"El peor día en época de Zapatero es mejor que ahora": así de crispados están los aires en el Congreso, según los fotoperiodistas

En política es habitual la bronca y los reproches mutuos, pero esto, fuera de plano, no siempre es así.

Hace escasos días se hizo viral la última intervención de Begoña Villacís en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid. En el vídeo, la exvicealcaldesa de la capital quiso "sacarle los colores" a todos los concejales. 

Como despedida de su paso por política, Villacís decidió reconocer la labor de todos los miembros del Pleno sin importar a qué partido perteneciesen y terminó aseverando que la política "es el único oficio en el que nos hablamos mejor a las espaldas que a la cara". 

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De esta manera quiso evidenciar cómo es realmente la política institucional fuera de los focos y los plenos, y cómo el día a día de trabajar codo con codo hace que en ocasiones se obvien las siglas. 

Por ello, Business Insider España ha contactado con testigos de excepción, quienes siempre están detrás de las cámaras, para saber si esa dinámica que describía Villacís es la misma en las Cortes Generales.

Los fotógrafos del Congreso de los Diputados son testigos directos de los rifirrafes, la tensión, los insultos, la discordia, las palabras gruesas y la retórica parlamentaria. Pero también son testigos de lo que pasa en los pasillos, de las manos tendidas y de las conversaciones entre diferentes políticos de distintos partidos. 

"Antes, todos los del CDS de Adolfo Suárez se hablaban perfectamente con los comunistas en el Congreso", recuerda Kike Para, quien ha vivido 5 gobiernos diferentes desde que comenzó su carrera como fotoperiodista en 1986. Ahora cree que la situación es muy diferente: "Podemos y Vox no se dirigen la palabra; los del medio, PP, PSOE y Ciudadanos, sí, son correctos".

Para destaca la cordialidad con la que los políticos se trataban durante la Transición, al poco de dejar atrás una dictadura. Las diferencias entonces podían ser más radicales. Hoy, sin embargo, se han abierto nuevos abismos que en ocasiones parecen todavía más irreconciliables que las heridas que dejó el franquismo.

"A los que llaman extrema izquierda, EH Bildu, ERC e incluso Podemos, no saludan a los que están al otro extremo: UPN, los tránsfugas navarros y por supuesto, Vox", apunta.

Por su parte, Edu Parra, otro fotoperiodista parlamentario, tiene la misma sensación. "Yo siempre me acuerdo en la época de Zapatero, cuando se hablaba de la crispación. Ahora, el peor día de cualquier legislatura de Zapatero es mejor que el mejor día de la última legislatura que hemos tenido".

Los 2 fotógrafos datan el inicio de las tensiones en 2015, cuando los partidos del cambio y la nueva política entraron en escena. "La cosa se empezó a torcerse un poquito con Podemos", opina Parra. 

No solo por sus ideas, también por la forma en la que iban vestidos muchos de los nuevos diputados. "Yo me acuerdo de José Bono dándole una corbata al entonces ministro de Industria porque se le había ocurrido venir sin corbata, diciendo que tenía mucho calor", comenta el fotoperiodista. 

"Todo esto ha ido incrementándose de una forma absolutamente espectacular", continúa explicando Parra, "pero de forma tan lenta que nos hemos acostumbrado a que se digan barbaridades en el Congreso y ya lo tenemos totalmente asumido. Hemos asumido que hay fuerzas políticas que no se hablan cuando la política es hablar y entenderse". 

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Sin embargo, como pasa en todos los sitios, hay gente para todo y hay gente que sigue siendo capaz de romper esas barreras ideológicas en el día a día: "Yo tengo una foto de un diputado del PP hablando con 2 diputados de Bildu. Tuiteé esa foto y se hizo viral", cuenta Parra.  "Incluso los de Podemos y los de Vox, en el fondo, cuando tienen que hablar, hablan".

"La relación es constante, aunque sean contrarios", sentencia Para.