Ley de Bienestar Animal: todo lo que debes saber y las multas a las que te expones

La Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, más conocida como la Ley de Bienestar Animal, ya está en vigor. Su propósito es establecer el régimen jurídico básico en todo el territorio español para la protección, garantía de los derechos y bienestar de los animales de compañía y silvestres en cautividad.

La normativa no se aplica a los animales utilizados en la tauromaquia, los animales de producción, los animales utilizados para experimentación, investigación o con otros fines científicos como la docencia, los animales silvestres, ni los animales utilizados en actividades específicas y profesionales, como aves de cetrería, perros pastores, guarda de ganado o perros de rescate.

¿Qué debes saber sobre la Ley de Bienestar Animal? Estos son algunos de sus puntos clave. 

Animales permitidos y prohibidos

Lo primero es saber lo que se considera animal doméstico y lo que no: entran en esta definición perros, gatos y hurones, animales de producción inscritos como de compañía —como una cabra o un conejo, por ejemplo—, aves rapaces entrenadas y animales en acuarios no incluidos en el catálogo de especies exóticas invasoras ni de especies silvestres protegidas.

Tal y como recoge el diario El Mundo, el Gobierno tiene dos años a partir de ahora para aprobar un reglamento en el que se especifiquen qué animales silvestres forman parte del "listado positivo". Según Eldiario.es, de cumplirse los plazos, el listado de mamíferos se publicaría en septiembre de 2026 y el del resto de especies, en marzo de 2027. 

¿Qué animales están prohibidos? Artrópodos, peces y anfibios cuya mordedura o veneno pueda suponer un riesgo grave para la integridad física o la salud de personas y animales; todos los primates, mamíferos silvestres superiores a 5 kilos, reptiles venenosos y todas las especies de reptiles que en estado adulto superen los dos kilos de peso, a excepción de quelonios (tortugas).

Tampoco se podrán tener especies que la normativa estatal o comunitaria impida su tenencia en cautividad, como los erizos, los camaleones, los cerdos vietnamitas o las cotorras.

Dueños de perros: formación, seguro y obligaciones

Todos los dueños de perros deberán pasar un curso de formación. Este se hará por Internet, será gratuito y su contenido se determinará reglamentariamente. El examen constará de tres partes: una de cuidado y veterinaria, otra de bienestar animal y otra de legislación. Hay un plazo de 2 años para acreditar su capacitación.

Entre otras obligaciones, tendrán que contratar un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros —independientemente de la raza y tamaño del perro—, algo que se suele integrar en los seguros del hogar.

Ya no habrá razas potencialmente peligrosas, sino que los canes pasarán un test o prueba de sociabilidad. Si no se supera, salrán con bozal y correa corta hasta que pasen por un adiestrador y la superen.

Tiempo máximo que pueden pasar las mascotas solas en casa

En el artículo 27 se establece que queda expresamente prohibido el hecho de "dejar sin supervisión a cualquier animal de compañía durante más de tres días consecutivos". En el caso de los perros, el plazo máximo es de 24 horas, siendo las únicas excepciones los perros de trabajo como perros policía o de asistencia, siempre y cuando tengan microchip y caseta. 

Además, las mascotas deben estar en buen estado de limpieza e higiene, e integradas en el núcleo familiar. 

También está prohibido dejar a perros y gatos de forma continuada “en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, sótanos, patios y similares o vehículos”, donde puedan padecer estrés o ver en riesgo su vida o su salud por las inclemencias meteorológicas.

Esterilización y microchip obligatorios

Debe evitarse la reproducción incontrolada a través de la esterilización, puesto que la cría solamente se permitirá entre criadores autorizados. En concreto, los gatos que cumplan seis meses deben estar esterilizados y contar con microchip. Los dueños de perros deberán inscribirse como criadores profesionales para que estos se reproduzcan.

Hay que facilitar los tratamientos veterinarios considerados obligatorios por parte de la Administración. 

No pueden dejarse atados en la calle

Uno de los puntos de la Ley de Bienestar Animal que ha levantado más ampollas es que está prohibido dejar atado a tu perro fuera de un supermercado, tienda o farmacia, por poco tiempo que sea. 

Tampoco pueden deambular por espacios públicos sin supervisión, y deben recogerse sus excrementos, así como limpiar orines y heces con productos biodegradables en lugares de paso habituales. Ya no se permite el uso de cualquier herramienta de manejo que pueda generar lesiones al perro, como los collares eléctricos. 

En el artículo 29 que menciona el acceso con animales de compañía a medios de transporte, establecimientos y espacios públicos: se facilitará su acceso en todos ellos, con la premisa de que "no constituyan un riesgo para las personas u otros animales". Navieras, aerolíneas y trenes deberán tomar medidas que faciliten el acceso de animales de compañía.

Eutanasia solamente en circunstancias muy específicas

Política de "sacrificio cero": la nueva Ley de Bienestar Animal solamente contempla que se practique la eutanasia en condiciones muy específicas. 

“La imposibilidad de decidir, por parte del propietario o del profesional veterinario, nos pueden abocar a la supervivencia de los animales en situaciones cercanas al maltrato”, alertaba el Consejo General de Colegios Veterinarios de España en una carta al Congreso.

Sin embargo, desde Newtral aclaran que se permite la eutanasia de animales con enfermedades graves e incurables que comprometan “seriamente” su calidad de vida. Lo que se prohíbe, definitivamente, es el sacrificio de animales sanos.

Prohibida la venta de animales

La normativa prohíbe de forma explícita la venta directa de cualquier tipo de animal de compañía a través de internet, portales web o cualquier medio telemático. 

En el caso de las tiendas de animales, pararán de comercializar perros y gatos y no podrán enseñarse en estantes o jaulas otras especies.

Multas de la nueva Ley de Bienestar Animal

Si incumples alguno de los puntos de la normativa, podría caerte una multa. La ley distingue entre sanciones leves, graves y muy graves con multas de hasta 200.000 euros, y también contempla en algunos casos la pena de cárcel. 

Si la infracción es leve, las multas oscilan entre los 500 a los 10.000 euros; si es grave, entre 10.001 y 50.000 euros; y si es muy grave, entre 50.001 y 200.000 euros.

Las infracciones leves son no esterilizar a animales que estén en contacto con otros, dejarlos atados solos o en espacios públicos sin supervisión o dejar solos a los gatos más de 3 días y a los perros más de 24 horas. También dejarlos encerrados en el coche, no hacer el curso obligatorio o no tener el seguro de responsabilidad civil. 

DNI para perros y gatos: qué es, cómo se solicita, cuál es la multa por no tenerlo y cuánto cuesta

Las infracciones graves son no identificar al animal con microchip, criar y comercializar animales silvestres no autóctonos, utilizar animales como premios en concursos o rifas o no comunicar pérdida o robo del animal dentro de las primeras 48 horas. 

Tener a perros y gatos en espacios confinados, envío de animales vivos, administrar sustancias no prescritas, robos y abandonos de animales, mutilaciones o modificaciones corporales, métodos agresivos en la educación o reubicación de gatos comunitarios se consideran también graves. Tener más de una en menos de tres años puede pasar a considerarse muy grave.

Las infracciones muy graves son la cría y venta de animales sin licencia, venta de hurones, gatos y perros en tiendas de animales, el empleo de animales en ferias y circos, la eutanasia con personal no cualificado o medios inadecuados, el adiestramiento de mascotas para peleas, el sacrificio de gatos comunitarios o el uso de mascotas para consumo humano. 

Las infracciones que impliquen lesión o fallecimiento del animal serán penadas ocn ingreso a prisión de 3 a 12 meses si el animal no muere o de 6 a 18 meses si pierde la vida.