Las provincias donde están más baratos los coches eléctricos

Los coches eléctricos han llegado para revolucionar el mercado, pero para la mayoría de los conductores existe una gran barrera de acceso a esta nueva forma de movilidad: el precio. Tanto los vehículos 100% eléctricos como los híbridos tienen un coste inicial bastante más elevado.

Aunque poco a poco se están abaratando, la brecha sigue ahí y es palpable. Según el informe Global EV Outlook 2022 de la Agencia Internacional de la Energía, de los 6,6 millones de coches que se vendieron en 2021 híbridos o 100% eléctricos en todo el mundo, el precio medio fue un 50% más caro que los coches de combustión tradicionales. 

Por ello, una buena opción es inclinarse por el mercado de ocasión, con precios bastante más económicos. ¿Pero hay diferencia según dónde se compre el vehículo? Pues sí, y bastante. Así lo adelanta 20 minutos de la mano de Motoreto.

La provincia donde es más barato comprar un coche eléctrico es Zaragoza, con un precio medio algo superior a los 22.000 euros. Le sigue Granada, en donde el coste medio ya roza los 23.000 euros. El tercer puesto se lo lleva Cádiz. Aquí ya se nota una gran diferencia y la media de precio está en casi 28.000 euros. 

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Aún por debajo de los 30.000 euros se puede comprar un coche eléctrico en Baleares, Girona y Valencia. 

Aunque siguen siendo más baratas que el resto de provincias, en Sevilla, A Coruña y Vizcaya el precio medio ya supera los 30.000.

¿Y los coches híbridos?

La barrera económica es algo más baja en el caso de los híbridos, pero sigue estando. De primeras, la provincia más económica está 2.000 euros por debajo y es Huesca, con un precio medio de 21.500 euros.

El segundo puesto es para Cádiz, donde la media ya sube a los casi 24.000 euros. Le sigue Pontevedra con un coste de 25.500 euros.

Por detrás quedan Baleares, superando los 26.000 euros, Valladolid, Jaén y Álava por encima de los 27.000 euros. 

En Madrid y Coruña el precio medio sube mil euros más y en Barcelona, Málaga y Toledo están al filo de los 30.000 euros. Con todo, se observa una diferencia de más de 8.000 euros.