En 2021, un equipo de X, el equipo de ideas más arriesgadas de Google, trabajaba en un revolucionario dispositivo auditivo según desveló Business Insider. Por aquel entonces se conocía bajo el nombre de Wolverine ("Lobezno"), y aquel proyecto de crear unos auriculares superpotentes cobró impulso entre las paredes del sagrado laboratorio de I+D de Google: parecía que podría —solo quizás— ser una idea extravagante convertida algún día en un producto real.

Unos meses más tarde, Jason Rugolo, líder de Wolverine, separó el proyecto de Alphabet y creó una startup llamada Iyo. Rugolo afirma que la startup tiene previsto lanzar su primer producto a finales de este año.

Hasta la fecha, Iyo ha recaudado 21 millones de dólares de un puñado de inversores, entre ellos Alphabet, Lockheed Martin y Horizons Ventures. Rugolo no ha querido comentar si Sergey Brin, cofundador de Google y gran admirador del proyecto según BI, ha invertido dinero. Tampoco ha querido comentar las condiciones de la inversión de Alphabet, pero afirma que nadie de la empresa forma parte del consejo de Iyo.

La empresa está construyendo dos proyectos a la vez. El dispositivo estrella es Iyo One, compuesto por unos auriculares adaptados al usuario que pueden mejorar y manipular los sonidos del mundo exterior al tiempo que permiten al usuario hablar con "agentes" de inteligencia artificial (buscar información o realizar tareas sobre la marcha). Y, por supuesto, pueden reproducir música. El segundo dispositivo consiste en unos auriculares de gama alta destinados a los profesionales del mundo del audio.

La IA desempeñará aquí un papel importante. Rugolo, antiguo director de programa en la ARPA-E (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada - Energía) del Gobierno estadounidense, se incorporó a Google X a finales de 2017, justo después de que un grupo de investigadores de Google publicara el artículo Transformers, que ha sido la base de grandes modelos lingüísticos construidos por OpenAI, Google y otros.

"Empezamos a investigar mucho en esos modelos y en su eficacia en la conversación", explica Rugolo. En X, se pide a los empleados que intenten "matar" los proyectos buscando formas de que fracasen en el futuro. Con Lobezno, muchas de las ideas originales sobrevivieron, pero otras no.

Una idea original que sobrevivió, y que Rugolo pasó años intentando resolver, es la capacidad de manipular y aislar ruidos en el entorno del usuario. Si mantienes una conversación en un bar ruidoso, puedes pedirle a Iyo que ahogue los sonidos molestos ("calla al bebé que llora") y suba el volumen de la voz de tu amigo. Rugolo afirma que la primera versión del dispositivo incluirá esta función.

Luego están los "agentes" de IA. Parecidos a los que otras empresas como OpenAI y Google se están apresurando a crear, realizarán tareas específicas para el usuario, como buscar información, hacer la lista de la compra en la tienda o actuar como un DJ personal accediendo a las aplicaciones de música.

No lo llames hearable

El espacio de los "hearables" (como extensión de los wearables) está plagado de startups que nunca llegaron a triunfar. El producto de Iyo se hace eco de los auriculares Here One construidos por Doppler Labs, una startup fundada por Noah Kraft en 2013 (y cerrada en 2017). Rugolo explica a BI que contrató a Kraft durante una temporada en Google X para trabajar en lo que se convertiría en Iyo.

A Rugolo no le gusta la palabra "hearables", que ve como una generación de dispositivos que ofrecen audio y apenas incorporan algunos extras.

"No son más que periféricos de audio Bluetooth con una o dos funciones adicionales", explica Rugolo. "Nosotros venimos de una dirección completamente distinta, que es la de la interfaz persona-ordenador".

Ahora, una oleada de nuevos gadgets se está sumando a la moda de la inteligencia artificial y está fracasando. El AI Pin de Humane ha sido destripado en las críticas, y la respuesta al Rabbit R1, un asistente virtual con IA, ha sido por ahora tibia.

Luego está la competencia que ya tenemos en nuestros oídos: los AirPods de Apple son un éxito arrollador que cuestan menos de un tercio del precio de salida de 599 dólares que pide Iyo.

Rugolo lo sabe y dice que Iyo compite con dispositivos de audio de gama alta. El éxito del primer dispositivo será vender "decenas de miles de unidades", dice Rugolo, "no cien millones".

Iyo también planea permitir que terceros diseñen aplicaciones para sus productos. Rugolo afirma que le gustaría contar con la colaboración de grandes empresas como Spotify, y que está abierto a trabajar con Google y Amazon para incorporar sus asistentes de inteligencia artificial. Para ello, primero habrá que contar con los usuarios.

Rugolo es reacio a decir mucho sobre lo que estará disponible en el lanzamiento y lo que llegará más adelante. Parte de ello se debe al miedo a prometer demasiado (Rugolo cita la reciente acogida del Humane AI Pin) y a la esperanza de que desarrolladores y empresas quieran crear aplicaciones para el dispositivo.

El CEO, que ha presentado el dispositivo en una charla TED, dice que los dispositivos de audio podrían conseguir que la gente pasara menos tiempo con sus smartphones. A diferencia de otras empresas de hardware de IA que están saliendo al mercado, Rugolo ha insistido varias veces en que Iyo no pretende acabar con el smartphone.

"No intentamos sustituirlos", afirma. "Intentamos mejorarlos".

"Fuimos el proyecto que más rápido creció en X"

Iyo está tratando de abordar varios retos de ingeniería aquí, así que ¿por qué no quedarse en Google y seguir construyendo Iyo desde dentro del gigante tecnológico?

"Creo que para un tipo de hardware como este es mejor ser independiente, especialmente porque es un nuevo tipo de hardware de IA", dice Rugolo, que explica a BI que Wolverine se encontró gradualmente con una "respuesta inmune" dentro de la empresa a medida que los departamentos que trabajaban en proyectos similares se preocupaban por cómo el equipo de Rugolo estaba invadiendo su territorio.

"Hemos sido el proyecto que más rápido ha crecido en X", dice Rugolo. "De repente empezamos a recibir mucho interés e intriga de otras áreas".

Iyo no es el primer proyecto de X que vuela del nido de Alphabet, y probablemente no será el último. BI informó anteriormente de que la dirección de X había debatido la posibilidad de desvincular más proyectos de la empresa matriz, posiblemente con la participación de Alphabet, en lugar de intentar convertirlos en empresas de Google o eliminarlos por completo.

"Creo que X va a hacer más cosas de este tipo en el futuro", afirma Rugolo. "Están pensando en formas novedosas de escalar proyectos".

El 28 de febrero, Axel Springer, la empresa matriz de Business Insider, se unió a otros 31 grupos de medios de comunicación y presentó una demanda de 2.300 millones de dólares contra Google en un tribunal holandés, alegando las pérdidas sufridas debido a las prácticas publicitarias de la empresa.