Los "químicos para siempre" pueden acelerar la progresión del cáncer, según un nuevo estudio

Cáncer de colon

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  • Una nueva investigación de laboratorio concluye que la exposición a altos niveles de PFOS y PFOA —sustancias químicas para siempre— podría acelerar potencialmente la progresión del cáncer colorrectal.
  • Son datos cruciales para aquellos segmentos de la población que están especialmente expuestos a estos químicos eternos, como los servicios de bomberos.

Los químicos eternos, forever chemicals o sustancias químicas para siempre son sustancias invisibles presentes en el suelo, el aire y el agua que tardan más de 1.000 años en descomponerse. Según explica el Ministerio de Salud, los PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) abarcan más de 4.000 sustancias fabricadas por el hombre. 

Es posible encontrar PFAS en el medioambiente de prácticamente cualquier país del mundo y también se han detectado en nuestra sangre. No se pueden destruir y están ligadas con numerosos problemas de salud: daños hepáticos, un sistema inmune más débil, cáncer de riñón y de testículo, disrupciones hormonales o aumento de los niveles de colesterol. 

Ahora, una nueva investigación publicada en Environmental Science & Technology postula que el contacto con sustancias químicas eternas puede acelerar la progresión del cáncer colorrectal. El experimento fue realizado en laboratorio, donde exponer a las células cancerígenas a PFAS las indujo a migrar a nuevas posiciones, lo que implica un papel potencial en la metástasis.

Según recoge Science Alert, los niveles de PFAS en la sangre de los bombreros y otras personas que entran en contacto regular con sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas suelen ser más altos que los de la población general.

 

"Se han detectado con frecuencia en el medio ambiente, como en el agua potable, el polvo interior, los productos de limpieza y los revestimientos", recuerda el coautor del estudio y fisiólogo Jie Zheng de la Universidad de Yale sobre estos contaminantes orgánicos. 

El ácido perfluorooctanoico (PFOA), un PFAS ampliamente utilizado, fue clasificado como cancerígeno para los seres humanos por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer en noviembre de 2023, y el ácido perfluorooctanosulfónico (PFOS), otro PFAS común, también se clasificó como posiblemente cancerígeno para los seres humanos.

Los responsables del estudio emplearon células de cáncer colorrectal y metabolómica, un proceso que mide los niveles de metabolitos, miles de moléculas pequeñas como aminoácidos, lípidos y proteínas. Esta herramienta permite medir la exposición ambiental en la misma muestra que el efecto biológico. 

Se utilizaron dos tipos de células: en uno de ellos estaba presente el gen KRAS de tipo salvaje, mientras que el otro tenía una mutación común en el gen KRAS, que está relacionado con un cáncer colorrectal particularmente agresivo.

Mayor motilidad de las células cancerosas

Cuando se expusieron a PFOS y PFOA, las células mostraron un mayor movimiento y una mayor tendencia a propagarse. En una prueba diferente con células CRC cultivadas en una capa plana, se trazó una línea por la mitad para dividirlas. Cuando se introdujeron los químicos, las células crecieron y se acercaron nuevamente unas a otras.

"No prueba que sea metástasis, pero tienen una mayor motilidad, que es una característica de la metástasis", dice la epidemióloga de la Universidad de Yale, Caroline H. Johnson.

Para profundizar más, los investigadores examinaron los efectos de las sustancias químicas en el metabolismo de las células. La exposición a PFAS alteró varios metabolitos cruciales para la función celular, como aminoácidos y ácidos grasos, así como proteínas de señalización vinculadas a la metástasis.

Las sustancias que normalmente son antiinflamatorias y protectoras contra el cáncer también se redujeron en las células tras la exposición a los forever chemicals. Algunas diferencias fueron más notables en las células mutadas, lo que podría implicar que aquellos tipos de cáncer con esta mutación pueden tener más probabilidades de propagarse con la exposición a las PFAS.

"Muchos estudios in vitro no se pueden trasladar a humanos", explica Johnson, "pero creo que es importante comprender primero los mecanismos de cómo pueden afectar realmente el crecimiento de las células cancerosas", concluye. Harán falta más estudios clínicos para comprender si en la vida real sucede lo mismo con el cáncer colorrectal y la exposición a los químicos permanentes.

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