ReelShort y DramaBox triunfan donde Quibi fracasó, demostrando que el streaming de contenido breve para móviles es un nicho de mercado emergente

Quibi ha pasado a la posteridad como una de esas compañías que llegó al mercado en el peor momento posible. Se lanzó a la conquista del consumidor de video online en móviles durante la Streaming Wars y la pandemia forzó su cierre. 

La idea de negocio, un servicio de video corto de calidad para móviles en modelo de suscripción, era buena. Tanto que compañías de la talla de The Walt Disney Company, 21st Century Fox, Universal, Sony, WarnerMedia, Viacom, eOne, Lionsgate, Alibaba o Goldman Sachs, entre muchas otras, contribuyeron a financiarla con la convicción de que ese nicho de mercado era un filón. 

Que Quibi no funcionase no ha reducido en absoluto el interés en conquistar a ese público. Al contrario. Ahora otras compañías, como Reelshort o Drama Box están triunfando donde Quibi patinó. 

Culebrones en lo que dura un reel 

Que los culebrones son uno de los géneros de ficción que propician mayor compulsión en el consumo no es ninguna novedad. 

Sobre esta base se construye la oferta de Reelshort y Drama Box. Ofrecen los típicos melodramas de toda la vida, pero empaquetados de manera diferente. Se presentan en formato vertical y sus episodios duran 60 segundos. 

El objetivo está claro: que las series se vean compulsivamente en cualquier momento del día a través de los smartphones. Su público objetivo, también: mujeres de entre 18 y 45 años.  

ReelShort, un servicio de streaming propiedad de la empresa china Crazy Maple Studio, fue la que abrió mercado. Con unas cuantas decenas de series disponibles, se ha convertido en la aplicación líder en descargas dentro de la categoría Short Drama: 13 millones en el primer trimestre del año, entre App Store y Google Play.  

Ni ReelShort ni DramaBox reinventan la telenovela. Sencillamente han cambiado la manera de servirla a los usuarios de una manera más acorde con los hábitos de consumo actuales, más intensos y acelerados.

La sombra de Quibi no es tan alargada 

Cuando la moda de los culebrones exprés eclosionó a finales del año pasado las comparaciones con Quibi no tardaron en llegar. 

Aquel servicio de streaming basado en piezas cortas para consumir en movilidad (quick bites, de ahí su nombre) sedujo a muchísimos inversores tanto por la premisa como por la persona que estaba al frente (el fundador de Dreamworks, Jeffrey Katzenberg). 

Quibi se lanzó en primavera de 2020 y cerró en otoño de ese mismo año. Pero la propuesta de Quibi fue fallida no en su planteamiento, sino en la forma de ejecutarlo. 

Una combinación de mala gestión, un erróneo planteamiento estratégico (que no tuvo suficientemente en cuenta la amenaza de TikTok) y la lentitud a la hora de replantear su estrategia en confinamiento hizo que la compañía se desmoronase como un castillo de naipes. 

Principalmente porque los costes de Quibi eran muy elevados, ya que la producción de contenidos se había encargado a talento de primer nivel, como Steven Spielberg, Guillermo del Toro o Sam Raimi, entre muchos otros. 

Tanto ReelShort como DramaBox se han quitado de encima la presión económica apostando por un entretenimiento low cost. En el caso de ReelShort, por ejemplo, el presupuesto medio de sus producciones es de 300.000 dólares, con un equipo de trabajo joven, poco o nada conocido. 

El resultado de esta falta de pretensiones es una selección de contenidos muy de serie B en el que hay sitio para cualquier cosa, desde los personajes canónicos de la telenovela (la mujer despechada, el amor imposible, la cenicienta que se enamora del heredero de una familia multimillonaria o la madrastra malvada) a elementos menos habituales, como vampiros y hombres lobo. 

Cásate conmigo cuando se derrita la nieve, Vengándome de mi prometido infiel, La calamitosa concubina, Mi marido es imbécil y multimillonario, Mi colega es un vampiro…  Todo el contenido que se puede encontrar en la app se construye a partir de historias rocambolescas y tramas impredecibles que enganchan precisamente por su factura cutre y el poco tiempo de atención que requieren. 

Lo que necesitas saber para estar informado

¿Te gusta lo que lees? Comienza tu día sabiendo qué piensan y qué les preocupa a los ejecutivos de las principales empresas del mundo con una selección de historias enviada por Business Insider España a primera hora cada mañana.

Recibe la newsletter

En cuanto a la forma de monetización, este tipo de apps han descartado la suscripción en beneficio de un modelo asentado en la publicidad y el pago por intensidad de uso. Los usuarios tienen acceso a varios episodios de un minuto, pero en un momento de la reproducción se les obliga a pagar o a ver anuncios para desbloquear episodios posteriores. 

La rentabilidad ha llegado en tiempo récord. Según informaba esta semana Techcrunh, en marzo de 2024 los consumidores gastaron 65 millones de dólares en aplicaciones de este tipo, frente a los 619.000 dólares gastados en el mismo período del año anterior. Por volumen de ingresos durante el primer trimestre, ReelShort se sitúa en cabeza, con 52 millones de beneficios, y DramaBox en segunda posición, con 35 millones. 

La gratificación instantánea lleva años siendo exprimida por las redes sociales. Era cuestión de tiempo que el negocio directo al consumidor lo convirtiese en una nueva mina a explotar. El maratón, que Netflix ayudó a popularizar, está ahora derivando en un nuevo tipo de atracón, más concentrado en el tiempo y menos exigente, pero igualmente adictivo.