La crisis de 2008 revela que las pymes enfocadas al futuro del trabajo, la reingeniería del sistema de salud o la localización de suministros serán las más rentables para los inversores en los próximos 2 años

Traders siguen atentamente la jornada en Wall Street.
  • La última recesión global fue provocada por la crisis financiera global en 2007 y 2008. Así, cabe preguntarse cuál será el impacto en las empresas pequeñas y medianas respaldadas por el private equity y el capital riesgo.
  • Las mejores rentabilidades para este tipo de vehículos en el mercado en los últimos 15 años fueron en 2008 y 2009, justo en medio de la última crisis. 
  • Se demostró que el comportamiento fue mejor que el de otro tipo de productos por una serie de razones: “los inversores de private equity pudieron beneficiarse de las valoraciones más bajas en los años posteriores a la gran recesión y, en segundo lugar, las pequeñas y medianas empresas en las que invirtieron las firmas de private equity fueron aquellas que ya habían sobrevivido a la crisis financiera, lo que demuestra claramente la resistencia de sus modelos de negocio”, según Unigestion.
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La pandemia del COVID-19 ha arrasado por completo a los mercados. Las clases de activo han sufrido un importante correctivo, mientras que se espera una de las mayores crisis económicas de los últimos 100 años

Aunque su impacto total es incierto y no será cuantificable por algún tiempo, ya ha se ha podido visualizar un despertar masivo por parte de los inversores, que han recuperado cierta confianza por las medidas acomodaticias de los bancos centrales. 

Con todo, se espera que muchos PIB experimenten contracciones de una magnitud nunca antes vista. La última recesión global fue provocada por la crisis financiera global en 2007 y 2008. Así, cabe preguntarse cuál será el impacto en las empresas pequeñas y medianas respaldadas por el private equity y el capital riesgo. ¿Pueden generar oportunidades?

Previamente, para poner en composición de lugar, el private equity es un tipo de actividad financiera que consiste en la adquisición, por parte de una entidad especializada en capital inversión, del paquete mayoritario de acciones de una compañía. La entidad de private equity se convierte de esta manera en el propietario mayoritario de la sociedad, normalmente de forma temporal, ya que transcurrido un tiempo se suele realizar la venta de las acciones compradas.

Las mejores rentabilidades para este tipo de vehículos en el mercado en los últimos 15 años fueron en 2008 y 2009, justo en medio de la última crisis. 

Esto vino motivado por los tipos más bajos. Se demostró que el comportamiento fue mejor que el de otro tipo de productos por una serie de razones. “Los inversores de private equity pudieron beneficiarse de las valoraciones más bajas en los años posteriores a la gran recesión y, en segundo lugar, las pequeñas y medianas empresas en las que invirtieron las firmas de private equity fueron aquellas que ya habían sobrevivido a la crisis financiera, lo que demuestra claramente la resistencia de sus modelos de negocio”, según exponen desde Unigestion. 

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Las oportunidades durante los próximos dos años, también en España

Siguiendo este esquema, Christian Böhler, analista de private equity en Unigestion, considera que los próximos uno o dos años proporcionarán “condiciones similares para los inversores en pequeñas y medianas empresas”, generando importante posibilidades de crecimiento en el plano de la inversión.

Tanto es así que esperan ver impulso en algunas pequeñas y medianas empresas que cumplan estas características: aquellas con necesidades de liquidez inmediatas (por ejemplo, recapitalización donde la deuda no está disponible); spinouts de conglomerados tensionados; empresas en crecimiento que requieren capital para beneficiarse de las oportunidades de expansión transformacional; o compañías que se están consolidando en mercados fragmentados y necesitan financiación para crecer frente a las dificultades.

Se trata de una situación que tampoco es ajena al mercado español. De hecho, la Asociación de Capital, Crecimiento e Inversión (Ascri), ante la presente crisis, ha reivindicado el papel de la sociedad civil, de las empresas y de la industria del capital riesgo y el private equity. Muchas empresas participadas por capital privado operan en sectores esenciales, mientras que otras han visto totalmente cerrada su actividad desde el inicio del estado de alarma, por lo que el objetivo es que puedan reabrir tan pronto como las condiciones lo permitan.

Así, la actividad está centrada en garantizar la supervivencia de las compañías y la elaboración de planes de contingencia y continuidad, centrándose en la generación de liquidez y, tal y como destacan, tomando medidas dolorosas cuyo único objetivo es sobrevivir y poder resurgir con fuerza, como ya se pudo observar durante la última crisis financiera.

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En territorio español hay algunos fondos de inversión que se centran en el entorno de las small caps (empresas de pequeña capitalización) y que ya demostraron grandes rentabilidades en el pasado. Algunos ejemplos serían el Santander Small Caps, gestionado por Lola Solana, con exposición a empresas como CAF, Zardoya, Faes Farma o Vidrala; el Renta 4 Small Caps, que mantiene posiciones en Rovi o Applus; o el Ibercaja Small Caps, con apuestas en empresas de baja capitalización en España como Aedas Home.

Sin embargo, a buen seguro este tipo de vehículos se aprovechará de las oportunidades que se suelen generar en el espacio de las compañías de mediana y pequeña capitalización, gracias al embarque del private equity y capital riesgo. Según José Luis Herrera, analista independiente, a buen seguro “emergerán nuevas empresas que los gestores pondrán en su radar y que proporcionarán rentabilidades superiores a doble dígito”.

Las tendencias del futuro

En cuanto a temáticas, hay algunas megatendencias generales como la evolución de la demografía y el progreso tecnológico, que son sólidas, según expone Böhler. La crisis de COVID-19 y sus implicaciones han generado atractivo en varias de estas tendencias en las últimas semanas. 

El bloqueo, la cuarentena, el autoaislamiento y el teletrabajo o el estudio desde casa se han “convertido en la nueva norma para miles de millones de personas en todo el mundo”, apunta el experto. 

En este sentido, varias de las oportunidades de inversión de la gestora como el "futuro del trabajo", la "reingeniería del sistema de salud" y "localización de los suministros", están recibiendo un impacto positivo por esta situación actual. Dinámicas que seguirán al alza en los próximos años.

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