Oposiciones a registrador de la propiedad: todo lo que necesitas saber

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  • Se trata de una de las oposiciones más difíciles de aprobar, entre cinco y 10 años, pero también de las mejor pagadas.
  • Entre las funciones se encuentra dar calificación bajo responsabilidad de la legalidad de documentos relacionados con una propiedad.

Tiene fama de ser una de las oposiciones más complejas de aprobar, pero también de ser una de las mejor pagadas. Según el Colegio de Registradores, los opositores tardan una media de entre cinco años y 10 años en conseguir una plaza.

No es de extrañar, puesto que tiene un temario muy amplio y hay que superar varis pruebas de lo más exigentes.

¿Cómo son los exámenes?

La prueba se divide en cuatro ejercicios, dos de ellos son orales y los otros dos por escrito. Se dividen de la siguiente forma:

  1. Primer examen. Los opositores tendrán una hora para contestar oralmente a cerca de cinco temas que serán elegidos al azar. Tres de ellos son sobre Derecho Civil, Común y Foral, uno sobre Derecho Mercantil, y el restante de Derecho Administrativo o Procesal.
  2. Segundo examen. De nuevo, oralmente, tendrán 60 minutos para hablar de otros cinco temas. En este caso, tres son de Derecho Hipotecario, uno de Derecho Fiscal, y el restante es de Derecho Notarial.
  3. Tercer examen. Esta prueba por escrito cuenta con un tiempo máximo de seis horas en la que los estudiantes deben calificar un documento y redactar un informe en defensa de la nota. 
  4. Cuarto examen. Una vez más, con un límite de seis horas, deberán hacer un ejercicio práctico en el que tendrán que ejecutar una operación de liquidación y registro, hasta dejar inscrito o anotado un documento, o denegada o suspendida la inscripción o anotación.

Temario

Estas son unas oposiciones con un programa extenso que se divide en 372 temas, de los que 124 son de Derecho Civil, 61 de Derecho Mercantil:, 19 temas de Derecho Administrativo, otros 19 de Derecho Procesa, 82 temas de Derecho Hipotecario, 49 de Derecho Fiscal y 18 de Derecho Notarial.

¿Qué hace un registrador de la propiedad?

Ser registrador es una carrera de servicio público dependiente del Ministerio de Justicia. Como su nombre indica, consiste en efectuar el registro de la propiedad, o lo que es lo mismo, asignar de titularidad a una propiedad.

Entre las funciones se incluye la calificación bajo responsabilidad de la legalidad de documentos de toda clase en cuya virtud se solicite la inscripción, así como la validez de los actos dispositivos contenidos en las escrituras públicas. También autorizar los asientos que se practican en el Registro, dar publicidad del contenido de los asientos registrales, informar a los ciudadanos en materias relacionadas con el Registro o gestionar el funcionamiento de la oficina registral y la conservación del Archivo del Registro.

¿Cuánto cobra un registrador de la propiedad?

Esta profesión es conocida por ser una de las oposiciones mejor pagas, y es que el sueldo base se estima en torno a los 120.000 euros brutos anuales, aunque puede ser mucho más, en función del nivel de actividad que lleve el registrador.

Requisitos

Como cualquier oposición, para ser funcionario público existen una serie de requisitos a cumplir, como ser mayor de edad y tener la nacionalidad española. Además, en este caso es imprescindible ser graduado o licenciado en Derecho.

Aparte de esto, es necesario no haber sido separado del servicio de cualquiera de las Administraciones Públicas mediante expediente disciplinario, ni registrar ninguna de las causas de incapacidad del artículo 280 de la Ley Hipotecaria. 

Esto incluye: a los condenados a penas graves, a los procesados criminalmente contra los que se haya dictado auto de prisión, mientras no haya quedado sin efecto; a deudores al Estado o a fondos públicos, como segundos contribuyentes, o por alcance de cuentas y a  fallidos o concursados que no hayan obtenido rehabilitación.

Próxima convocatoria

Recientemente, el Boletín Oficial del Estado (BOE) anunció la convocatoria de 50 plazas para registradores de la propiedad, 45 son de acceso libre y 5 reservadas a personas con discapacidad. 

Para inscribirse es importante cumplimentar toda la documentación exigida y pagar las tasas del examen de la oposición, que suele rondar los 30 euros.

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