Tus tatuajes podrían contener partículas potencialmente dañinas para tus células, según una nueva investigación

tatuaje

Puede que este arte ancestral se haya vuelto hoy en día tan extendido que haya perdido su efecto provocador. Pero a pesar de su popularidad (y de la regulación) algunos aspectos relativos a los componentes necesarios para dejar marcada tu piel podrían estar pasando desapercibidos.

Así lo pone de manifiesto un grupo de investigación de química inorgánica de Binghamton, la universidad estatal de Nueva York (EEUU). Tras analizar casi un centenar de tintas de tatuaje el equipo encontró que incluso cuando estos productos incluyen una etiqueta de ingredientes, los listados no siempre son precisos. 

“La idea de este proyecto surgió inicialmente porque estaba interesado en lo que sucede cuando se usa luz láser para eliminar tatuajes”, indica John Swierk, investigador principal del proyecto. “Pero luego me di cuenta de que en realidad se sabe muy poco sobre la composición de las tintas para tatuajes, así que comenzamos a analizar marcas populares".

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La investigación, presentada a finales de agosto la reunión  de la American Chemical Society (ACS), reveló otros resultados más alarmantes. También se detectaron pequeñas partículas que podrían ser  potencialmente cancerígenas.

Compuestos no declarados y partículas capaces de atravesar  la membrana celular 

Las tintas para tatuajes son partículas de pigmentos suspendidas en una solución de agua. Como explican en el trabajo, el primero puede ser un compuesto molecular como un pigmento azul; un compuesto sólido como el dióxido de titanio, que es de color blanco; o una combinación de los dos tipos de compuestos, como la tinta azul claro. 

La solución portadora transporta el pigmento a la capa intermedia de la piel y, por lo general, ayuda a que el pigmento sea más soluble. También puede controlar la viscosidad de la solución de tinta y, a veces, incluye un ingrediente antiinflamatorio.

Utilizando una variedad de técnicas, como la espectroscopia Raman, la espectroscopia de resonancia magnética nuclear y la microscopia electrónica, el equipo de Swierk analizó el tamaño de las partículas y la composición molecular de los pigmentos para tatuajes.

Dicha tecnología permitió revelar la presencia de ingredientes que no figuraban en algunas etiquetas. Por ejemplo, el etanol no figuraba en la lista, pero el análisis químico mostró que estaba presente en una de las tintas. 23 de 56 tintas evaluadas sugieren que la presencia de un tinte que contiene azo.

En Europa más del 60% de los colorantes en uso para tintas de tatuaje son pigmentos azoicos, según un informe del Centro de Investigación Conjunta de la Comisión Europea publicado en 2016. 

"Algunos de los cuales pueden liberar aminas aromáticas cancerígenas. Esta degradación puede ocurrir en la piel, particularmente bajo la exposición a la radiación solar, ultravioleta o irradiación láser", alertó entonces el documento.

 

"Cada vez que mirábamos una de las tintas, encontrábamos algo que me detenía”, asegura Swierk. Además, el equipo analizó 16 tintas mediante microscopía electrónica y aproximadamente la mitad contenía partículas de menos de 100 nm. “Ese es un rango de tamaño preocupante”, señala el investigador. “Partículas de este tamaño pueden atravesar la membrana celular y potencialmente causar daño”.

Para este trabajo el equipo también entrevistó a tatuadores para conocer qué sabían sobre las tintas que usan en sus clientes. Si bien podían identificar rápidamente una marca preferida, no sabían mucho sobre su contenido.

“Sorprendentemente, ninguna tienda de tintes fabrica pigmentos específicos para la tinta del tatuaje”, explica Swierk. “Las grandes empresas fabrican pigmentos para todo, como pintura y textiles. Estos mismos pigmentos se utilizan en las tintas para tatuajes”.

Para acabar con este desconocimiento y evitar riesgos potenciales en los tatuajes los investigadores de Binghamton han creado la web What's in My Ink?(¿Qué hay en mi tinta?, en español) donde recopilan información sobre el contenido de algunas de las tintas más populares.

La regulación de tintas de tatuaje en España

Chica haciendo un tatuaje

Getty Images

Las tintas para tatuaje y maquillaje permanente se consideran productos de cuidado personal y, en España. Su comercialización como producto de estética requiere de una autorización previa por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). 

Para ello se debe presentar la documentación relativa al producto, que incluye aspectos relativos a la seguridad: información técnica, estabilidad, esterilidad, información analítica e información toxicológica.

Sobre esto, el pasado mes de enero entró en vigor una medida por la que desde Europa se prohibe el uso de más de 4.000 productos químicos peligrosos presentes en mezclas para tintas de tatuajes y micropigmentación.

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Entre estas sustancias químicas restringidas se encuentran determinados colorantes azoicos, aminas aromáticas carcinógenas, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), metales y metanol. Si bien las nuevas normas se aplicarán a nivel europeo a partir del 4 de enero de 2022, en el caso del pigmento azul 15:3 y el pigmento verde 7, será partir enero de 2023.

Con ello desde la UE se espera que se reduzcan las reacciones cutáneas alérgicas e inflamatorias. Desde el organismo también apuntan que podrían disminuir los efectos más graves de estos químicos, como el cáncer, el daño a nuestro ADN o al sistema reproductivo.

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