Ingeniero de 'prompts': ¿el trabajo del futuro o moda pasajera hinchada por la IA?

Beatrice Nolan
| Traducido por: 

A Kelly Daniel le encanta su trabajo.

Hasta hace poco ejercía como productora y ejecutiva en el mundillo de la televisión en Estados Unidos, pero ahora mismo trabaja como ingeniera de prompts de la empresa de software Lazarus AI.

Día a día, utiliza modelos de inteligencia artificial como el GPT de OpenAI, empleando lenguaje natural para inducir al modelo a generar exactamente el contenido que desea. Es como si hubiera un código oculto esperando a ser descifrado, dice.

"Me parece muy interesante y divertido, es como resolver un puzzle de palabras", afirma Daniel, cuyo currículum también incluye un puesto de ingeniería en LinkedIn.

Daniel forma parte de una nueva generación de ingenieros de IA: gente sin conocimientos técnicos formales. Conocidos como ingenieros de prompts, cualquiera, desde profesionales del marketing hasta abogados especializados en derecho mercantil, puede estar cualificado para este nuevo trabajo.

La británica Tanya Thomas, abogada reconvertida en ingeniera de prompts, considera que su trabajo es creativo. "Es exactamente como un cubo de Rubik", explica Thomas sobre cómo interactuar con modelos de inteligencia artificial mediante prompts. "Consigues que un lado esté en verde, y luego el otro está estropeado, y tienes que cambiarlo en un proceso constante e iterativo".

Thomas asegura que este papel ha sacado a relucir un lado creativo que no sabía que tenía cuando trabajaba en el mundo jurídico, que suele ser muy rígido y rutinario.

La demanda de ingenieros de prompts se ha disparado en medio del hype en torno a la IA, y los salarios —al menos en Estados Unidos— reflejan ese entusiasmo. El año pasado, el laboratorio de inteligencia artificial Antropic saltó a los titulares tras anunciar un salario de 300.000 dólares para sus ingenieros de prompts.

El auge de este puesto se ha convertido en un símbolo de positividad laboral ante el auge de la IA. Un ejemplo que demuestra la teoría de que "la IA también creará nuevos puestos de trabajo" en la que a menudo insisten las empresas tecnológicas en respuesta a los temores de que la tecnología destruirá millones de empleos en los próximos años.

Sin embargo, a pesar del dinero, el ruido y el entusiasmo, hay quien dice que este puesto no es más que una moda pasajera.

Daron Acemoglu.

Una función comodín

El término ingeniería de prompt es complicado. Viene del inglés y significa sugerencia, instrucción, o solicitud. En su definición más sencilla, una prompt es la pregunta o la orden que una persona hace a un modelo de lenguaje creado con IA. Los expertos en este campo son capaces de preguntar a la máquina para obtener respuestas concretas y precisas. 

El título proviene de un trabajo tecnológico más tradicional, que incluye el ajuste de grandes modelos lingüísticos. Desde que OpenAI provocó un aumento de los productos de inteligencia artificial impulsados por lenguaje natural, el radio de acción del puesto se ha ampliado para incluir muchas otras responsabilidades.

Algunos critican la nueva función, sobre todo cuando la ocupan candidatos no técnicos.

Los críticos comparan la función con la contratación de un experto en búsquedas de Google a principios de siglo, y anticipan que la pericia se normalizará tanto que dejará de considerarse una habilidad.

Conor Grennan, decano de estudiantes de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York, se cuenta entre los críticos.

"Hay una sensación de que tienes que saber algo que no necesitas saber", explica Grennan en una entrevista tras una apasionada publicación en LinkedIn sobre el auge de los ingenieros de prompts no técnicos.

El trabajo es especialmente frustrante porque Grennan, que ayuda a las empresas a incorporar la IA, considera que herramientas como ChatGPT son una de las tecnologías más democratizadoras de la historia. 

En su opinión, lo que realmente importa son las aptitudes y la experiencia del empleado que utiliza la IA, no la forma en que la gente se limita a dar indicaciones al modelo. Para Grennan, la principal forma de mejorar los contenidos generados por la IA es aprender a hablar con ella como un humano, lo que significa superar el bloqueo mental que supone chatear con una máquina.

Grennan afirma que incorporar trabajadores externos sin conocimientos de la empresa simplemente para dar instrucciones a los modelos puede ser incluso contraproducente, ya que ralentiza los flujos de trabajo al crear un bloqueo innecesario entre la IA y los trabajadores con conocimientos específicos.

"Es un poco como contratar a alguien que entienda mejor cómo funciona Google", resume. "El problema es que la persona que ya está en la empresa y haciendo el trabajo es la que tiene los conocimientos necesarios".

Deja que la inteligencia artificial se encargue

Algunas investigaciones sugieren un problema aún más profundo con el nuevo trabajo de moda.

Un reciente trabajo de investigación de Rick Battle y Teja Gollapudi, de la empresa de computación en nube VMware, propone que la optimización de los prompts puede dejarse en manos de los modelos de IA en lugar de los humanos que los utilizan.

La pareja descubrió que la optimización automática de los prompts, es decir, hacer que los modelos de IA perfeccionen los prompts por sí mismos, produce resultados mucho mejores que los que podría conseguir un ingeniero humano.

"No deberías volver a escribir una instrucción a mano", afirma Battle sobre la investigación. "Basta con escribir las instrucciones básicas y dejar que el modelo las optimice por ti".

Battle califica de "ridículas" las funciones de ingeniería de prompts. Asegura que dar instrucciones a los modelos de IA es una habilidad importante, no un trabajo.

"Las únicas personas que deberían trabajar en este tipo de cosas son las que tienen formación en ciencia de datos, porque los fundamentos no han cambiado ni un ápice", sentencia.

Otra investigación de Vasudev Lal, científico especializado en IA de Intel Labs, ha llegado a una conclusión similar. Según Lal, la ingeniería automatizada de prompts supera sistemáticamente las métricas logradas por los ingenieros humanos.

"No es muy sorprendente, porque los ingenieros humanos solo pueden explorar una pequeña parte del espacio de parámetros", afirma. Según Lal, la optimización de prompts mediante inteligencia artificial aún es cara, pero se está abaratando a medida que los modelos avanzan.

Lal califica la necesidad de ingeniería de prompts como un "problema temporal". Cuanta más gente interactúe y dé retroalimentación a los modelos, más rápido llegarán a un punto en el que puedan comprender la intención humana, añade.

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Una ventaja para los trabajadores

La mayoría de los ingenieros de prompts no son inmunes a la polémica que rodea sus funciones y el peligro que corren sus trabajos.

Yinuo Chen, una ingeniera que trabaja en una empresa de publicidad en Pekín, dice que ya considera su papel como incierto debido al ritmo del desarrollo de la IA. "Estas herramientas están disponibles para todos; incluso mi padre las usa a veces", explica. "No sé si este puesto será tan técnico que en el futuro requiera algún tipo de formación oficial".

Aunque Chen cree que siempre habrá necesidad de la intervención humana en las instrucciones que se dan a una IA, está nerviosa por el efecto de la tecnología en el mercado laboral en general.

"Tenía bastante miedo de que la IA generativa cambiara la forma de trabajar en la creación de contenidos en general", afirma. "La IA cambia muy rápido y es muy difícil determinar hacia dónde irá incluso en el próximo mes". 

Novia IA

Daniel también sabe lo que piensan los críticos sobre su nuevo trabajo, pero a ella no le molesta.

"Estoy decidida a ir un paso por delante de los demás, y para ello me he metido tan pronto en esto", afirma.

Trabajar en sectores propensos a los despidos, como el tecnológico y el de los medios de comunicación, le ha enseñado que ningún trabajo es estable al 100%. (Daniel fue despedida de su puesto en Meta en la primera ronda de recortes de Mark Zuckerberg).

Incluso se siente estimulada por algunas de las críticas, como la comparación con las búsquedas de Google.

"Creo que surgirán diferentes estándares entre lo que todos pueden hacer y lo que pueden hacer los ingenieros expertos en prompts", sostiene. Considerándolo todo, se siente confiada. 

"Ahora todo el mundo puede realizar una búsqueda en Google, pero yo puedo realizar una mejor", sentencia. 

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