Un equipo de investigación español se está planteando si la contaminación podría propagar el COVID-19, y existen indicios de que podría ser así

La famosa nube de polución de Madrid.
La famosa nube de polución de Madrid.

Reuters

  • Una investigación de la Universidad de Cantabria, junto con otros grupos de Reino Unido y Portugal, está estudiando si la contaminación puede propagar el coronavirus.
  • El equipo liderado por Ignacio Fernández Olmo, catedrático de Ingeniería Química, lleva años tomando muestras para analizar la contaminación del aire y ahora la metodología será muy parecida: “En un filtro, recogemos las partículas que están suspendidas y que respiramos, incluyendo los virus y, por lo tanto, SARS-CoV-2”, comenta. 
  • Los expertos, de todas formas, consideran poco probable que la contaminación ayude a propagar el virus y que, aunque lo hiciera, será algo insignificante. Sin embargo, no descartan que la mala calidad del aire pueda agravar cualquier enfermedad respiratoria. 
  • Olmo sostiene que en las poblaciones más expuestas a partículas en suspensión en años anteriores al COVID-19 en Estados Unidos han dado lugar a un mayor número de ingresos por coronavirus y por ese motivo quieren probar si existe alguna relación así en España. 
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Desde que comenzó la pandemia del coronavirus, muchos epidemiólogos se han preguntado si la polución ha podido agravar o ha contribuido a aumentar el número de casos graves y fallecimientos.

Hay muchos estudios detrás que parecen corroborar esta relación, pero es cierto que no existe una respuesta clara. Eso sí, parece que una publicación en Science confirma que el coronavirus se transmite por el aire porque queda suspendido atrapado en los aerosoles que exhalamos.

Las dudas son evidentes y por ese motivo ha aparecido una investigación de la Universidad de Cantabria, junto con otros grupos de Reino Unido y Portugal, está estudiando si la contaminación puede propagar el coronavirus, de la que se ha hecho eco El Confidencial.

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El equipo liderado por Ignacio Fernández Olmo, catedrático de Ingeniería Química, lleva años tomando muestras para analizar la contaminación del aire y ahora la metodología será muy parecida: “En un filtro, recogemos las partículas que están suspendidas y que respiramos, incluyendo los virus y, por lo tanto, SARS-CoV-2”, comenta. 

Los expertos, de todas formas, consideran poco probable que la contaminación ayude a propagar el virus y que, aunque lo hiciera, será algo insignificante. Sin embargo, no descartan que la mala calidad del aire pueda agravar cualquier enfermedad respiratoria. 

Olmo sostiene que en las poblaciones más expuestas a partículas en suspensión en años anteriores al COVID-19 en Estados Unidos han dado lugar a un mayor número de ingresos por coronavirus y por ese motivo quieren probar si existe alguna relación así en España. 

Además, el proyecto también tiene la intención de saber cómo ha incidido la pandemia tanto en la calidad del aire como en si los vehículos contribuyen a la transmisión del virus. 

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