El bitcoin vuelve a desplomarse en los mercados: qué se esconde tras las últimas caídas y qué puede esperarse para su precio a partir de ahora

El bitcoin parece vivir en una montaña rusa permanente, aunque su sesgo alcista aún no ha cesado. 

Los precios de la criptomoneda de referencia conquistaron máximos históricos por encima de los 64.000 dólares confirmando el descomunal apetito por parte de los inversores por este mercado.

Especialmente, tras la salida a bolsa de Coinbase, que resultó ser todo un éxito en su primer día de cotización con repuntes en el precio de sus acciones de más del 30%.

Sin embargo, esa dinámica de precios ascendentes se vio mermada durante el pasado domingo con el descenso del 15%. Una caída que se unió a las de otros tokens como Ethereum y Ripple. 

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Estos movimientos bajistas han vuelto a situar en el centro de la diana las perspectivas para la criptodivisa de referencia. Sobre todo, a la hora de cuáles son los factores que se esconden tras este sonado retroceso y qué puede esperarse a partir de ahora pensando en el futuro: si viene más recorrido al alza o no. 

Los miedos a la regulación, el sobrecalentamiento y los factores idiosincráticos son las razones fundamentales

A medida que los activos digitales avanzan aún más con los inversores minoristas e institucionales, los reguladores de todo el mundo se están interesando más en este segmento del mercado, según informa la agencia Bloomberg.

Por ejemplo, a finales de la semana pasada el banco central turco aseguró que prohibiría su uso como forma de pago a partir del 30 de abril y que impediría su utilización para las empresas que manejan pagos y transferencias electrónicas. 

Igualmente, se especuló sobre que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos estaba listo para tomar medidas enérgicas contra el blanqueo de capitales a través del mercado de criptomonedas. Algo que la propia administración desmintió. 

Pero también se ha especulado con que otros bancos centrales pueden ejercer su presión regulatoria contra estas monedas virtuales con la creación de divisas digitales como el yuan en China o la prohibición de la minería de criptomonedas en Mongolia. 

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"Veremos más regulaciones en camino", asegura en Bloomberg Eva Ados, estratega jefe de inversiones de la gestora de activos ERShares. “Los inversores deben tener mucho cuidado, porque creemos que va a haber más volatilidad en el futuro”, añade. 

A todo esto, hay que sumarle la gran sobreexcitación que ha tenido este mercado en los últimos tiempos. Cualquier gran repunte ofrece potencial para que se produzca una corrección en los precios.

“Esto no deja de ser más que una corrección saludable”, expone Michael Novogratz, fundador de Galaxy Digital, en su cuenta de Twitter al alegar que los últimos movimientos responden a una toma de beneficios para coger más impulso. 

Asimismo, otro punto que sumar a esta tendencia tiene que ver algunos factores idiosincrásicos que habría sufrido el bitcoin como tal. 

La web especializada en el mercado crypto, CoinDesk, informó que los cortes de energía en partes de China habían eliminado una cantidad significativa de capacidad minera de bitcoin, lo que redujo el poder de procesamiento general de la red de la criptomoneda.

“Además, el bitcoin se vuelve loco los fines de semana porque es uno de los pocos mercados abiertos trading", comenta Kyle Rodda, analista de mercado de IG. "Y ha perdido algo de poder de compra”, agrega.

La perspectiva del bitcoin de cara al futuro

El problema con cualquier tipo de predicción de precios para las criptomonedas es que no hay muchas métricas fundamentales para establecer una ruta clara hacia dónde se puede dirigir esta clase de activos. Hay una enorme especulación. 

Menos del 2% de las cuentas controlan el 95% de la oferta disponible, según la web de análisis Flipside Crypto. Eso significa que un gran tenedor puede tener un impacto descomunal en el mercado aún sin liquidez.

Una diferencia clave con respecto al colapso que se produjo en 2017, asegura Bloomberg, es que una amplia gama de inversores institucionales ahora tiene alguna posición dentro del mercado. Brevan Howard Asset Management se convirtió la semana pasada en la última gestora de fondos que se decidió a invertir en activos digitales.

En una señal más del creciente interés entre los fondos institucionales: tanto Morgan Stanley como Goldman Sachs ahora planean ofrecer a sus clientes acceso a inversiones en criptomonedas. 

En enero, los analistas de JPMorgan sugirieron que el bitcoin tenía el potencial de alcanzar los 146.000 dólares a largo plazo, un objetivo que recientemente redujeron a unos 130.000 dólares.
“La pasión por las criptomonedas en el corto plazo es realmente profundo”, escribe Chris Weston, analista de Pepperstone, en una nota a los clientes. “Sin embargo, las caídas están claramente fundamentadas”, concluye.