Meditación o mindfulness: sus diferencias y cuál es mejor

Mindfulness meditar
  • Estas son las diferencias principales entre meditación y mindfulness, y cómo y cuándo es el mejor momento para hacer una u otra. 
  • Puedes aunar ambas, potenciando esas diferencias y sacando así más provecho de los beneficios. 

La meditación cada vez está más de moda, pero en los últimos años se ha colado el concepto de mindfulness, marginando en ocasiones al, digamos, concepto clásico, ¿pero es realmente así o en el fondo no deja de ser un nombre moderno de la meditación? Lo que está claro son los beneficios para la mente y el cuerpo

Ambas técnicas a menudo se confunden, pero sí, efectivamente provienen de perspectivas diferentes, aunque comparten el objetivo de mejorar la calidad de vida. Veamos las diferencias y en qué caso es mejor practicar una u otra y cómo hacerlo. 

Qué es el mindfulness y la meditación

El mindfulness, traducido como atención plena en español, es un estado que permite vivir el presente con plenitud. Se logra al ser consciente de lo que sucede física y emocionalmente en el momento actual. 

Sin embargo, la meditación, considerada una medicina complementaria para la mente y el cuerpo, aborda cuestiones como el apego y el sentido de la vida, reduciendo el estrés y profundizando más en lo espiritual.

Por otro lado, el mindfulness implica centrar la atención en el momento presente, prestando atención a la respiración, pensamientos y emociones sin juzgarlos, y la meditación busca alcanzar un estado de tranquilidad diaria, observando el flujo de pensamientos y sensaciones sin apegarse a ellos.

Ejemplos de mindfulness y meditación

Cuanto haces mindfulness tienes que observar tus pensamientos, sintonizar el entorno, esperar antes de responder en una conversación y hacer ejercicio prestando atención a cada movimiento; en la meditación, hay más disciplinas, como la meditación guiada, con mantra, de atención plena y práctica de yoga.

¿Qué necesitas para practicar mindfulness y la meditación?

Para practicar mindfulness se requiere constancia y voluntad. La incorporación de esta práctica en la rutina diaria permite experimentar sus beneficios de manera más profunda. La formación en inteligencia emocional, coaching y mindfulness te ofrece herramientas para comprender las emociones, controlar el estrés y la ansiedad, y desarrollar la atención plena.

En cuanto a la meditación, basta una rutina diaria de 10 minutos para facilitarte la aplicación de la atención plena a lo largo del día. Al convertirse en un hábito, la mente y el cuerpo aprenden a vivir el momento presente, desarrollando la capacidad de responder con atención completa a las situaciones de estrés.

El momento ideal para ejercer la meditación o el mindfulness

Los expertos sugieren que el momento más propicio para meditar es entre las 4:00  y las 16:00 horas. Durante estas horas, el ángulo de 60° entre la tierra y el sol facilita el balanceo de las glándulas pineal y pituitarias, optimizando los resultados de la meditación. Sin embargo, dado el estilo de vida actual, la flexibilidad es clave, y meditar en cualquier momento es igualmente beneficioso.

Meditación matutina

Iniciar el día con meditación, especialmente a primera hora de la mañana, establece un tono positivo para las horas siguientes. Ayuda a eliminar el estrés acumulado durante la noche y prepara la mente para enfrentar los desafíos diarios. Puedes apoyarte en alguna aplicación de móvil, como Siente, que te sirve igualmente para mindfulness.

Meditación a mediodía

Realizar pausas breves de meditación durante el mediodía puede contrarrestar el estrés laboral y relajar los músculos después de horas frente a la pantalla. Esta práctica fomenta la creatividad y la concentración, mejorando la calidad de la jornada laboral.

Las ventajas si meditas al final del día

Terminar la jornada con meditación crea una barrera entre la vida laboral y personal, liberando la presión acumulada. La meditación vespertina reduce la ansiedad, renueva la energía y promueve una transición armoniosa hacia la vida fuera del trabajo.

Cómo elegir el momento adecuado

Lo primero es ser consistente y establecer una rutina diaria de meditación a la misma hora, ya que promueve la mejora los resultados. Sin embargo, como se ha apuntado, meditar por la mañana tiene un plus porque aprovecha la tranquilidad del amanecer, facilitando la concentración. 

No obstante, lo importante es que te apetezca o te acuerdes de meditar o de ejercer el mindfulness a cualquier hora. Con esta última es más sencillo aunque más complejo si lo aplicas durante el día, ya que esta técnica incluye la atención plena en todo momento de lo que estás haciendo, disfrutando también de ello, ya sea trabajando, lavándote los dientes o paseando y contemplando el cielo. 

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