Así es el protocolo Blueprint, el sistema de un millonario con el que ha rejuvenecido 5 años

En la búsqueda constante de la fuente de la juventud, el empresario y multimillonario Brian Johnson ha copado titulares al afirmar que redujo su edad biológica en 5,1 años en 2021, marcando un supuesto récord mundial de rejuvenecimiento. Este logro se atribuye al protocolo Blueprint, un enfoque integral que aborda la nutrición, el ejercicio, el descanso y una extensa lista de más de 100 suplementos diarios. 

Pero, ¿hasta qué punto estas afirmaciones están respaldadas por la evidencia científica? Lo cierto es que en su web, Bryan Johnson pormenoriza todo el programa: qué toma, cómo, qué hace, las pruebas, los estudios, resultados médicos, etc. Su objetivo final es ¿de ciencia-ficción? Quiere llegar a una edad biológica de 18 años. Por ahora, al menos su capacidad pulmonar es de esa edad y su corazón es el de un sujeto de 37 años.

Edad cronológica frente a biológica

La distinción entre la edad cronológica y biológica es fundamental para comprender las afirmaciones de Johnson. La edad cronológica es inalterable, pero la biológica es maleable y refleja el estado de nuestro cuerpo. Johnson, según su relato y experiencia, aplicó su protocolo durante 7 meses, evidenciando mejoras en parámetros como la edad epigenética, que disminuyó de 47 a 42,5 años.

Sin embargo, la medición de la edad biológica es un terreno delicado y los relojes epigenéticos, aunque prometedores, son sensibles a factores como el estrés y las variantes genéticas. Además, la falta de consenso en los algoritmos utilizados plantea interrogantes sobre su precisión.

La nutrición, siempre la nutrición

La nutrición es un pilar central en el protocolo Blueprint, con Johnson adoptando una dieta baja en calorías y casi vegetariana, si bien este último factor ha sido una decisión más personal que necesaria. La restricción calórica, aunque beneficia a quienes tienen sobrepeso, puede plantear desafíos para aquellos con un buen equilibrio músculo-grasa. 

En cuanto a los suplementos, Johnson consume más de 100 diariamente, algunos respaldados por evidencia sólida, como la creatina, el omega-3, magnesio, péptidos de colágeno, melatonina o vitamina D, mientras que otros, como la aspirina o metformina, carecen de respaldo claro. 

La suplementación excesiva plantea cuestionamientos sobre la eficacia real y los posibles riesgos, aunque el costo no sea un problema para Johnson, que se gasta más de 2 millones de dólares al año en su lucha contra el tiempo. No tendrá problema en seguir y seguir, porque vendió su empresa Braintree por 800 millones de dólares y sigue generando mucho dinero en otros negocios.

Su rutina, mezcla de monacal y militar

El enfoque de Johnson en el ejercicio equilibra fuerza, cardio y movilidad, siendo su rutina de entrenamiento una combinación de variados ejercicios. Sin embargo, la repetitividad en la rutina de fuerza puede sugerir una falta de variedad, como apunta en Marcos Vázquez, un referente en ejercicio y nutrición basado en evidencias científicas, en el vídeo dedicado a la noticia en su canal de YouTube de Fitness Revolucionario. 

El descanso ocupa un lugar destacado en el protocolo, con énfasis en la sincronización circadiana, minimización de la luz artificial y condiciones óptimas para el sueño, durmiendo en total oscuridad y en una temperatura óptima, en un ambiente más bien fresco. Sus horarios son monacales: se despierta a las 5:00 horas, como en una única toma a las 11:00 horas (o bien toda ingesta entre las 6:00 y las 11:00 horas) y se va a dormir a las 20:30 horas. 

Sacrificio versus logros

La longevidad preocupa a casi todos los seres humanos, sobre todo en el mundo occidental, cada vez más, y quien más y quien menos intenta retrasar el envejecimiento lo más posible, ya sea al menos con tratamientos faciales, ejercicio y una dieta sana. Sin embargo, el dinero y sacrificio que supone ir más allá, hace que aún retrasar el envejecimiento sea cosa de millonarios, ¿o no?

Bryan Johnson, como apunta Marcos Vázquez, que acaba de publicar precisamente un libro sobre longevidad (Vive más), no parece que disfrute del camino, sino que es un sacrificio en pos de un fin, en vez de un medio para vivir más, pero más feliz y con mayor calidad de vida. Lo que es innegable es que su empeño las 24 horas al día está dando y dará muchos datos, certezas y descartes para lograr a gran escala lo que él: dar la vuelta al reloj biológico.