Un instructor de vuelo convierte un viejo avión de carga en un Airbnb que funciona de hogar para sus alumnos

Alyshia Hull
| Traducido por: 
Jon Kotwicki convirtió un avión en una casa que alquila en Airbnb además de utilizarla para sus alumnos de vuelo.
Jon Kotwicki convirtió un avión en una casa que alquila en Airbnb además de utilizarla para sus alumnos de vuelo.

Jon Kotwicki

  • Jon Kotwicki, instructor de vuelo, compró un avión con el objetivo de convertirlo en una casa para sus alumnos.
  • Después de comprar el avión ha tenido que decidir cómo llevaría la aeronave de casi 36 metros de ancho a casa.
  • En el avión amueblado pueden dormir hasta seis personas y ahora Jon va a instalar una bañera de hidromasaje en el ala del avión.

Este artículo está basado en una entrevista realizada a Jon Kotwicki, un instructor de vuelo de 32 años de Alaska, que ha convertido un viejo avión de carga en un Airbnb. Ha sido editado para mayor claridad.

Hace unos cinco años me mudé de Florida a Alaska. Por aquel entonces, tenía la idea de abrir una escuela de vuelo en la que mis alumnos pudieran subirse a una avioneta y aprender a volar. Tenía una gran visión de futuro: quería disponer de una pista adecuada, y cabinas para que vivieran, pero no quería dejarlo ahí.

Empecé a pensar que, en lugar de cabinas, mis alumnos podrían vivir en un avión. Sabía que sería mucho más divertido para ellos. También era consciente de que, cuando mis alumnos no estuvieran en él, podría convertirse en un Airbnb estupendo. Mi idea para la casa era un tanto ambiciosa. Hace un año que me compré un Douglas DC-6 de 1956 que ahora alquilo.

El exterior del avión convertido en casa de Kotwicki.
El exterior del avión convertido en casa de Kotwicki.

Jon Kotwicki

Comprar un avión

Buscar un avión para convertirlo en una casa no fue fácil. Normalmente, los aviones viejos se venden a empresas de chatarra para su reciclaje. Luego los convierten en latas de cerveza. Pasé seis meses poniéndome en contacto con esas empresas, llamando a todos mis contactos, hasta que encontré por fin un avión disponible.

Acabé comprando un Douglas DC-6 de 1956. Originalmente se utilizaba para transportar carga y combustible por Alaska y, para mí, era la conversión perfecta. Tras comprar el avión surgió el reto de llevarlo hasta casa.

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Transportar un avión que no puede volar

Los aviones viejos son bastante baratos. A modo de referencia, el avión que compré puede costar a veces desde 10.000 dólares (casi 9.500 euros) en piezas hasta 250.000 dólares (más de 130.000 euros). Ahora bien, transportar un avión puede ser caro, y sumado a la propia compra me terminó costando algo más de 100.000 dólares (menos de 95.000 euros).

Me quedé con un avión para mover de unas dimensiones bastante grandes. Para trasladarlo, mi novia, un amigo y yo fuimos a Fairhaven, en Alaska, donde empezamos a desmontarlo. Estuvimos cuatro días trabajando en ello. Nos llevó un total de 16 horas al día.

Desarmamos el avión además de cortarle las alas para hacerlo más pequeño. Después tuvimos que utilizar grúas y carretillas elevadoras para colocar las piezas del avión en remolques separados. Uno de los remolques medía más de 28 metros de largo. Condujimos los remolques hasta nuestra propiedad. Y llegó el momento de volver a montarlo.

La sala de estar de la casa avión de Kotwicki.
La sala de estar de la casa avión de Kotwicki.

Jon Kotwicki

Convertir un avión en una casa

Antes de empezar el proceso de conversión, pensé que sería una tarea fácil porque el avión ya tenía paredes y estaba completamente cerrado como una casa. Pero no fue fácil. Tardé cinco meses en terminar la transformación del avión.

A diferencia de una casa normal, estábamos construyendo en una lata de aluminio, por lo que tuvimos que encontrar diferentes maneras de aislar el avión y controlar la humedad y el flujo de aire. También teníamos que calentar el avión. Aquí, en Alaska, no tenemos gas natural. Solemos calentar nuestras casas con madera. En nuestro avión, tenemos una caldera de gasóleo en la cola.

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En cuanto a la fontanería, el avión tiene su propio suministro de agua y sistema séptico. Cuando construimos el cuarto de baño, no queríamos que nuestro espacio tuviera el típico lavabo de avión, donde sólo sale un chorrito de agua. En lugar de eso, nos aseguramos de que el avión tuviera su propio depósito a presión para que nuestros huéspedes pudieses ducharse con normalidad.

Durante la transformación, hubo mucho de ensayo y error, de tirar materiales de desecho y de reconstruir. Fue un proceso largo y duro, pero nuestro avión quedó mejor de lo que nunca hubiera imaginado.

La casa avión dispone de dos dormitorios.
La casa avión dispone de dos dormitorios.

Jon Kotwicki

El avión tiene capacidad para seis personas

El avión dispone de un dormitorio principal con una cama grande más un cuarto más pequeño de invitados con una cama más pequeña. También hay un sofá cama en el salón, lo que permite que puedan dormir hasta seis personas. Al tratarse de un avión las habitaciones son estrechas.

También hay un cuarto de baño con una ducha totalmente alicatada y un inodoro. En cuanto a la cocina, tiene un fregadero normal, nevera, congelador, un pequeño horno tostador, microondas y todo lo básico para cocinar.

El baño de la casa avión de Kotwicki.
El baño de la casa avión de Kotwicki.

Jon Kotwicki

Ahora alquilo la casa del avión en Airbnb

La casa del avión la hice originalmente para mis estudiantes, pero en septiembre empecé a alquilarla en Airbnb por algo más de 200 dólares (189 euros) la noche. Dependiendo de la temporada puede llegar incluso a los 700 dólares (662 euros) la noche.

Los estudiantes viajan desde todo el país para formarse con nosotros y necesitan alojamiento, así que se lo proporcionamos aquí mismo. El alojamiento está incluido en el paquete de formación. En cualquier caso, cuando la gente llega por primera vez a la casa del avión, me encanta ver las reacciones que tienen. Siempre se quedan alucinados.

Para llegar hasta aquí, primero hay que conducir por una larga carretera, y posteriormente se ve la gigantesca casa al salir de entre los árboles. Mi reacción favorita fue cuando una pareja trajo a sus dos hijas. Eran unas niñas pequeñas, de unos cuatro y seis años, y fue una gran sorpresa para ellas. Estaban muy emocionadas.

La sala de estar de la casa avión de Kotwicki.
La sala de estar de la casa avión de Kotwicki.

Jon Kotwicki

Para avanzar, pronto pondré un jacuzzi en la punta del ala. Estoy esperando a la primavera para hacer este proyecto. Supongo que nadie querrá usarlo en invierno, sobre todo porque aquí hace 20 grados bajo cero. Una vez que el jacuzzi esté hecho, sé que será una gran atracción para los que alquilen el avión.

Por último, estoy trabajando en otra casa de avión, que será un poco más grande. Tendrá tres dormitorios, dos baños y la capacidad para nueve personas.

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