Hipersomnolencia: los problemas que están detrás de quedarte dormido por las esquinas

Hay personas que se desesperan porque no concilian el sueño, pero hay otras que lo hacen porque se duermen en cualquier sitio. Si eres de estas últimas, se llama hipersomnolencia. Presta atención porque todo tiene sus motivos, aunque no encuentres explicación al dormir bien por las noches y, sin embargo, tener sueño todo el día. 

La hipersomnolencia, al contrario del insomnio, supone una dificultad para mantenerse despierto. Tan peligroso es una como la otra, así que, si te duermes por las esquinas, toma buena nota porque tiene sus causas, su tratamiento y sus medidas para prevenirlo. 

No confundas con estar cansado

Sobre todo cuando vuelves al trabajo tras las vacaciones y al comenzar la primavera, por causas ambientales, sueles estar más cansado o cansarte más fácilmente, pero no hay que confundir con tener sueño todo el tiempo y dormirte en cualquier sitio, con el riesgo que conlleva además. 

La abstemia primaveral puede ser normal, pero no lo es ni el insomnio ni la hipersomnolencia, ya que ambos son síntoma de que algo va mal o estás haciendo mal, con lo que lo primero es acudir a un especialista. 

Cuándo preocuparte

Si te quedas dormido en cualquier sitio, y tienes unas ganas enormes de echar una cabezadita incluso cuando vas andando, debes de acudir al médico. Es señal de que algo te está ocurriendo, sobre todo si el denominador común es que te cueste estar despierto. 

Dentro de esta hipersomnolencia, te puede pasar durante el día o que tengas un sueño nocturno incrementado, lo que se conoce como hipersomnia, es decir, que no hay forma que te levantes de la cama, como si necesitaras días y días de estar entre las sábanas. La cuestión es siempre la misma, sea una u otra: denota uno o varios problemas de salud. 

La causas principales de la hipersomnolencia

La primera causa es la más lógica, y que quizá descartes de primera porque consideras que duermes lo suficiente o con la calidad idónea. 

Sin embargo, la privación de sueño es la primera causa a tener en cuenta. Igual piensas que con siete horas te vale para descansar y necesitas ocho o nueve; igual crees que duermes bien porque no te despiertas a media noche, pero padeces apnea del sueño, interrumpiendo el mismo con episodios en los que no respiras. 

Otros motivos

También hay otras posibles causas, como la depresión, ciertos fármacos que puedes estar tomando y, la menos frecuente, pero que deberás comprobarlo con pruebas, narcolepsia. 

Esta dolencia va acompañada de parálisis del sueño, alucinaciones visuales e incluso cuadros de cataplejia. 

Puede venir de mucho antes

Es muy habitual que ya desde tu juventud sintieras un cansancio crónico y sueño cada dos por tres, y siempre te lo achacaban a la vagancia. Sin embargo, probablemente era el inicio de un cuadro de hipersomnolencia. 

Es muy importante que, sobre todo si las ganas irrefrenables de dormirte se producen en casos donde de manera natural no debería ocurrirte, como en reuniones sociales o de trabajo y conduciendo, acude inmediatamente a tu médico. Seguramente te harán la llamada polisomnografía, un estudio del sueño. 

No basta con cafés

A veces puede ocurrir que el que padece esta molesta dolencia, lo arregla por la vía rápida tomando varios cafés al día, pero, lejos de ser una solución, primero es contraproducente tomar tanta cafeína diaria; y segundo, el hecho de que tengas que necesitar varios cafés para mantenerte despierto indica que tienes un problema grave. 

Por tanto, ante cualquier signo de este sueño continuo, sobre todo si conduces con frecuencia, acude al facultativo y, de paso, descubrirás si tienes apnea del sueño o algún otro problema que sea causa de esta hipersomnolencia.