Estas son las cuatro preguntas esenciales que hace en sus reuniones individuales el CEO de Outbrain Rafael Amieva

Rafael Amieva Guerra, CEO de la empresa de marketing digital Outbrain en España, es enemigo acérrimo de la frialdad. Desde que ha estado a cargo de otras personas en su puesto de trabajo, Amieva ha defendido la comunicación con los trabajadores más allá de la típica charla de negocios fría e impersonal que desde tiempos remotos ha sido la norma en las empresas. 

"Yo soy muy fan de los one to one", asegura en la mesa redonda organizada para el primer CEO Talks Meeting por Business Insider España. Este formato de reunión se traduce como "reunión uno a uno" y surge de una vertiente más moderna del liderazgo en empresas. Busca acercarse al empleado más como una persona con problemas y vida fuera de la empresa, en vez de tratarlo solo como un trabajador más. 

En ellas, el jefe busca conocer mejor al que tiene delante, sus frustraciones, sus aspiraciones y los retos que enfrenta fuera del trabajo, en la medida en que esa persona esté dispuesta a compartir ese tipo de información. También están pensadas para que el empleado conozca un poco mejor a su jefe y desarmar la frialdad con la que a veces están recubiertas este tipo de relaciones laborales. Todo esto sin dejar de lado que la relación es la que es (de jefe y subordinado) y que se limita al entorno laboral. 

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"Yo prefiero los 1:1 que no tratan solo de negocios, sino de los que buscan hablar de las personas, de ver cómo le van las cosas a mi empleado", explica Amieva. En un entorno empresarial donde a veces prima el resultado económico y la rapidez de ejecución, tomarse un tiempo para conocer a la otra persona puede ser revolucionario. 

En una de estas reuniones, el CEO de Outbrain España intenta abordar cuatro temas: "Siempre pregunto cómo estás, luego les pido que me den feedback de cómo estoy haciendo yo mi trabajo, luego les doy feedback de cómo están haciendo el suyo, y finalmente intento indagar para ver en qué les puedo ayudar yo. Esas cuatro cosas siempre están presentes en mis reuniones". 

Generar un ambiente de confianza previo

Para que estas reuniones tengan efecto hace falta que los trabajadores se sientan con libertad para hablar de los problemas que tienen dentro y fuera de la empresa. Eso no es tan fácil como puede parecer: hace falta crear un entorno seguro en el que el trabajador sienta la libertad suficiente como para poder expresar sus opiniones sin ser castigado por ello. 

 "La gente no tiene por qué compartir temas más personales. Sin embargo, sí es cierto que cuando tú creas ese clima de confianza, la gente se siente escuchada, se abre mucho más a contarte temas que en el día a día nunca te va a contar", afirma Amieva antes de contar una experiencia personal que le hizo reafirmarse en su filosofía de liderazgo. 

La revelación se dio después de un ascenso. Una de las primeras cosas que tenía pendientes de hacer encima de la mesa era llevar a cabo el despido de un trabajador, un comercial de la empresa para la que trabajaba. Ya estaban hechos todos los papeles necesarios, solo faltaba la firma y la confirmación. "Yo veía el proceso que se había llevado a cabo y tenía lógica", dice Amieva. "Pero antes de hacer el despido definitivo se me ocurrió sentarme con él y preguntarle: ¿qué te ha pasado?". 

"Hemos notado que ha bajado muchísimo tu rendimiento, antes eras uno de los líderes del equipo", cuenta que le dijo al trabajador. La respuesta del trabajador fue reveladora, aunque Amieva no habla concretamente de ella. Solo dice: "Cuando me explicó su drama personal, de repente dije, ostras, no podemos despedir a esta persona, y paré el proceso". 

"Os cuento esto", explica a la audiencia, "porque, aunque no podemos esperar que todos nos cuenten sus problemas más íntimos, si creas ese clima de confianza en el que hablas con las personas, no solo de negocios, sino de sus aspiraciones personales y de otros temas, la gente al final es generosa contigo y se abre", sentencia Amieva. 

Y deja una reflexión sobre la importancia de la honestidad en las organizaciones empresariales: "Yo siempre digo al equipo que necesito su feedback, que cuestionen mis decisiones, porque es la única manera en la que puedo crecer como jefe y es la única manera en la que podemos crecer todos como grupo. Las organizaciones que son complacientes es el fracaso, están destinadas al fracaso, tenemos que cuestionarnos, y para eso hay que generar ese clima de confianza".