Ignacio Juliá, CEO de ING en España y Portugal: "La generación Z va a suponer el 30% de la fuerza laboral de nuestro país, y ellos entienden la banca como una experiencia 100% digital, muy sencilla y muy personalizada"

Los que ya teníais dinero para ahorrar a finales de los 90, os sonará que llegó a España un banco procedente de los Países Bajos, con su inconfundible color naranja (como la selección de fútbol) y cuyo producto estrella era… la Cuenta Naranja.

Era 1999, internet estaba a punto de irrumpir de verdad en nuestras vidas, y este banco ya nació con una filosofía “remota” que comenzó siendo telefónica y, rápidamente, solo un año después, pasó a ser digital. 

La aparición de este banco en España hace 25 años, ING Direct en sus comienzos, nos lleva a pensar en una entidad joven y con escasa experiencia en el mundo financiero… pues nada más lejos de la realidad.

Los orígenes de ING se remontan a 1762, cuando Johnan Francis Barings abre un banco en Londres. Su primer gran cliente no puedo ser más famoso: Napoleón Bonaparte. Ellos gestionaron la compra del estado de Louisiana por parte de Estados Unidos a Francia. Aún se considera la transacción más grande de la historia del real estate.

La historia continúa en Holanda en 1881, con la creación de un banco holandés de nombre impronunciable: Rijkspostspaarbank. Un banco impulsado por el Gobierno holandés para posibilitar que los grandes, pero también los medianos y pequeños ahorradores, pudieran depositar su dinero a través de las primeras libretas de ahorro, en las que se apuntaban a mano los números. Fueron las predecesoras de las modernas apps financieras actuales.

Con el paso de las décadas, se añadieron nuevos productos, no solo de ahorro, también para pagos y, finalmente, en 1960, llegaron los productos de inversión. Siempre bajo la premisa de evitar, en la medida de lo posible, que el cliente tuviera que acudir a la oficina. Primero realizando las gestiones por correo, después por teléfono, luego a través de la web y por último desde el smartphone.

Las divisiones comerciales de ese primer banco se convierten en NMB Bank y Postbank (que ya tenían el león como logo, símbolo nacional del país, aunque de color azul). Finalmente, en 1991 se crea ING, Internationale Nederlanden Groep, con la fusión de la compañía holandesa de seguros Nationale-Nederlanden y NBM Postbank. En 1997, sale a bolsa en Nueva York.

Aunque los orígenes de ING en España empiezan en 1978 a través de su división de seguros e inversión National Nederlanden, ING Direct aterriza en nuestro país en 1999 con su Cuenta Naranja y su concepto de banca telefónica. 

Su innovadora propuesta era también un riesgo: no había mucha certeza sobre cuánta gente llamaría para contratar sus cuentas remuneradas. Finalmente, fueron 700 llamadas en el día inicial, lo que tranquilizó a los directivos holandeses. Esas llamadas se convirtieron en 200.000 clientes el primer año y, 25 años después, en 4,2 millones en España.

Todo ello ha llegado gracias al lanzamiento de productos muy exitosos, como la Cuenta Nómina o la Hipoteca Naranja, con condiciones muy atractivas, y a la eliminación de la mayoría de las comisiones, en una estrategia en la que han ido a contracorriente durante muchos años. 

También ha habido otros productos que no funcionaron, como el Chollo Naranja o el Pago Naranja, pero que ayudaron a la entidad a entender las necesidades reales de los clientes. Su peor momento, como el de tantos bancos, llegó en la crisis financiera de 2008, en la que tuvo que recibir ayuda del Gobierno holandés.

Hoy, es la cuarta entidad en España por número de clientes, sigue en cifras de crecimiento y mantiene su filosofía inicial de hacer lo más sencilla y menos aburrida posible la relación del cliente con el banco, como comentaba Almudena Román, directora general de Banca para Particulares, en esta entrevista con Business Insider España.

Ignacio Juliá es CEO de ING España y Portugal desde enero de 2021. Lidera la entidad en España, a través de sus divisiones de banca para particulares y banca corporativa y de inversión.

Ignacio Juliá se incorporó a ING España en 1999, el año de su lanzamiento en nuestro país. Desde entonces, ha tenido un recorrido variado en posiciones y territorios. Desde el cargo de director financiero y de riesgos, y responsable de negocio minorista, impulsó la transformación de ING junto al consejero delegado. En esa etapa, pasó de ser un banco orientado al producto a través de banca directa a una entidad centrada en el cliente a través de los canales digitales.

Ignacio continuó su carrera profesional en Polonia en 2012, donde dirigió el negocio de banca minorista de ING Bank Śląski. Tras el éxito en España, su objetivo fue replicar la misma transformación del negocio en Polonia. En 2016, fue nombrado responsable global de banca minorista de ING. Durante ese período, compaginó este cargo con el de director global de Innovación. 

Nació en Alcoi hace 48 años, creció en el sur de Francia y realizó sus estudios universitarios de Administración y Dirección de Empresas en España. Además, cuenta con un Máster en General Management por Cedep/Insead y un Programa Ejecutivo por Stanford (SEP).

Ha desarrollado su carrera profesional en Nueva York, Países Bajos, Polonia y Madrid, y compagina su trabajo con sus dos pasiones: su familia y la música.