La negociación entre los socios del Gobierno podría suponer que el tipo mínimo de sociedades afecte solo a los grupos empresariales

La idea de un tipo mínimo obligatorio en el impuesto de sociedades, de actualidad en los últimos meses después de que el presidente de Estados Unidos Joe Biden pusiera sobre la mesa un tipo mínimo a las multinacionales y los países del G7 acordaran trabajar para imponer un tipo mínimo del 15%, es uno de los puntos calientes de la actual negociación presupuestaria del Gobierno español.

No es una idea nueva. De hecho, el actual ejecutivo ya la incluyó en su proyecto presupuestario de 2019, pero en las últimas semanas ha cobrado fuerza en la negociación de las cuentas para 2022 entre el PSOE y Unidas Podemos.

Este es uno de los debates más candentes entre los socios del ejecutivo, ya que hasta ahora el PSOE se ha mostrado partidario de retrasar esta medida hasta 2023 para consolidar la recuperación tras la pandemia, mientras que Unidas Podemos pide implementarla ya. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, llegó a poner esta medida como una condición del apoyo a las cuentas de su partido.

La solución intermedia podría ser que ese impuesto solo se aplicara a los grandes grupos empresariales, subiendo el umbral que marca quienes estarían obligados a cumplir ese impuesto mínimo, según adelanta La Información a partir de fuentes parlamentarias.

Estas fuentes señalan que sería una propuesta algo más moderada que la que se incluyó en los fallidos presupuestos de 2019, cuyo objetivo era que las grandes empresas, sujetas a un gravamen del 25%, no pudieran aplicarse deducciones que rebajaran su tipo por debajo del 15% efectivo. En aquel momento, el límite era tener una cifra de negocios igual o superior a 20 millones de euros.

Aquellas cuentas fueron rechazadas por el Congreso de los Diputados, y 9 meses después hubo elecciones.

En ese proyecto presupuestario se delimitaba ese tipo mínimo del 15% en la base imponible a compañías que facturaran 20 millones de euros o más, o que estuvieran integradas en un grupo fiscal. Con este criterio, La Información calcula que entrarían unas 12.000 empresas, solo un 0,7% de los declarantes de sociedades, pero muy importante en cuanto a recaudación, ya que suponen el 60%.

La idea que barajan los partidos de la coalición gobernante sería elevar un poco más ese umbral para restringirlo a grandes compañías y grupos, que son precisamente las que más se benefician de las desgravaciones y deducciones. 

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Está por ver si ese tipo mínimo del 15% se aplica sobre el resultado contable, o sobre la base imponible, ya que en este segundo caso el número de empresas afectadas sería menor, y por lo tanto la recaudación obtenida con el impuesto.

Según La Información, en las áreas fiscales de las principales empresas hace varios años que dan por hecho que se establecerá un tipo mínimo de sociedades, aunque algunos expertos fiscales consideran que podría afectar a las inversiones en I+D de las empresas o en otras políticas que habitualmente se impulsan con desgravaciones fiscales.