Me llamo Alexa y me encantaba mi nombre hasta que llegó el asistente inteligente de Amazon

Alexa Nizam
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La autora se llama Alexa y está harta de que le pregunten qué tiempo hace.
La autora se llama Alexa y está harta de que le pregunten qué tiempo hace.

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  • Me llamo Alexa y de pequeña me encantaba mi nombre. 
  • Era así hasta que Amazon creó su asistente inteligente y le puso el mismo nombre.

De pequeña me encantaba llamarme Alexa. Aparte de una breve obsesión a los quince con el nombre Rebecca, siempre he estado contenta con él y nunca he tenido motivos para sentirme de otra manera.

Era así hasta que Amazon creó Alexa, el pequeño y omnipresente dispositivo que arrasó en todo el mundo en 2015.

Al principio, las referencias eran sutiles. La gente me preguntaba si me gustaba compartir mi nombre con un bot sabelotodo, y yo respondía que, aunque deberían haber elegido algo más misterioso, en realidad no me afectaba.

Fui muy ingenua.

Me conozco ya todos los chistes

Al cabo de unos años, las menciones aumentaron de verdad. Trabajé en unos grandes almacenes en 2018 y, al menos una vez al día, un cliente se burlaba de mi nombre. "¿Qué tiempo hace hoy, Alexa?". "¿Qué hora es, Alexa?". Algunos incluso decían cosas como: "Apuesto a que te hacen esas bromas todo el tiempo", como si ellos mismos no fueran parte de ello.

No podía pasar unas horas —y mucho menos un turno entero— sin que alguien dijera mi nombre.

Entonces llegó el meme "Esto es muy triste, Alexa pon 'Despacito'". Ese momento cultural fue el punto álgido de mi tormento: no podía presentarme a nadie sin tener un temido momento Amazon.

Algunos se mostraban comprensivos, otros seguían haciendo bromas, pero todos tenían que participar en mi desgracia.

El único resquicio de esperanza durante aquellos primeros años fue mi birrete de graduación. Había ido a la universidad en Texas y planeaba volver a mi ciudad natal de Los Ángeles después de graduarme, así que decoré mi birrete de graduación para que dijera: "Alexa, toca 'Going Back to Cali'". 

Fue como una pequeña victoria: si tenía que soportar chistes malos durante casi una década, al menos podía adueñarme del relato durante un breve, pero radiante momento.

En las reuniones virtuales, si alguien decía mi nombre, todo se volvía confuso

La época de la pandemia no ofreció ningún alivio. Uno podría pensar que trabajar desde casa ayudaría a que las referencias se ralentizaran, pero se equivocaría. Durante las llamadas de Zoom con los compañeros de trabajo, si alguien decía mi nombre, el dispositivo de alguien sonaba de fondo.

En casi todas las reuniones, había una distracción de un minuto para que escucháramos a Alexa decir: "Lo siento, tengo problemas para entenderte ahora mismo..." mientras todos se reían entre sí y esperaban a que terminara. Luego venía una ronda de "Lo siento mucho, debe de ser muy molesto", antes de olvidarse de ello y que pasara exactamente lo mismo en la siguiente llamada.

Y sí, por si te lo preguntas, esto me sigue ocurriendo. Tuve mi último incidente la semana pasada.

Los memes han disminuido y vuelvo a adorar mi nombre. En todo caso, poder decir "Alexa, como el bot de Amazon" hace que la gente lo recuerde mejor cuando la conozco. Y me ha ayudado a reducir las confusiones que solía generar todo el tiempo: Alexis, Alexia y Alex son (casi) cosa del pasado.

¿Preferiría que Amazon hubiese elegido un nombre menos conocido para su producto? Por supuesto que sí. Hay una razón por la que Apple optó por Siri (lo siento por los Siris que haya por ahí), y el dispositivo de Google se activa diciendo "Hey Google". Lo más irónico es que el dispositivo de Amazon puede llamarse de otra manera. En mi propio apartamento, mi dispositivo responde a "Echo" en lugar de "Alexa" para mantener el caos al mínimo.

A pesar de los altibajos, sigo estando orgullosa de llamarme Alexa. Pero, por favor, deja de preguntarme por el tiempo, ¿vale? La otra Alexa ya se encarga de eso.

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