"Nos preocupan las huelgas y cancelaciones aéreas: estamos siguiendo la situación y debemos estar muy atentos a cuáles puedan ser sus impactos"

El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, durante la entrevista.
El secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, durante la entrevista.

Pablo Moreno

En pleno ecuador del verano, la operación salida de julio se ha visto truncada por un aluvión de cancelaciones de vuelos, como consecuencia de las huelgas anunciadas por numerosas aerolíneas en todo el mundo.

Las compañías aéreas han cancelado 25.378 vuelos en todo el mundo para agosto, un mes estratégico para el sector turístico. En agosto habrá 818 vuelos menos al día de lo previsto, de los que más del 60% afectan a Europa. 

La situación deja al continente europeo como el más afectado a nivel mundial, siendo escenario de prácticamente 2 de cada 3 cancelaciones anunciadas.

"Estamos viendo que, sobre todo los problemas en aeropuertos como Ámsterdam o Londres, se deben a que, como consecuencia de la pandemia, se destruyeron muchos puestos de trabajo en sectores que, cuando se ha intensificado la demanda, les está costando responder a esa intensidad", diagnostica el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés, en una entrevista con Business Insider España.

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Pero también se han traducido en medio mundo saliendo en tromba de vacaciones, lo que ha ocasionado largas colas, congestión, y mucha tensión en un sector, el aéreo, que había reducido personal tras convertirse en uno de los más golpeados por la pandemia.

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El recorte general de plantillas ha complicado la vuelta a la normalidad, ya que ahora aeropuertos y aerolíneas tienen que manejar un aumento en los viajes.

En España, Valdés destaca que "no hemos perdido capacidades" del tejido productivo o de recursos humanos.

Sin embargo, las huelgas anunciadas por compañías extranjeras también tocan a vuelos con origen o destino España. 

Sólo el viernes hubo alrededor de una treintena de cancelaciones y más de un centenar de vuelos con retraso, debido a la huelga de tripulantes de cabina convocada por Ryanair y EasyJet, que reclaman mejores condiciones laborales.

La huelga de tripulantes de Ryanair comenzó el pasado martes, y continuará del 18 al 21 y del 25 al 28 de julio; mientras que EasyJet la convocó para este fin de semana y del 29 al 31 de julio.

"Claramente es una situación que nos preocupa, estamos siguiéndola y debemos estar muy atentos a cuáles puedan ser sus impactos", aclara Valdés. 

El secretario de Estado reconoce que, aunque España no es responsable de la huelga, necesariamente nos afecta en los 3 principales mercados emisores: "esta semana, Heathrow ha limitado las operaciones, lo que significa que no están vendiendo más billetes para no colapsar la operatividad del aeropuerto, pero no han cancelado".

Según los datos que maneja el Gobierno, en la primera quincena de julio se han producido un 1% de cancelaciones: "creo que esto entra dentro de lo ordinario. Es verdad que vemos una corrección a la baja de las capacidades en las últimas semanas, pero están en línea con el resto de destinos vacacionales".

Valdés destaca, de hecho, que "España es la que menos capacidades aéreas está perdiendo en el conjunto de países como Alemania, Francia, Italia, e incluso Grecia y Egipto".

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Mientras tanto, la lista de aerolíneas mundiales que han cancelado vuelos en los últimos meses no para de crecer. En el resto del mundo, Delta, Southwest o JetBlue llevan tiempo con constantes cancelaciones, ahora llega el turno de las aerolíneas europeas.

Las cancelaciones de British Airways, easyJet, SAS o Ryanair han resultado en largas colas en los aeropuertos, pérdida de equipaje, largas escalas y una gran decepción por parte de los viajeros que esperaban con ansias el primer verano sin restricciones.

"No vemos que vaya a ser un problema para la consecución de las expectativas del verano"

Fernando Valdés, durante la entrevista.
Fernando Valdés, durante la entrevista.

Pablo Moreno

El gran riesgo para España es que la avalancha de cancelaciones, sumada a la pérdida de capacidades de otros mercados emisores, que también afecta a España de forma indirecta, se traduzca en un ajuste de las previsiones de verano, en un momento en el que la demanda ya sufre por la inflación, la incertidumbre del conflicto en Ucrania y la amenaza de una recesión.

Por el momento, el Gobierno no lo considera una amenaza para las perspectivas del sector: "no estamos viendo, insisto, que los datos nos anticipen que vaya a ser un problema en la consecución de de las expectativas de la temporada alta. Respetando el derecho de los trabajadores en sus reivindicaciones y el derecho a la huelga, esos problemas no nos están afectando".

Aunque no espera una recuperación completa del sector hasta 2023, Valdés si cuenta con que España cerrará el año recuperando más del 90% de lo perdido con la pandemia.

"Las expectativas y el cuadro macro nos coloca ya aproximadamente en una recuperación del 80%. Pero es verdad que, por ejemplo, el propio sector ya está incrementando esas perspectivas y anticipando que, en el segundo semestre, el PIB turístico estará un 1% por encima del de 2019", añade.

A nivel de reservas, Valdés confirma que en los meses de temporada alta "estamos ya recuperando 9 de cada 10 turistas internacionales, y no podemos anticipar que en otoño tenga un comportamiento peor de lo esperado. Estos datos confirman un crecimiento robusto que acabará de resultar perceptible en 2023".

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