Cuando mi primer hijo era un bebé, me enorgullecía llevarlo a todas partes. Durante mi baja de maternidad, que era de seis meses y me parecía lo mínimo indispensable, salíamos a almorzar todos los días solo nosotros dos. Yo empujaba el cochecito, elegía un nuevo lugar para comer y él me hacía compañía en su carrito mientras jugaba o echaba una siesta.

A medida que crecía y se volvía más curioso, me di cuenta de que necesitaba ofrecerle más opciones de entretenimiento para evitar malos momentos, pero también estaba decidida a seguir exponiéndole a nuevos lugares y comidas.

Otra decisión que he tomado era evitar colocar a mis hijos frente a una pantalla (ya fuera un teléfono o una tablet) mientras comíamos. Mi decisión no se basó en estudios y no me preocupaba que pasasen demasiado tiempo frente a las pantallas, simplemente sentí que las comidas deberían ser sagradas para nuestra pequeña familia y un momento para conectar cuando el resto del día era tan caótico.

No estoy en contra del tiempo frente a las pantallas

No somos una familia que no ve la televisión. De hecho, cuando di a luz a gemelos en el apogeo de la pandemia, mi hijo que entonces tenía dos años pasaba bastante tiempo viendo Barrio Sésamo mientras tomaba un refresco, yo extraía leche y alimentaba a sus hermanas recién nacidas.

También los hemos llevado a ver un par de películas al cine, una experiencia que les encanta. Aunque no es algo cotidiano y depende de muchos factores como el clima, el cansancio y el estado de ánimo, a veces ven algún programa de espectáculos antes de cenar en casa.

Quiero que las comidas sean un momento en el que estemos todos juntos

Sé que sacar a los niños a comer es estresante y caótico. Tengo tres hijos con personalidades y necesidades muy diferentes. Sería mucho más fácil para mi esposo y para mí llevar tres tablets cuando planeemos una comida juntos para poder tener conversaciones adultas y una comida sin interrupciones.

Pero eso no me parece bien. Si hacemos el esfuerzo de salir a cenar a un lugar que nos guste a todos o cambiar de aires, quiero que estemos todos presentes y disfrutemos de la compañía de los demás.

Requiere algunos malabarismos. A menudo llevo una bolsa llena de pinturas y papel en blanco porque a mis hijos les encanta dibujar. Nos pedirán que juguemos al tres en raya con ellos o que les ayudemos a escribir una palabra nueva que estén aprendiendo.

He acumulado una colección de juguetes sin pantallas que traemos con nosotros. Tenemos toneladas de Wikki Stix, palos cortos cubiertos de cera no tóxica que les permiten hacer creaciones más allá de colorear. A mis hijos también les encanta GooToobz, que uso para aliviar el estrés cuando viajamos, Boogie Boards, que les permiten dibujar una y otra vez sin que tenga que traer una bolsa gigante de suministros, y DoodleJamz con sus superhéroes favoritos.

También hago una pregunta durante cada cena que todos deben responder, incluidos los adultos. Son indicaciones simples, pero nos hacen hablar y participar como una familia. Preguntas como: "¿qué fue lo que más te ha gustado del día de hoy?", "¿has aprendido algo nuevo?" o "¿ha habido algo que no te ha gustado hoy?"

Tenemos tablets para viajar, pero tenemos reglas estrictas al respecto

Cuando mis gemelos tenían dos años, planeamos nuestro primer viaje en avión como una familia de cinco. Me sentí intimidada por la logística y decidí comprar tres Kindle Fire para los niños. Son las tablets más frustrantes que he usado jamás y tenemos reglas estrictas sobre cuándo pueden usarlas.

Recientemente hemos descubierto Toniebox para los viajes en coche, que reproduce historias y canciones de sus personajes favoritos. También escuchamos Brains On, un podcast para niños sobre ciencia y salud.

No estoy aquí para decir que mi manera es mejor que la de los demás, y no juzgo a las personas que eligen usar pantallas durante las comidas. Ser madre es lo más difícil que he hecho en mi vida y sé que todos estamos haciéndolo lo mejor que podemos. Para nuestra familia, significa no pasar tiempo frente a las pantallas durante las comidas.