6 cosas que hacen todos los niños con una elevada inteligencia emocional

Grupo de niños hablando entre ellos

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  • La educación que reciben los niños desde que son pequeños es crucial para ayudarles a alcanzar el éxito, encontrar su propósito en la vida y conseguir ser felices.
  • Según Reem Raouda, una experta en crianza, ha compartido las seis cosas que hacen todos los niños con una elevada inteligencia emocional.

Cuando uno es padre quiere que su hijo tenga buena salud, alcance el éxito, encuentre su propósito en la vida, se sienta feliz y sea buena persona. La educación que reciben los niños desde pequeños es crucial para ayudarles a encontrar su lugar en el mundo.

Garantizar estas cosas, o guiarles para que ellos mismos las consigan, puede ser más fácil si desarrollan habilidades de inteligencia emocional. Estas son la clave para ser feliz y lograr el éxito, según ha recogido CNBC en un artículo.

Reem Raouda, experta que ha fundado el programa de coaching para padres The Connected Discipline Method, ha compartido las seis cosas que hacen todos los niños con una elevada inteligencia emocional.

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Reconocer las señales no verbales

niño haciendo signos

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Los niños con una alta inteligencia emocional son capaces de captar los sentimientos de otras personas sin esfuerzo. Lo hacen a través de los gestos que perciben, las expresiones faciales, y todos los signos del lenguaje corporal.

Para que los niños desarrollen esta competencia se puede mantener conversaciones reflexivas con ellos sobre su día. Así podrás analizar la manera que tienen de percibir las emociones observadas, fortalecer su capacidad a la hora de leer las emociones y aumenta su confianza para comprender a los demás.

Mostrar empatía hacia los demás

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La cosa no solo se reduce a reconocer las emociones ajenas. Los niños que presentan una elevada inteligencia emocional también son capaces de mostrar empatía hacia los demás.

Especialmente cuando otra persona se muestra triste suelen ofrecer ayuda. Por ejemplo, cuando están jugando con otro niño, suelen animarle si percibe que no está del todo feliz. Es una característica que los más pequeños a veces adoptan al ver a sus padres actuar de esa misma manera.

Saber nombrar sus emociones

niña comiendo, niños

Compartir lo que sienten es también otra característica. Los niños emocionalmente inteligentes no tienen problema en expresar sus sentimientos en alto. No ven ningún problema, ni tampoco se sienten vulnerables, al compartir sus emociones.

Fomentar este rasgo en los niños se puede conseguir normalizando las conversaciones sobre sentimientos. De esta manera será más natural para los más pequeños hacer lo mismo. Así que empieza a etiquetar tus emociones para que tomen nota.

La habilidad número uno que más se pasa por alto en los niños con alta inteligencia emocional

Adaptarse con facilidad

Robot y niño se abrazan

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Cuando un niño es capaz de adaptarse con rapidez a los cambios de rutina, así como afrontar positivamente una noticia no tan buena, significa que posee una alta inteligencia emocional. Además muestra cierta madurez por su parte.

En lugar de sentirse decepcionado por un cambio de planes, encuentra una solución y le ve las cosas buenas a ese inconveniente. También son los padres quienes pueden ayudar a fomentar esta característica a partir de sus propios comportamientos.

Ser buenos oyentes

niños al colegio

Como ya se ha dejado caer antes, los niños emocionalmente inteligentes son capaces de captar señales que otros pueden pasar por alto, y que van más allá del lenguaje no verbal. Tienen más facilidad para encontrar el doble sentido de las palabras.

Para desarrollar esta habilidad es muy importante que escuches con atención cualquier historia que tu hijo quiera compartir contigo. Haz contacto visual, deja lo que estés haciendo y préstale la atención que necesita.

Poder autorregularse

Niños en una clase de pintura y dibujo

Los niños emocionalmente inteligentes son capaces de controlarse cuando sus emociones son fuertes. Por ejemplo, saben mantener la calma cuando ante situaciones difíciles, o a la hora de tomar decisiones importantes.

Existen varias maneras de inculcar este rasgo en tu hijo. Una forma es no sucumbir a reacciones bruscas cuando te enfades. Otra opción es gestionar esos sentimientos negativos con técnicas de respiración para incitar esa calma.

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