reuters.

"Llevamos años trabajando con varios proveedores de esas regiones con éxito. Es posible que esos proveedores puedan dividir su producción en diferentes zonas geográficas", explican esas fuentes a la agencia económica.

audi a6

Otro de los grandes grupos globales, la alianza Stellantis (producto de la fusión entre Fiat Chrysler y PSA) también está buscando nuevos proveedores europeos para sustituir a sus socios ucranianos, y la alemana BMW admite "conversaciones intensas" para encontrar proveedores alternativos.

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