La influencer de coches más famosa del mundo, Supercar Blondie, entra en el negocio de las subastas de coches de lujo
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- La australiana Alexandra Mary Hirschi, de 38 años, cuenta ya con más de 110 millones de seguidores. Ahora, la empresaria más conocida como Supercar Blondie y su marido Nik, han lanzado su propia web para subastar vehículos espectaculares.
- Los Hirschi han hablado con Business Insider sobre el formato deliberadamente puramente digital, sobre sus perspectivas privadas... y sobre un ritual helador por las mañanas.
El diccionario explica la palabra super como "muy bueno, estupendo, sobresaliente". Para Alexandra (Alex) Mary Hirschi, los coches que se ajustan a las tres descripciones son tanto una de sus pasiones como su trabajo principal.
Esta australiana de 38 años es la influencer automovilística más conocida del mundo bajo el nombre de Supercar Blondie. La joven tiene más de 110 millones de seguidores en canales como YouTube e Instagram.
Y ahora tiene un nuevo trabajo. El martes 2 de abril, Alex Hirschi ha entrado en el negocio de las subastas, y su fama mundial beneficiará ahora también a sbxcars.com, como se llama la plataforma digital de subastas.
La rubia de los supercoches ha hablado con Business Insider Alemania en detalle de sus planes de expansión. Junto con el suizo Nik Hirschi, su marido, a quien conoció en Berna en 2001 como estudiante de intercambio en la escuela secundaria.
La entrevista se realizó por videollamada, ya que Alex, una trotamundos, estaba en su casa de Dubai y Nik, en Bulgaria, de viaje de negocios. La empresaria revela muchas facetas de su vida privada, y su marido confiesa su afición por una rutina matutina poco habitual. Pero de eso hablaremos más adelante.
Las subastas de coches son un negocio de miles de millones de euros. El vehículo más caro jamás subastado fue un Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé, que se vendió por 135 millones de euros en 2022.
Entonces participaba RM Sotheby's, una de las casas de subastas más consolidadas del mundo junto a Bonhams y Christie's. En cambio, sbxcars.com suena algo más fresco, sobrio, simplemente bits y bytes. Y así debe ser.
Coches por 120 millones de euros
La idea central de los Hirschi es la digitalización estricta de sus servicios. "La presentación de todos los vehículos, el proceso de puja propiamente dicho, la liquidación financiera posterior", afirma Supercar Blondie, "todo ello tendrá lugar online".
Al principio, los miércoles y jueves de cada semana están previstos como días de subasta. "Si crecemos rápidamente, añadiremos los martes", añade, "y luego puede que incluso subastemos todos los días".
En el lanzamiento de sbxcars.com, la cartera incluye 80 coches de primera clase con un valor total de más de 120 millones de euros. Cada subasta incluirá entre cinco y ocho coches nuevos. Los vehículos que no cambien de manos inmediatamente permanecerán en la plataforma hasta dos semanas.
Y a precios competitivos, como subraya Nik Hirschi. "En las subastas tradicionales, los compradores suelen tener que pagar entre el 15% y el 20% del precio de compra en concepto de comisiones, mientras que con nosotros es solo el 5%".
Puede que los coleccionistas de supercoches no tengan que vigilar cada céntimo, pero para muchos de ellos el argumento financiero de los Hirschi probablemente sea poderoso.
Un ejemplo práctico: Si el Ferrari 288 GTO que se ofrece actualmente por 4,91 millones de euros en el mercado de coches online mobile.de se subastara a este precio a través de sbxcars.com en un futuro próximo, los gastos de comisión "solo" ascenderían a algo menos de un cuarto de millón de euros.
Los críticos podrían objetar, sacudiendo la cabeza, que se podría comprar un Porsche 911 GT3 RS nuevo con 525 CV solo por eso.
Sí, es cierto. Sin embargo, si el mencionado Ferrari de 400 CV de 1985 se pusiera bajo el martillo en una de las subastas tradicionales por cinco millones de euros, costaría hasta un millón de euros. Además del precio de compra, claro.
Utilizar sbxcars.com también debería ser "de dos veces y media a tres veces más barato para el vendedor que recurrir a proveedores de servicios tradicionales", afirma Nik Hirschi. Por un anuncio de los llamados estándar en sbxcars.com, los Hirschi cobran 240 dólares (el equivalente a unos 220 euros) por coche.
Un anuncio con carácter premium cuesta 940 dólares (unos 870 euros). "Solo aceptamos coches hiper, super y clásicos", explica Alex Hirschi, "además de vehículos especiales". Estos últimos incluyen concept cars y prototipos, como uno de los tres primeros vehículos de prueba de Alfa Romeo que se ofrecerán en el lanzamiento de sbxcars.com.
El origen rural Supercar Blondie
La rubia de los supercoches no nació precisamente enamorada de los extravagantes vehículos de cuatro ruedas. "Crecí en una granja en una ciudad de provincias de Australia", explica a Business Insider en una entrevista. "Teníamos vacas, un caballo, un perro, un gato y cobayas". Fue una "infancia feliz" en todos los sentidos.
"Jugaba con muñecas", recuerda Alex Hirschi, "me encantaba mi Barbie". Sin embargo, su madre le negaba el homólogo masculino llamado Ken, lo cual era un poco frustrante.
Quizá por eso a la rubia de los supercoches le gustaba utilizar los bloques de Lego de su hermano cuando se presentaba la oportunidad, que "sobre todo le gustaba utilizar para construir gasolineras", como recuerda con una sonrisa.
Alex no descubrió su amor por los vehículos de alta gama hasta más tarde, como periodista radiofónica. La marca británica de lujo Bentley le cedió un Flying Spur para que lo probara durante unos días y, desde entonces, quedó prendada de él.
"El olor del cuero, el encanto de la artesanía, el diseño, la potencia", recuerda, "quería más de este mundo". Su coche privado por aquel entonces era un Nissan Sentra, a menudo ridiculizado en este país como "el Volkswagen Jetta japonés".
Solo coches realmente exclusivos
Los Hirschi, sencillamente, no quieren subastar este tipo de coches. Sobre todo porque ningún coleccionista está dispuesto a recorrer medio mundo por ellos. Aquí es precisamente donde entra en juego la segunda ventaja de una subasta puramente digital.
"Con nosotros, nadie tiene que comprometerse con un día y una hora concretos con tres meses de antelación", explica Supercar Blondie, "y luego volar durante horas a una subasta de coches en California como un coleccionista francés, por ejemplo".
A muchos clientes potenciales "no les gusta o no pueden viajar", afirma Alex Hirschi. Por supuesto, incluso en las subastas convencionales, algunos posibles compradores recurren a intermediarios que luego pujan en su nombre in situ. Todos hemos visto las imágenes de damas y caballeros exquisitamente vestidos hablando frenéticamente por teléfono durante la batalla de pujas.
"Con sbxcars.com, puedes encontrar el próximo coche de sus sueños con un solo clic", comenta Supercar Blondie. "Si así se desea, vendedores y compradores pueden permanecer completamente en el anonimato". La puja personal más alta puede introducirse de antemano mediante la "función coche", de modo que nadie tiene que seguir la subasta online hasta el final.
Además, las joyas cromadas sobre ruedas no tienen que trasladarse físicamente de forma innecesaria, por ejemplo, en la bodega de un avión de carga, para llevarlas desde su ubicación hasta el lugar de la subasta.
"Nuestros fotógrafos y videógrafos visitan discretamente a los propietarios y exhiben los coches sin molestarles", nos cuenta Nik. Sin embargo, un equipo de Hirschi también puede llevar la pieza de coleccionista al concesionario más cercano de la marca en cuestión, o a un lugar con la luz adecuada y un fondo espectacular. El puente Golden Gate de San Francisco, por ejemplo, el Coliseo de Roma o la torre Burj Khalifa de los Emiratos Árabes Unidos.
"Ningún vendedor potencial de coches que quiera permanecer absolutamente imperturbable", afirma Supercar Blondie, "tiene por qué dejar entrar a un extraño en su propiedad, en uno de sus garajes". Y así, como resuenan sus palabras, es exactamente como lo quieren muchos de los ricos propietarios de colecciones.
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Por supuesto, también hay coleccionistas ricos de supercoches, como el presentador estadounidense Jay Leno y el batería británico de Pink Floyd Nick Mason, a quienes les gusta exhibir sus tesoros automovilísticos en público.
Sin embargo, sbxcars.com no los excluye como clientes, como tampoco excluye al Sultán de Brunei, que es el mayor coleccionista de coches del mundo, con varios miles de tesoros automovilísticos valorados en unos 5.000 millones de euros.
Como influencer ocupada que "no tuvo ni un solo fin de semana libre en los tres o cuatro primeros años como autónoma con mi marido" (Alex Hirschi), ¿cómo se las arregla para todo?
Bueno, para empezar, Alex y su marido emplean ahora a 65 personas. En segundo lugar, sbxcars.com está dirigida por Lance Butler, un experimentado subastador. "Nunca quise tener hijos y no los tengo", confiesa con franqueza a Business Insider, "mi otra pasión son los animales".
Alex y Nik Hirschi tienen ahora seis perros. Cuando la mascota de Supercar Blondie falleció en 2019, la australiana se comprometió a rescatar perros de la calle en el futuro en honor a su fiel compañero.
Cabeza fría en los negocios
"Mi sueño es montar una granja para el mayor número posible de animales como parte del rebaño sin sus dueños", comenta Alex Hirschi en una entrevista con Business Insider.
Pero aún queda mucho camino por recorrer. Nik Hirschi no deja lugar a dudas de que su mujer y él aún tienen muchos planes en la alta sociedad automovilística. Las subastas no serán su último proyecto.
¿Y qué hace para despejar su cabeza del ruido ensordecedor de estos supercoches? Bueno, le gusta jugar a Fortnite, responde Nik Hirschi, "como un adolescente", comenta con un guiño.
Y, ¡ah! su extraño ritual matutino. Para empezar el día, siempre se da un baño prolongado en agua helada, cuenta Alex Hirschi a Nik. Él confirma que esto le despeja la cabeza de forma eficaz.
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