Aunque todavía está en la escuela primaria, una niña australiana camino de ser multimillonaria podría alcanzar su dorada jubilación a la temprana edad de 15 años. 

Es la historia de Pixie Curtis, de 10 años, de edad, quien ha creado con su madre una empresa de juguetes que ya está repercutiendo ganancias espectaculares.

Con ayuda de su madre Roxy Jacenko, Pixie Curtis fundó la compañía juguetera Pixie´s Fidgets, un negocio lanzado en mayo y cuyos coloridos productos se agotaron totalmente en las primeras 48 horas. 

Ni siquiera es su "primera empresa", ya que su progenitora también creó una marca de accesorios para el cabello a su nombre cuando era solo un bebé, llamada Pixie's Bows. 

Ahora, las dos compañías, Pixie’s Fidgets y Pixie’s Bows, pertenecen a Pixie’s Pix, encargada de comercializar juguetes, ropa y accesorios infantiles.

"Puede retirarse a los 15 si quiere"

Su madre asegura en declaraciones a los medios de comunicación que este imperio de juguetes permitiría a Pixie jubilarse a los 15 años, edad en la que la mayoría de las personas no han terminado de estudiar, ni mucho menos han comenzado a percibir ingresos o cotizar para una futura pensión.

"No tendrás que preocuparte. Puedes jubilarte a los 15 en la forma en la que vas", declaró Roxy  a su hija durante una entrevista conjunta en la revista Stellar. El medio estimó que Pixie's Fidgets y Pixie's Bows ganarán unos 21 millones de dólares (20,3 millones de euros) en la próxima década.

"Lo más emocionante para mí es el espíritu emprendedor que tiene ella a una edad tan joven", apostilló.

 Roxy, que tiene varios negocios exitosos, incluido Sweaty Betty PR, vive con su esposo Oliver Curtis, con quien se casó en 2012. Ambos son padres de un niño de 6 años llamado Hunter y viven en una mansión de 6,6 millones de dólares en Sídney. 

La familia vive una vida de lujo: por el décimo cumpleaños de Pixie celebrado en agosto se llevó a cabo una fiesta de postín, mientras que la joven recibió regalos como unas chanclas de Balenciaga y un bolso de Prada. 

Otro de los regalos que la madre hizo a sus hijos fue un Mercedes Benz con características de seguridad adicionales para que los lleven al colegio, ya que los pequeños no tienen edad para conducir. 

La historia de Pixie ha causado furor en las redes sociales y acumula una legión de 100.000 seguidores en Instagram, donde ya percibe ingresos de más de 600 dólares por cada publicación patrocinada. 

Entre los próximos planes de la niña, insólitos para una persona de 10 años, destacan pasar unas vacaciones de lujo o llevarse a su madre de compras para que tenga ropa buena y extensiones de cabello.