De Londres a Nueva York en 3 horas: Spike Aerospace ya acepta reservas para su avión supersónico de lujo

La velocidad es uno de los principal focos de muchos de los proyectos en los que trabajan los fabricantes de la industria aeronáutica. 

Sin duda, la vuelta de los aviones supersónicos está mucho más cerca de lo que pensamos y hay muchas empresas que quieren suceder al mítico Concorde que realizó su último vuelo en 2003.

Es más, ya hay propuestas de lujo que no solo presumen de prototipos con ideas futuristas, sino que ya empiezan a aceptar reservas, eso sí, sin anunciar la fecha de entrega.

Este es el caso de la empresa aeroespacial estadounidense Spike, que acaba de anunciar que ya acepta reservas limitadas y por orden de llegada para su avión supersónico de negocios de 100 millones de dólares (93,2 millones de euros al cambio actual).

"Reserve su primer Spike S-512 Supersonic Business Jet y empiece a volar a la velocidad de la vida", anuncia la compañía en su web.

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Como informa el portal Interesting Engineering, Spike Aerospace sigue avanzando en la carrera de la alta velocidad, un camino por el que muchas empresas ya han quedado atrás: Aerion ha quebrado y la prometedora Boom Supersonic se enfrenta a obstáculos que hacen dudar de que su avión llegue siquiera a volar. 

Spike Aerospace parece salvar estos obstáculos gracias a su aeronave S-512, diseñada para transportar entre 12 y 18 pasajeros con todos los lujos que un millonarios apurado de tiempo pueda desear.

El S-512 puede viajar a velocidad 1,6 Mach (1,6 veces superiores a la del sonido o, lo que es lo mismo, 3.960 kilómetros por hora), ahorrando un 40% del tiempo habitual, afirma la compañía en su web.

A bordo del S-512, los ultrarricos podrán hacer negocios más rápido que nunca: un viaje de Londres a Nueva York durará menos de cuatro horas y, gracias a su autonomía de 11.500 kilómetros, el viajeros de negocios podrá llegar de Nueva York a Dubái o de Londres a Hong Kong sin escalas.

Uno de los grandes lujos que brindará S-512 a sus pasajeros es el silencio. La compañía indica que el diseño sin ventanas de la cabina contribuye a que sus vuelos sean silenciosos, un punto clave en este tipo de vuelos y uno de los grandes retos de las compañías aeroespaciales que buscan desarrollar una aeronave que supere los 1.100 km/h y no produzca la irritante explosión sónica cuando el avión rompe la barrera del sonido. 

Si lo de la falta de ventanillas no convence a algún multimillonario claustrofóbico, la compañía señala que las paredes de la cabina harán las funciones de pantallas de alta definición para el entretenimiento a bordo, las cuales también mostrarán imágenes de paisajes así como presentaciones empresariales, como si fuera el tablero de una sala de reuniones.