Las oposiciones más difíciles de aprobar en España: cientos de temas, pruebas eliminatorias y años de estudio
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- Aunque obtener un trabajo para toda la vida puede resultar atractivo, aprobar las oposiciones es un proceso difícil que requiere años de preparación y estudio.
- Estas son algunas de las oposiciones más duras de sacar en España, como Judicatura y Fiscalía o cuerpo diplomático.
Conseguir un trabajo que puedas mantener para toda la vida suena muy atractivo. Por eso y otros motivos, se convierte en el sueño y el objetivo de muchas personas.
Sin embargo, antes de lograr el empleo público hay que pasar por las oposiciones, que se presentan como un obstáculo que pone a prueba a los candidatos y les exige un importante esfuerzo en forma de una enorme cantidad de horas de estudio, mentalización, preparación y sacrificios.
Si bien en todos los casos es necesario compromiso, dedicación y motivación durante bastante tiempo —la media para estudiar una oposición está en 6 años—, no todas las oposiciones implican el mismo grado de dificultad.
¿Cuáles son las oposiciones más difíciles de España?
Las de auxiliar administrativo del Estado, celador, subalternos u ordenanzas y para Correos pueden llegar a considerarse como oposiciones que son relativamente más fáciles de sacar.
En el lado contrario se encuentran las oposiciones más duras de España, que añaden como dificultades previas los siguientes factores (varios de ellos o todos): la necesidad de títulos superiores (no solo la ESO), una mayor dificultad de las pruebas, menor frecuencia de convocatorias, un gran volumen del temario o requisitos de acceso más exigentes.
A partir de estos criterios, este es un posible ranking de las oposiciones más difíciles de sacar en España —no necesariamente en ese orden—:
Jueces y fiscales
Seguramente hay consenso en que las oposiciones tanto para ser juez como para ejercer de fiscal son de las más difíciles que hay en España, aunque también de las más atractivas por las condiciones laborales (sueldo incluido) que pueden aportar una vez aprobadas.
En primer lugar, son de las más competitivas, con las personas candidatas intentando entrar entre los entre las 1.300 primeras con mayor nota. Además, hay que preparar muy bien los 328 temas que incluye a lo largo de una amplia diversidad de materias, como Derecho Constitucional, Civil, Penal, Procesal, Mercantil y Administrativo o Laboral.
Los ejercicios que hay que superar se desglosan en un examen tipo test de 100 preguntas y 2 exámenes orales, de una hora cada uno.
Abogacía del Estado
La de Abogacía del Estado es otra de las oposiciones consideradas de las más difíciles de aprobar en España, ya que tiene el programa más extenso de todas: 465 temas de Derecho Civil, Laboral, Mercantil, Procesal, Penal, Tributario, Internacional...
A eso se suma la necesidad de poseer el título de Derecho y un proceso de selección dividido en 5 ejercicios y con una duración que puede superar las 10 horas: 2 exposiciones orales (la primera, de 8 temas y la segunda, de otro), un aprueba de idiomas y 2 resoluciones de casos prácticos.
Notaría
En España, son especialmente difíciles de sacar también las oposiciones a una notaría, para las que igualmente se requiere el título de Derecho.
En este caso, los aspirantes deben preparar unos 370 temas que requieren un estudio de varios años, con un alto nivel de exigencia y una estructura similar a la anterior de diferentes pruebas: 2 exámenes orales, un caso práctico que puede durar 6 horas y, finalmente, la redacción de una escritura pública y la resolución de un problema de contabilidad de matemáticas financieras.
Registro de la propiedad
Si se tiene en cuenta el volumen del temario y el número y tipo de pruebas, no hay mucha diferencia en dificultad de las oposiciones a notario con la de registrador de la propiedad.
Con un temario de alrededor de 350 pruebas, la persona que busque conseguir una plaza deberá enfrentarse a 5 pruebas: una exposición oral sobre 5 temas elegidos al azar, otro ejercicio oral sobre otras materias y, si se superan estas, la calificación de un documento y redacción de un informe en 6 horas, y un examen práctico.
A todo ello se añade una particularidad extra para sacar las oposiciones de registro de la propiedad en España: después de la primera hora, si considera que a la persona candidata le falta preparación, el tribunal puede interrumpirla y excluirla del proceso.
Cuerpo diplomático
Las oposiciones al cuerpo diplomático pueden ser menos conocidas que las anteriores, pero presentan suficientes argumentos para entrar en un ranking de las más difíciles de España.
En especial, la dureza parte de las pocas plazas que se ofrecen en las convocatorias y la alta exigencia del tribunal evaluador, sumado después a la responsabilidad que implica un cargo que incluye funciones de representación del Estado.
Además, el proceso de selección contiene 2 fases diferenciadas: un conjunto de ejercicios de cultura general —con prueba de idioma, entrevista, comentario de texto y examen— y una segunda parte también eliminatoria consistente en un curso selectivo para funcionarios en prácticas.
Suele haber bastante consenso en que estas 5 oposiciones se encuentran entra las más difíciles de sacar en España, pero hay otras que pueden seguirlas de cerca.
Es el caso de los procesos para Inspección de Hacienda, que incluyen 5 ejercicios eliminatorios (un cuestionario, casos prácticos, traducción de un texto y exposiciones orales); para ser inspector de Trabajo y Seguridad Social (con 4 bloques diferentes para desarrollar temas por escrito o de forma oral, así como un caso práctico y una prueba de idiomas, aunque no todos son obligatorios) y para interventores y auditores del Estado (uno de los procesos más largos, con 6 ejercicios en forma de test, casos prácticos, examen de idiomas, preguntas y exposición oral).
También suelen ser consideradas especialmente duras las oposiciones para el cuerpo de letrados de la administración de Justicia (unos 250 temas y 3 ejercicios eliminatorios), para secretarios e interventores locales (145 temas para estudiar y 4 ejercicios) y para Sanidad (un proceso que requiere 8 años de media).
En cualquier caso, la dificultad de las oposiciones es un concepto relativo y subjetivo que depende de cada persona y de múltiples factores.
Así, los procesos para Guardia Civil, Policía Nacional y ayudantes de instituciones penitenciarias podrían ser consideradas de las más fáciles con base en la cantidad de convocatorias que se abren, pero al mismo tiempo son de las más duras en aspectos como el físico o las pruebas que hay que superar para aprobarlas.
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